Agua saborizada


Cómo hacer el agua de frutas o verduras perfecta para hidratarte en verano?

Los consejos clave para conseguir el máximo sabor y sus mejores beneficios de estas refrescantes aguas saborizadas

Es una de las claves de cualquier dieta, ya sea para perder peso o para mantenerte en forma. Se debe beber una cantidad determinada de agua que varía según edad, sexo y masa corporal. A modo de guía general, se puede considerar que las mujeres necesitan 2,1 litros al día y los hombres, 2,6, Pero eso sí, en verano -por las altas temperaturas- y cuando se practica deporte la cantidad debe aumentar.

Lo que nos indica que no estamos bebiendo el agua suficiente es la sed, pero llegar a ese punto ya nos alerta de una deshidratación (leve, claro). Por eso es importante beber agua (y otro tipo de líquidos) con regularidad a lo largo del día. Un truco sencillo es tener siempre a la vista una botella, en la mesa del trabajo, en el bolso, etc.

No debemos olvidar que también se puede conseguir agua de los alimentos que ingerimos. Por supuesto de frutas y verduras, pero incluso aquellos que nos parecen secos y duros contienen agua. Si te parece un poco «aburrido» beber solo agua, te vamos a proponer que le des un «cambio» y les aportes algo de sabor. ¿Conoces el agua de frutas y verduras? No tiene porqué ser algo solo de spa u hoteles de lujo, puedes hacer la tuya propia en casa de forma muy fácil.

Según la fruta o verdura con la que combines el agua puedes obtener beneficios desintoxicantes, antioxidantes, vitaminas y minerales extra, mejoras para la piel, la presión arterial, te ayuda a adelgazar, refuerza el sistema inmunológico, etc.

Consejos para hacer aguas saborizadas

Aguas de frutas

Las frutas que más se usan para hacer aguas saborizadas son los cítricos como la naranja, el limón, la lima, el pomelo o la mandarina; bayas y frutos rojos como la mora, el arándano, la frambuesa, la fresa; frutas tropicales como la granada, el mango, el kiwi o la papaya. También se usan la ciruela, la manzana, la pera, el melón, la sandía, la uva, las cerezas, el melocotón, la nectarina y hasta el plátano.

Los mejores vegetales y verduras son el pepino, el hinojo, el apio y la zanahoria. Aunque la más famosa es la que lleva pepino.

Corta láminas finas para así tener una superficie de exposición mayor al agua y puedan saborizar ligeramente la bebida.

No requiere azúcar ni otro endulzante, pero quienes quieran pueden añadir hojas frescas de estevia, una cucharada de miel, edulcorante líquido, azúcar moreno…

Si vas a añadir hojas de hierbas aromáticas hazlo de forma natural. Puedes usar menta, salvia, albahaca, romero, cilantro, tomillo, eneldo…

Es importante dejar un tiempo de maceración para conseguir una concentración de sabor adecuada. Cuanto más tiempo esté en el refrigerador nuestra agua de frutas, más sabor tendrá. Si la preparas por la noche y la dejas en el el refrigerador estará perfecta para beber por la mañana.

El hielo se debe añadir un poco antes de servir.

Cómo preparar aguas saborizadas

Base de agua + fruta o verdura

La base por supuesto es el agua. Ésta puede ser mineral, del grifo, con gas e incluso agua de coco. Una opción u otra dependerá de gustos y de la idoneidad en la combinación con el resto de ingredientes.

Para darle cuerpo al agua podemos utilizar infusiones y tés, frutas y/o verduras que le darán el sabor principal a nuestra agua saborizada:

Frutas: sandía, melón, melocotón, frambuesas, fresas, moras, limón, pomelo, mango, manzana, pera…etc. Cuánto más madura, más sabor y dulzor tendrá el agua.

Verduras: pepino, zanahoria, hinojo, pimiento verde y rojo, calabacín, apio…, etc.

Infusiones y tés: té verde, rooibos, té de frutos del bosque, manzanilla, infusión de jengibre… etc.

Una vez escogida la fruta y verdura es necesario cortarlas en láminas finas, de forma que se exponga la mayor superficie en contacto con el agua.

Saborizantes

Son los que le dan el toque final y hacen que un agua saborizada sea un éxito o un agua con ligero sabor sin más. Como en cualquier actividad culinaria, es necesaria práctica, empezar con poca cantidad e ir probando nuevas combinaciones:

Especias y hierbas aromáticas: deben ser frescas para transmitir gran parte de su aroma. Las más utilizadas son menta, hierbabuena, jengibre, romero, lavanda, tomillo, albahaca, vainilla y salvia.

Cubitos de hielo rellenos: no son imprescindibles y tampoco son los responsables del aroma del agua, al menos no desde el principio. Además de lo visualmente bonitos que quedan, a medida que se derriten van transmitiendo las características organolépticas que incluyen. Por ejemplo: cubitos de naranja y romero, de moras, de arándanos, de frambuesas y menta…, etc.

Edulcorantes

Lo ideal es prescindir de los edulcorantes ya que la fruta tiene su propio dulzor. Aunque es cierto que algunas preparaciones, como la clásica limonada, pueden necesitar de un poquito de azúcar. En el caso de querer añadir endulzante, os recomendamos vigilar la cantidad y elegir edulcorantes naturales: miel ecológica, azúcar de coco, xilitol o stevia.

Infusionar en frío o en caliente

Las aguas saborizadas se pueden hacer infusionando los ingredientes escogidos en agua fría y dejar macerar durante al menos 12 horas en la nevera. Se puede servir tal cual o añadir hielo.

Por otra parte, se deben hacer en caliente cuando partimos de infusiones, tés y de especias como el jengibre. Simplemente se hacen con agua caliente o hirviendo, se atemperan y se refrigeran. Al igual que las anteriores se pueden servir con hielo.

Ejemplos de aguas saborizadas

  • Agua de pepino + frutilla + lima
  • Limón + pepino + menta
  • Sandía + romero
  • Pepino + romero + hinojo
  • Pepino + frutilla + albahaca
  • Kiwi + menta
  • Sandía + melón +menta

La que hago yo

2 limones sin piel ni semillas

Un puñado de menta

Una cucharadita de jengibre fresco

edulcorante o azúcar c/n

1 litro de agua

12 cubitos de hielo

Licuar todo.