Celebrarán el Día mundial sin Tabaco con acciones de prevención y control


El Ministerio de Salud, desde el Programa de Enfermedades Crónicas, adhiere a esta celebración del 31 de mayo, con acciones de prevención, información y promoción para dejar de fumar. Además realizará controles con mediciones de monóxido de carbono, espirometrías y se derivaran para su tratamiento a quienes lo requieran. Será en el Le Parc de 15 a 18.

Las enfermedades relacionadas con el tabaco son una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. Cada 6 segundos, aproximadamente, muere una persona a causa de una enfermedad relacionada con el tabaco, lo que representa casi 6.000.000 de personas al año. Se estima que, en 2030, esta cifra será de más de 8.000.000 de personas al año, y que más del 80% de esas muertes prevenibles se registrarán entre personas que viven en países de ingresos bajos o medianos.

Al respecto el responsable del Programa de Enfermedades Respiratorias Crónicas Alfredo Morán expresó: “Estaremos este domingo en el cierre de la Brújula en el Le Parc, donde se realizarán espirometrías, mediciones de monóxido de carbono y se brindará en el momento un informe escrito de la situación de los pacientes. En caso de ser necesario se derivará a los hospitales Lencinas y Lagomaggiore que cuentan con servicios de cesación tabáquica para su tratamiento y seguimiento.

“Participarán de estas acciones los servicios de neumonología del Lencinas cuyos profesionales realizarán los controles médicos. Así también, Osep efectuará acciones de promoción para dejar de fumar de 10 a 12 en la carpa de Salud ubicada en el Le Parc”, agregó el profesional.

Campaña Mundial

Este año el lema de la OMS es eliminar la venta ilegal del cigarrillo. A nivel mundial se busca acabar con el comercio ilícito de tabaco que permitiría a los gobiernos recaudar anualmente US$ 31.000 millones en concepto de impuestos, además de mejorar la salud pública, contribuir a reducir la delincuencia y eliminar una fuente de ingresos importante para la industria tabacalera.

En el 2005 la OMS concretó un Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT OMS). El mismo, ratificado por los 180 Estados miembros, los obliga a adoptar paulatinamente una serie de medidas para reducir la demanda y la oferta de productos de tabaco, entre ellas: proteger a las personas contra la exposición al humo del tabaco, acabar con el comercio ilícito, prohibir la publicidad, la promoción y el patrocinio de estos productos, aumentar los impuestos sobre el tabaco y crear un mecanismo de coordinación nacional para el control del tabaco. El Convenio ha sido ratificado por 180 Estados.

Con este Protocolo se busca eliminar el comercio ilícito de productos de tabaco. El documento es un tratado internacional en sí mismo, negociado por las Partes en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT OMS), que ha sido ratificado por 180 Estados. En virtud de lo dispuesto en su artículo 15, los signatarios se comprometen a eliminar todas las formas de comercio ilícito de productos de tabaco.

El Protocolo exige la adopción de una amplia gama de medidas en relación con la cadena de suministro de tabaco, entre las que cabe mencionar la concesión de licencias a importadores, exportadores y fabricantes de productos de tabaco; el establecimiento de sistemas de seguimiento y localización, y la imposición de sanciones penales a los responsables del comercio ilícito. También criminalizaría la producción ilícita y el contrabando transfronterizo.

El comercio ilícito de tabaco ofrece estos productos a precios más bajos, principalmente porque se elude el pago de impuestos al Estado mediante el contrabando, la fabricación ilegal o la falsificación. El precio más barato del tabaco incita al consumo a los más jóvenes (quienes suelen tener unos ingresos más bajos) y reduce los ingresos públicos y, por ende, los recursos destinados al desarrollo socioeconómico, sobre todo en los países de ingresos bajos que dependen en gran medida de los impuestos sobre el consumo. Este dinero podría destinarse asimismo a la prestación de servicios públicos, incluida la atención sanitaria.

Los responsables de la formulación de políticas deberían reconocer que el comercio ilícito de tabaco agrava la epidemia que representa el tabaco para la salud pública y tiene graves consecuencias en materia de seguridad. La ratificación del Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco es una medida necesaria para combatir estos dos males.