Balance positivo dejó la jornada de prevención y vacunación contra las hepatitis


Con el objetivo de sensibilizar y concientizar a la población sobre la importancia de la prevención de las enfermedades hepáticas, el Ministerio de Salud trabaja fuertemente en actividades para la comunidad, a fin de promover la vacunación universal y facilitar el acceso a las pruebas diagnósticas.

En este sentido, en el marco del Día Mundial de la Hepatitis, los programas de Lucha contra las Hepatitis Virales e Inmunizaciones realizaron una semana con diversas actividades de prevención, a través de consejería, toma de muestras para detección de hepatitis B y C y un operativo de vacunación contra hepatitis B.

Si bien los centros de referencia fueron el centro de salud de Ugarteche, el hospital Metraux, de Maipú, el hospital Sícoli, de Lavalle, el centro de salud Nº 25 El Zapallar, de Las Heras y el centro de salud cabecera Palmira, de San Martín, constantemente se desarrollan acciones en distintos efectores de salud de toda la provincia.

Al respecto, Carlos Espul, jefe del Programa de prevención de hepatitis, evaluó como muy positiva la jornada efectuada. “Estas acciones nos permiten detectar posibles casos positivos de la enfermedad  y darles el tratamiento adecuado, lo que implica un camino ganado en salud pública”.

“Además, en cuanto a prevención por vacunación, la mayoría de las personas inmunizadas corresponde a gente entre 20 y 40 años, sexualmente activas, que tienen más riesgo de contraer la enfermedad”, destacó Espul.

En Argentina, con la idea de reducir la incidencia de hepatitis B, desde el año 2000 se vacuna a los recién nacidos dentro de las 12 horas de vida, continuándose luego con la vacunación a los 2, 4 y 6 meses de edad (quíntuple).También se incorporó al calendario de vacunación desde los 11 años para niños con esquemas atrasados.

La vacuna contra la hepatitis B es universal y gratuita, esto quiere decir que cualquier persona, independientemente de la edad, si tiene o no obra social, puede ir a cualquier centro de salud o vacunatorio e inmunizarse si así lo desea.

Para realizarlo no se requiere orden médica y son tres dosis: la segunda dosis al mes de la primera y la tercera a los 6 meses de la primera dosis, es importante completar el esquema para quedar protegido.

Mendoza lleva colocadas a partir de esta incorporación 33.213 dosis.

Datos del operativo

Acciones de prevención: a través de consejería y folletos explicativos sobre la enfermedad.

Pesquisa serológica: se analizaron 154 muestras de las que se detectaron 3 positivas para hepatitis C, con una media etaria de 46 años y ninguna para hepatitis B. En el caso de los resultados positivos se citó nuevamente a los pacientes para corroborar el resultado.

Vacunación: se colocaron 444 dosis de vacunas, de las cuales 393 fueron primeras dosis y de éstas, el 56% correspondió a una franja etaria de 20 a 40 años.

Hepatitis B

La hepatitis B es una inflamación del hígado causada por un virus y constituye un importante problema de salud pública.

En el país esta enfermedad es la primera causa de hepatitis fulminante en los adultos. Se transmite con una eficacia del 30 al 60 por ciento a través de las vía sexual, parenteral y vertical. El 10 por ciento de los infectados puede evolucionar a hepatitis crónica y eventualmente desarrollar cirrosis y/o cáncer de hígado con potencial compromiso de la vida; mientras que los neonatos hijos de madre con infección por hepatitis B tienen mayor riesgo de evolucionar a formas crónicas, cirrosis y carcinoma hepatocelular que la población adulta.

Las vías de transmisión son:

–       vía sexual (mantener relaciones sexuales sin métodos de barrera, preservativo, con una persona infectada, que puede no saberlo).

–       vía transfusional (siendo esta última ahora mucho más rara dado los exhaustos controles a la sangre que se transfunde).

–       personas que por su trabajo o estilo de vida estén expuestas a sangre o derivados: trabajadores de salud en departamentos de urgencias, odontólogos, cirujanos, pacientes hemodializados, adictos que comparten agujas.    

–       Un apartado especial merece la transmisión perinatal de madre infectada asintomática a hijo. El 90% de esos neonatos no detectados desarrollarán  hepatitis crónica, dada la inmadurez de sus defensas, de ese 90%, la mitad evoluciona a cirrosis o cáncer de hígado en edades tempranas.

Si bien a partir de la introducción de esta vacuna al calendario en 2000 para los recién nacidos, en los niños y niñas de 11 años en 2003, la vacunación obligatoria en el personal de la salud y las recomendaciones de vacunación de los grupos en riesgo, ha disminuido la frecuencia de infecciones en los niños, siguen notificándose casos en adolescentes y adultos no vacunados o con esquemas incompletos.

Por ello y con el objetivo de fortalecer el proceso de control y eliminación de la hepatitis B en el país a fin de disminuir la incidencia, complicaciones y mortalidad asociadas a la infección producida por este virus, la cartera sanitaria dispuso la vacunación a toda la población mayor de 20 años no vacunada.

La hepatitis C

El virus de la hepatitis C se transmite generalmente por exposición a sangre de una persona infectada. Esto puede suceder: al recibir transfusiones de sangre, derivados sanguíneos u órganos contaminados; por el uso de agujas, jeringas y otros procedimientos que perforan la piel; de la mujer embarazada al hijo.

La hepatitis C se puede transmitir al tener relaciones sexuales con una persona infectada o compartir artículos contaminados, pero estos mecanismos son menos comunes.

Si bien generalmente la infección es asintomática, en algunos casos puede manifestarse falta de apetito, molestias abdominales, náuseas y vómitos, coloración amarillenta de la piel. La mayoría de las personas afectadas desarrollan una infección crónica de larga duración que puede conducir a cirrosis y/o cáncer hepático.