Destinarán $5 millones para el servicio eléctrico de áreas rurales de Mendoza
El Gobierno firmó un convenio con empresas distribuidoras eléctricas de Mendoza, para cumplir con el Programa de Energía Renovable destinado al Mercado Rural (PERMER), que aporta beneficios a numerosos mendocinos que se encuentran comprendidos en este plan de inclusión de zonas rurales muy alejadas de los centros urbanos. Se busca brindar servicio eléctrico mediante dispositivos de energía solar y que será utilizado básicamente para iluminación y comunicación en familias que habitan en sitios rurales donde no hay acceso a los servicios públicos.
Firmaron el convenio autoridades del Ministerio de Energía de la provincia encabezado por el ministro Marcos Zandomeni, en representación de EDEMSA, su presidente Neal Blasdale, de EDESTE, su titular Fernando Formento, de la Cooperativa Empresa Eléctrica de Godoy Cruz Limitada, su vicepresidente Rafael Valle, quienes se comprometieron en el marco del acuerdo complementario de participación de PERMER, suscripto entre la provincia y la Secretaría de Energía de la Nación (Decretos N° 2629/2000 y N° 910/2011), para que las distribuidoras aporten mano de obra para el mantenimiento y reparación de los equipos de generación eléctrica fotovoltaica individuales cedidos a los beneficiarios de este programa.
En esta oportunidad la inversión alcanzará un monto superior a los $5 millones , para la colocación y mantenimiento de 3.500 paneles solares fotovoltaicos a partir de los 60 días corridos de ala puesta en marcha de este nuevo convenio, ya que beneficiarán a más de 900 familias mendocinas que habitan en zonas rurales.
El PERMER tiene un alto contenido social, cuyos objetivos apunta al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades rurales dispersas y lejanas de los centros urbanos, mediante la provisión de paneles y equipos de generación de energía eléctrica, financiado por el Banco Mundial y otros sistemas crediticios nacionales y provinciales.
Este programa en la provincia funciona desde el año 2004, un estudio de mercado realizado a fines de 2000 y actualizado en julio de 2011, permitió determinar el potencial del mercado eléctrico rural disperso en todo el territorio provincial, el grado de aceptación de un servicio eléctrico de baja tensión y la disposición a pagar por tal beneficio.
Mendoza inició la implementación de este importante proyecto, con la adquisición e instalación de sistemas fotovoltaicos para viviendas rurales dispersas que fue llevado adelante a través de licitaciones públicas internacionales por PERMER en 2010, finalizando en 2012 con la provisión del servicio eléctrico mediante energía solar a más de 1.500 puestos anclados en áreas rurales dispersas de la provincia. La operación y mantenimiento de este servicio están a cargo de las empresas distribuidoras que operan en el área.
¿Cuáles son los beneficios de este programa?
El ministro Zandomeni dijo: “Esta iniciativa apunta a que los usuarios de este sistema, se les provea de un servicio eléctrico básico dirigido a iluminación y comunicación. Se espera que haya un considerable mejoramiento de la calidad de vida de estas poblaciones y un impacto positivo en educación, productividad y desarrollo social”.
También, el sector privado se beneficia al permitir la creación de puestos de trabajo en las áreas de concesión. El beneficio ambiental global del proyecto será la creación de mercados sustentables de sistemas solares residenciales, contribuyendo a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Comunicación permanente e integral con municipios para el logro de los objetivos.
Este importante programa de inclusión, perteneciente a la Secretaria de Energía de Nación, que busca dotar de una “pre-electrificación” con paneles solares, inversor y baterías, satisface las necesidades de iluminación básica y comunicación a numerosas familias aisladas de todo servicio esencial. Ya se realizó durante el 2014, una inversión aproximada de U$S 5.000 dólares para el proceso de instalación de 1.561 equipos en 14 departamentos de la provincia.
Recientemente fue aprobado por el Banco Mundial el apoyo financiero que requiere la segunda etapa del programa que continuará articulando las acciones con los municipios y otras entidades específicas para su normal implementación, instalando nuevos servicios aislados, incluyendo pequeñas redes a edificios públicos.