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Continúa el debate oral y público del IV Juicio por delitos de Lesa Humanidad


Finalizadas las inspecciones oculares que ordenó realizar el Tribunal Oral Federal Nº1 en dependencias policiales y militares identificadas como centros de detención clandestinos, se reanudó hoy el debate oral y público en el IV Juicio por delitos de Lesa Humanidad que se desarrolla en la Provincia.

Durante la apertura, Ariel Civit, defensor del ex oficial Oscar Alberto Bianchi, ocupó los primeros minutos de la audiencia para realizar un pedido de recusación contra el fiscal Dante Vega por un hecho realizado en 2004 cuando oficiaba de secretario del Tribunal, acusándolo de tener una “enemistad con su defendido”.

Al respecto, el fiscal Vega estimó que “se trata de una estrategia dilatoria más, como tantas otras que el plantel de abogados de los acusados han usado en los tres meses que lleva el juicio”. A este planteo adhirió la querella representada por el abogado Pablo Salinas, integrante del Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos. Sobre este punto el Tribunal se expedirá en próximas audiencias.

Otro de los momentos importantes de la audiencia, fue la declaración de Carlos Eduardo Cangemi, detenido el 11 de noviembre de 1975 en el D2 y torturado mientras era interrogado con respecto a su militancia. Cangemi contó que, tiempo después a su detención, fue trasladado a otra dependencia y que allí fue indagado por los ex jueces Luis Miret y Guillermo Petra.

También declaró María Rosario Carrera sobre la desaparición de Rubén Bravo, su ex pareja. Los dos, junto Eduardo Cangemi, integraban el elenco La Pulga, un colectivo teatral que trabajaba en distintos barrios de la provincia. “Éramos militantes de distintas organizaciones y la mayoría de mis compañeros trabajaron junto al padre Llorens”. Carrera completó su relato aportando información sobre los hechos vinculados a los casos Moretti, Amaya y Seydell detenidos en la Comisaría 7ma de Godoy Cruz y recordó los Habeas Corpus presentados para pedir por su hermano Marcelo Carrera y su cuñana Adriana Irene Bonoldi, ambos desaparecidos en 1976.

Un hecho lamentable, fue protagonizado por familiares de los acusados quienes produjeron disturbios en la entrada al recinto.

Sobre este hecho, la titular de la Dirección de Promoción de Derechos Humanos, Natalia Brite, llamó a respetar el espacio de debate y afirmó que “con los juicios orales y públicos se busca justicia, la misma que no se pudo otorgar a quienes hoy están desaparecidos o fueron asesinados”. La funcionara celebró el hecho de retomar el juicio sin que ocurriera en el medio alguna semana de espera. “Esto permite dinamizar el juicio”, finalizó.