Comencé hace un año, siempre me gustó coser pero lo que realizaba no me dejaba crear, y quería que esa creación no tuviera patrones definidos ni medidas específica. Libertad de creación. Y así fue que empecé a indagar en la cestería nórdica, en diferentes texturas, colores y la amplia posibilidad de crear infinitos y diferentes productos, útiles y a su vez decorativos.