Capacitan a profesionales de la salud para la detección precoz del cáncer infantil


En el Día Nacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil se realizó una jornada taller en el Hospital Humberto Notti, organizada por el Servicio Oncológico y de Oncohematología. Destinada a profesionales médicos y enfermeros, en principio del área de Pediatría, pero también a todos aquellos que intervienen en la primera línea de atención, generalmente en los centros de salud.

La jornada contó con la presencia de la subsecretaria de Gestión de la Salud, Fanny Sarobe y la directora de Programas Complejos, Natalia Luna Maffei. La disertación central estuvo a cargo de la doctora Edith Casas, titular del servicio oncológico del nosocomio.

Luna Maffei  resaltó que “esta jornada se realiza en el marco de la ley nacional 26.803 que, además de establecer el Día de Lucha contra el cáncer, sirve de soporte y apoyo para la lucha contra esta enfermedad”. Al respecto la funcionaria dijo que”todavía es muy difícil pensar que los niños pueden padecer una enfermedad oncológica”.

Agregó que “se capacita para que los médicos tengan en cuenta qué síntomas pueden hacer pensar en la presencia de la enfermedad o por lo menos tener un diagnóstico diferencial previendo la aparición de este mal, apuntando que en los niños la sintomatología suele ser muy poco específica”.

Luna Maffei puso énfasis en que “la detección precoz  facilita el tratamiento, salva vidas y mejora la de vida tanto del paciente como de la familia. Además en la disertación se aclaró que hay un alto porcentaje de recesión y respuesta positiva a los tratamientos”.

Según datos estadísticos el cáncer es la primera causa de muerte entre chicos de 5 a 15 años, excluyendo los accidentes. La tasa de mortalidad es de 38 por millón en menores de 15 años, con un estimado de 380 fallecimientos por año en la Argentina.

La leucemia, los tumores en el sistema nervioso central y los linfomas son los tipos de cáncer más detectados en los primeros años de vida. Motivo por el cual el diagnóstico adecuado  mejora el pronóstico de la enfermedad y disminuye la mortalidad precoz, posibilita tratamientos menos intensos y menores complicaciones. También reduce las secuelas  orgánicas y psicológicas.