El Gobierno presentó la guía metodológica para Huella de Carbono al sector Vitivinícola


El Ministerio de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales es uno de los gestores de la Guía Metodológica para la Estimación de la Huella de Carbono en Vino que presentarón en conjunto a la Coviar, el Gobierno de Mendoza y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

Esta guía es la primera intervención sobre este indicador ambiental que se hace a un sector industrial en el país y fue elaborada por el Ministerio de Agroindustria de Mendoza junto al INV, al INTA, la UTN y Bodegas de Argentina con el apoyo de Coviar.

El ministro de Tierras, Ambientes y Recursos Naturales, Guillermo Elizalde, anticipó que esta guía tiene importancia estratégica en el mundo de las exportaciones ya que la Huella de Carbono, sobre la que países industrializados vienen avanzando, podría representar futuras medidas para-arancelarias que impidan el ingreso de productos a otros mercados.

En este marco, tanto el Gobierno Nacional como el Provincial priorizaron la necesidad de trabajar en relación a aquellos indicadores que podrían tener efecto potencial sobre las exportaciones. “Mendoza debe estar preparada para afrontar las nuevas exigencias en materia de cambio climático y también lo que podrían ser posibles trabas al comercio internacional”, señaló Elizalde.

La Huella de Carbono es algo muy reciente y avanza en la lucha por modificar los factores que afectan al Cambio Climático.Sin embargo, se trata de lo que puede convertirse en una de las nuevas demandas impuestas por  países industrializados que termine escondiendo una medida para-arancelaria tendiente a impedir el ingreso de productos a ciertos mercados. 

Qué es la Huella de Carbono en Vino

La Huella de Carbono es un indicador parcial de impactos ambientales, que estima la cantidad de Gases de Efecto Invernadero emitidos a la atmósfera por un producto, una fábrica o una industria en su conjunto.  Considera los seis gases contemplados en el Protocolo de Kyoto cada uno de los cuales produce, en distintos niveles, calentamiento global. Es así que conociendo el gas emitido por una industria determinada se puede estimar su potencial de Calentamiento Global y así expresarlo en toneladas de dióxido de carbono equivalente. 

Es, por lo tanto, una herramienta de gestión ambiental sobre la que se está movilizando el mundo en su búsqueda de frenar el calentamiento global. 

La Guía metodológica para la estimación de la Huella de Carbono en Vino contempla toda la cadena del sector vitivinícola y desarrolla una metodología para inventariar las emisiones de la producción de vino envasado en una botella de vidrio de 750ml, elaborado en Argentina en un determinado año productivo. 

La demanda de conocer la Huella de Carbono  (HC) que provoca la elaboración de un determinado producto, su distribución (por ejemplo al llevar la uva hasta las bodegas) o la industria en su totalidad son impulsadas por países desarrollados bajo el argumento de la protección ambiental. Si bien las medidas vinculadas a la HC no deberían usarse para limitar el acceso a los mercados de países en desarrollo ni constituir una restricción encubierta al comercio internacional, lo cierto es que se lo llama proteccionismo verde y pueden constituir medidas para-arancelarias que perjudican la competitividad en países en desarrollo. 

Teniendo en cuenta esto, la Guía Metodológica para la Huella de Carbono en Vino es la primer política nacional que estima conocer y diagnosticar cómo se trabaja en la Vitivinicultura en este sentido y, de ese modo, establecer estrategias para hacer más eficientes a la industria y, sobre todo, asegurar su competitividad en el mercado internacional. 

Cambio Climático y Vitivinicultura

El cambio climático está incidiendo en distintas realidades productivas del país; la Vitivinicultura no es ajena a esto y tanto la exposición a mayor cantidad de horas sol como las crecientes heladas tardías terminan resultando en pérdidas para los productores. 

El caso de la Industria Vitivinícola, que fue elegida para esta primer Huella de Carbono en Vino, tiene que ver  con su fuerte arraigo en la cultura cuyana que contribuyó al desarrollo de un modelo productivo independiente del modelo impuesto en la Pampa Húmeda o el puerto de Buenos Aires. También que el vino fue elegida bebida nacional el año pasado. 

La guía fue presentada ante la industria durante el desayuno de la Coviar y representa una manera de lograr eficiencia en la cadena vitivinícola, encontrar puntos calientes en la emisión de gas en distintos sectores de la cadena así como la manera de mejorar esa contaminación e ir hacia una producción cada vez más limpia. 

Mendoza fue elegida como sede para las discusiones sobre cambio climático a nivel nacional. Es justamente la Agencia de Cambio Climático del Ministerio de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales la que lleva adelante diagnósticos y estrategias en este sentido.