8 de marzo: Día Internacional de la Mujer y Día Mundial del Riñón


Es importante destacar que la enfermedad renal crónica es la 8ª causa de muerte en mujeres. Y es oportuno advertir que existen enfermedades renales específicas durante el embarazo y que los controles adecuados disminuyen el impacto de las mismas sobre el bebé y la madre.

Este año el Día Mundial del Riñón se conmemora junto al Día Internacional de la Mujer, lo que  permite difundir la importancia de la salud de la mujer en general y de la salud renal en particular. Así como la necesidad de promover el acceso equitativo a la educación sanitaria, la atención en salud y la prevención de las enfermedades renales para todas las mujeres y niñas.

Si bien el riesgo de desarrollar ERC es casi tan alto en las mujeres como en los hombres, siendo un poco mayor en mujeres, con una prevalencia promedio del 14% en las mujeres y del 12% en los hombres.

El subsecretario de Salud, Oscar Sagás, manifestó la importancia del cuidado renal en la mujer: “Los nefrólogos vemos que la enfermedad no solo afecta a la salud de las mujeres sino que contiene connotaciones sociales- familiares donde en muchos casos ser dializado lleva al aislamiento del paciente”.

“Por eso hay que seguir trabajando en la promoción de los estilos de vida saludables, en el fortalecimiento de la atención primaria. Convertirnos en verdaderos promotores de salud pública”, recomendó el Subsecretario.

La enfermedad renal crónica afecta a 195 millones de mujeres en el mundo y es la 8ª causa de muerte en mujeres, 600.000 mujeres fallecen anualmente por causa de la ERC. En tanto en Argentina afecta a más de 2.000.000 de mujeres, de ellas son 12.600 las que necesitan de tratamiento dialítico. En el 2018 ingresarán 2.800 mujeres a diálisis.

En cuanto a la donación, Oscar Sagás, sostuvo la necesidad de seguir concientizando a la población de la importancia de la donación de órganos ya que “ hay más posibilidades de ser receptores que donantes”. Para trasplante renal en Argentina existen 2.800 mujeres inscriptas en lista de espera, mientras que 5.160 mujeres recibieron un trasplante renal en los últimos 10 años. El 59% de los trasplantes con donante vivo son con riñones donados por mujeres (madres y hermanas).

La Enfermedad Renal Crónica (ERC)

Es un problema de salud pública mundial, donde la manifestación más grave de esta enfermedad es la insuficiencia renal crónica terminal (IRCT) que lleva al paciente a la necesidad de terapia de sustitución renal como diálisis crónica (hemodiálisis o diálisis peritoneal) o trasplante renal. Con el consecuente impacto no sólo sobre la calidad de vida del paciente y su familia sino también sobre los sistemas de salud que deben absorber los costos sociales y económicos que estos tratamientos implican.

Mientras la incidencia de la IRCT se ha duplicado en los últimos 10 años, hay muchos pacientes con ERC en estadíos tempranos que no tienen diagnóstico ni tratamiento. Se estima que, en la población general, un 16.9% de los mayores de 20 años padecen este problema de salud.

Existen evidencias de que el tratamiento precoz de la enfermedad renal puede prevenir o retrasar la progresión a estadios más graves, sus complicaciones, así como disminuir el riesgo asociado a la enfermedad cardiovascular.

¿Qué es la ERC?

Se denomina enfermedad renal crónica al funcionamiento anormal de los riñones por más de 3 meses o a la alteración estructural de los mismos.

A pesar de ser muy frecuente y contar con estrategias efectivas para su prevención y detección precoz, en ocasiones, no es reconocida hasta los estadios terminales de la enfermedad que requieren tratamiento de diálisis o trasplante renal y conllevan a un deterioro de la calidad de vida y años de vida perdidos.

Las dos causas de enfermedad de los riñones más comunes son la diabetes y la hipertensión, aunque existen otras enfermedades hereditarias y congénitas, las del sistema inmunológico, infecciosas o traumáticas que pueden afectar el normal funcionamiento de los riñones. Asimismo, otros factores de riesgo cardiovascular como el consumo de tabaco y el colesterol elevado también pueden predisponer a su desarrollo.

Algunos fármacos, especialmente los antinflamatorios, si se toman de manera indiscriminada, pueden ser causa de alteraciones renales. Cualquier persona que tome analgésicos en forma regular deberá consultar a un médico para asegurarse de que sus riñones no corren ningún riesgo.

Quienes deben realizarse estudios para detectar la enfermedad renal

Aquellas personas que presenten:

  •  Diabetes.
  •  Hipertensión arterial.
  •  Antecedentes de enfermedad cardiovascular (infarto, angina de pecho, ACV, enfermedad arterial en los miembros inferiores).
  •  Los fumadores.
  •  Quienes posean un consumo crónico de medicamentos que puedan afectar los riñones.
  •  Los expuestos a metales pesados.
  •  Quienes observen antecedentes de enfermedades obstructivas de la vía urinaria.
  •  Antecedentes familiares de enfermedades renales.
  •  Antecedentes de enfermedades sistémicas que pueden afectar el riñón como el lupus.
  •  Quienes observen sangre en la orina.

¿Cómo puede prevenirse?

Prevenir y controlar los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes, dislipemia, tabaquismo) son estrategias efectivas para reducir el desarrollo de enfermedad renal. Para lograr este objetivo se recomienda:

  •  Evitar alimentos con alto contenido en sodio (fiambres, embutidos, aderezos, productos de copetín, quesos, etc.).
  •  Cocinar sin agregar sal, reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos.
  •  Consumir por día 2 frutas y 3 porciones de verduras de todo tipo y color, preferentemente crudas.
  •  Consumir carnes rojas o blancas (pollo o pescado) no más de 5 veces por semana.
  •  Sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física.
  •  No fumar, incluso pocos cigarrillos por día son muy dañinos.
  •  Mantener la presión arterial por debajo de 140/90 mmHg.
  •  Las personas con diabetes e hipertensión arterial deben mantener un buen control de la enfermedad y los factores de riesgo asociados.