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El contaminante encontrado en Mendoza no supone riesgo para la salud


El ministro de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales, Guillermo Elizalde, recibió esta tarde el comunicado formal del CONICET en que la doctora Nerina Belén Lana, autora de la investigación sobre el contaminante que estaría presente en Mendoza, explica que la cantidad encontrada en el ambiente “no constituye un riesgo para la salud de los mendocinos”.

Luego de enterarse de la investigación realizada por científicos sobre los retardadores de fuego bromados (BFRs) que se encontrarían tanto en suelo, agua como el aire de Mendoza, Elizalde instruyó ayer rápidamente a todo el equipo de la Dirección de Protección Ambiental en la búsqueda de datos al tiempo de solicitar informes formalmente al CONICET.

La carta enviada esta tarde por Lana, becaria del IANIGLA-CCT-CONICET, al ministro Elizalde, lleva tranquilidad en lo que se refiere a riesgos para la salud. “Los primeros resultados obtenidos en el grupo de investigación reportan el hallazgo de bajas concentraciones de PBDE (un tipo BFRs) en un número reducido de las muestras analizadas. Los niveles hallados se encuentran muy por debajo de los valores reportados en países industrializados y asumimos que en las concentraciones actuales no representan un riesgo para la salud ni el ambiente”, indica Lana en su misiva.

Elizalde mostró su conformidad con la rapidez de respuesta desde el centro de investigaciones en tanto indicó que el gobierno continuará buscando maneras de contrarrestar efectos de la contaminación.

“Los retardadores de llama están en artículos de consumo masivo, sobre todo electrónicos, y justamente hoy hemos dejado habilitado el primer punto limpio de recolección y reciclado que, por sobre todas las cosas, posee un contenedor para electrónicos que dañan el ambiente”, señaló el Ministro.

En el comunicado, el CONICET aclara que los retardadores de llama (BFRs) son “sustancias que se agregan, por razones de seguridad, en algunos tipos de plásticos para disminuir sus propiedades de inflamabilidad y evitar la ignición de los mismos”. Añade además que, debido a sus propiedades físico-químicas, una vez que los BFRs abandonan el polímero se adhieren a partículas atmosféricas que son transportadas por corrientes de aire o agua sin sufrir mayores alteraciones.

“Por esta razón son considerados compuestos ambientales persistentes y de amplia dispersión. Como ejemplo, cabe mencionar que no solo se los puede hallar en cercanías de centros urbanos sino también en áreas remotas, alejadas y con escasa o nula actividad humana lo que demuestra la persistencia y capacidad de acumulación en el ambiente”, indica.

La misiva, remitida expresamente al ministro Elizalde, explica además que la sustancia no está presente sólo en Mendoza sino en todo el mundo, alcanzando lugares tan remotos como la Antártida.

Cabe resaltar que desde el Ministerio de de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales de Mendoza se lleva adelante un amplio abanico de estrategias con vista a la protección del ambiente. La provincia tiene historia en cuidado ambiental y así se evidencia en programas como “Producción más limpia”, donde se trabaja con empresas y bodegas; en las inspecciones habituales  de la DPA sobre posibles focos de conflicto; se está haciendo una fuerte proyección en remediación de basurales con los proyectos GIRSU; y se trabaja con la Agencia de Cambio Climático en varias que abarcan la contaminación ambiental como punto álgido de conflicto.