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Desarrollo Social promueve el derecho del niño a ser escuchado


La Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) realizó esta mañana el Foro Provincial por los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes a ser Escuchados y Participar. Fue en el Aula Magna del Centro de Congresos y Exposiciones.

Este encuentro propone impulsar y analizar la temática desde una perspectiva amplia, capaz de contemplar su complejidad y reflexionar acerca de las prácticas institucionales en favor de garantizar la inclusión de los intereses de niños y jóvenes en la definición y ejecución de las políticas públicas que los afecten.

Consultado al respecto, el ministro de Desarrollo Social y Derechos Humanos, Guillermo Elizalde, opinó que: “este trabajo implica un buen nivel de inserción en el territorio y una adecuada articulación de todo el dispositivo de protección de derechos que atiende a esta problemática tan delicada como es la niñez. Esto incluye también a otras instituciones como la Dirección de Escuelas, Salud y aún las organizaciones sociales dedicadas a la infancia”.

Agregó además que es “muy importante que en esta intervención, el niño sea escuchado de una manera activa, sobre todo cuando hablamos de políticas sociales que deben de alguna manera reparar daños que se han hecho desde distintos ámbitos, empezando muchas veces por la misma familia.”

Eduardo Bustelo, especialista en la temática, desarrolló la concepción actualizada de niñez, para discurrir luego en torno a la prevalencia de las miradas adulto céntricas respecto de los derechos de la niñez y el cambio necesario en las instituciones de la sociedad, y del Estado, para adaptarse a la noción de niñez como persona con derechos ciudadanos completos.

Bustelo destacó, en este marco conceptual, que “cuando hablamos de participación, hablamos de que los chicos tomen parte de un espacio en el que hoy están invisibilizados. Es necesario, a esta altura, promover un derecho de participación ampliada sobre todo en término de las dos instituciones claves en el tema de infancia: la familia y la escuela, comprendiendo que los niños no son una fotocopia de la generación adulta”.

“Hay que generar nuevos modelos de diálogo en donde podamos incorporar la noción de participación desde la igualdad en temas como el uso de los espacios públicos, en los problemas que les afectan a los chicos, en fin, en los temas que les interesen, por fuera de las asimetrías de poder establecidas” , concluyó el experto.

Por su parte, la Dra. Kemelmajer de Carlucci, realizó una revisión del nuevo proyecto de Código Civil y su relación con los derechos del niño. Explicó las nuevas miradas acerca de la regulación normativa, la jurisprudencia y los modos de articulación interinstitucional relativos al Derecho de los niños a opinar y a que su opinión sea tenida en cuenta en cada instancia que los involucre.

El Foro Provincial pone punto final a un proceso de capacitación y debate que la DINAF realizó a lo largo de todo el año en todas las delegaciones que tiene en la provincia y que fueron coordinadas por la Defensoría General de Derechos y los delegados zonales.

El mismo buscó promover la reflexión en los equipos e instituciones, tanto del plano estatal como organizaciones de la sociedad civil, que trabajan con niños, niñas y adolescentes para que las opiniones sean tenidas en cuenta en cada circunstancia que los involucre, de acuerdo al concepto de autonomía evolutiva que refleja la ley 26.061 y el nuevo Código Civil.

En el cierre, la asesora de Menores, Elizabeth Ornat se explayó acerca de marcos procesales que intervienen en la práctica concreta del Derecho de Familia.

También expusieron la Presidenta del Consejo de Niñez y Adolescencia, Marta Salcedo; el Defensor General de Niñez, Javier López Maida y la Directora de DINAF, Cecilia Pallucchini.

La titular de DINAF cerró la jornada con un relato acerca de las adecuaciones institucionales que se vienen desarrollando dentro de este proceso de escucha activa que propone el ejercicio de este derecho.

Es por ello, que se trabaja en la modificación de sus propias prácticas y en la generación de los mecanismos formales para que el sentir de los chicos quede registrado y sea tenido en cuenta en todas las instancias de abordaje. Es una obligación y un desafío para el Estado respetar la opinión del niño en todas las decisiones que los afecten de alguna manera.