Historia del Emprendedor
Soy artesana por herencia, autodidacta. Una nieta, al verme tejer tapetes y cortinas a crochet, me pidió que le tejiera un Amigurumi; así empezó todo hasta concretarse en el emprendimiento "Cálidos y Suaves". El Amigurumi es propiamente el juguete de apego saludable, pues los materiales con los que los tejo son hipoalergénicos e impiden que los ácaros aniden en ellos, rechazándolos incluso. Al tejerlos se toma en consideración la edad infantil a los que están dirigidos. Así es como tejo Amigurumis en los que para los más pequeños no uso ninguna goma adhesiva, y todos sus rasgos distintivos como ojos, boca, nariz... son bordados, para los que han superado la primera infancia uso gemas y perlas de fantasía, debidamente cosidas o pegadas con un pegamento muy resistente a la fricción y al agua. Por eso los Amigurumis son lavables a mano o a máquina sin que pierdan forma ni color, incluso se los puede centrifugar. Cada Amigurumi vendido lleva adherido una tarjeta alusiva de "Cálidos y Suaves" en cuyo reverso tiene anotado el precio. Asimismo se ofrece y/o entrega una etiqueta en la que se instruye el cuidado y lavado del producto.
La tarjeta fue diseñada en su fase previa con dos alumnas asignadas por la Facultad de Diseño de la UNCuyo, y luego aprobada por la Dirección de Economía Social - Ruta de los Artesanos y Emprendedores Mendocinos.