Finalizó hoy el Encuentro de Cambio Climático


Cuidar el suelo de la desertificación, repensar zonas agrícolas de acuerdo al corrimiento de la frontera climática, tecnificar el riego, alentar el buen uso del agua en los hogares, así como la construcción de viviendas y edificios sustentables, son algunas de las conclusiones  del Encuentro de Cambio Climático desarrollado en Mendoza. 
Más de 400 personas participaron de las dos jornadas del Encuentro de Cambio Climático organizado por el Ministerio de Tierras, Ambiente y Recursos Naturales de Mendoza y que contó con la presencia de destacados conferencistas internacionales y panelistas de todos los ámbitos que precisaron la realidad local, nacional y global.
En el cierre del encuentro, el Ministro Guillermo Elizalde resumió dos días de deliberaciones remarcando que “la dura realidad que hemos visto reflejada no se cambia en un mes ni en un año, pero deben iniciarse acciones urgentes para frenar ciertos problemas y generar otras a largo plazo. Lo que surja, a nivel local o nacional, debe ser considerado como política de Estado”. 
En sus exposiciones, científicos e investigadores del sector académico fueron dibujando una realidad que impactó tanto por los pronósticos futuros, como por lo que ya está afectando al mundo. Luego, cada problemática fue puesta a consideración de los participantes en talleres desde donde surgieron líneas de acción para repensar el futuro de Mendoza y de la región.
Las conclusiones serán presentadas por Elizalde,en la próxima reunión nacional del Consejo Federal del Medio Ambiente ( Cofema) y serán expuestas ante los países de América Latina y el Caribe en setiembre, durante la cumbre de Mendoza.

Conclusiones

Como síntesis del debate se puede destacar la necesidad de que la desertificación sea considerada como emergencia ya que conlleva desastre acumulativo.

En el encuentro se propuso crear un observatorio provincial sobre cambio climático y se puso el acento en la importancia de contar con un Plan de Ordenamiento Territorial para organizar rápidamente el uso del suelo. 
La falta de agua será cada vez más acuciante según los investigadores. Por esto, algunas de las conclusiones apuntaron al fortalecimiento de los consejos de cuenca; a la aplicación de instrumentos económicos que permitan tecnificarse a los pequeños productores y concientizar sobre el uso racional del agua en los hogares. 
El agro y la industria están marcados a nivel mundial como las actividades con mayor cantidad de emanación de CO2. En este sentido, los participantes del encuentro pidieron desarrollar energías alternativas para sustentar la producción y la reactivación de la red ferroviaria para el transporte de alimentos, frutas, verduras y envasados locales.
Se remarcó la posibilidad existente de adelantarse al fenómeno climático, comenzando a reducir los niveles de emisión de gases nocivos, para que al hacerlo en forma paulatina sea socialmente viable. 
Después del debate, quedaron como soluciones posibles el estímulo tributario ( tasas ecológicas); mejor uso del recurso hídrico y construcción de viviendas sustentables (las que utilizan energía solar para calefaccionar e iluminar los ambientes, que cuentan con aislamiento térmico y que son construídas orientadas para una mejor iluminación natural) y el fomento a la producción orgánica y el autoabastecimiento alimenticio mediante huertas familiares. . En tanto, se identificaron como prácticas peligrosas y que requieren de mayor control, el uso de agroquímicos tóxicos.

Una nueva forma de vivir
Rezonificar cultivos fue uno de los aportes que llegó desde el sector científico. De hecho, Margarita Astrálaga anticipaba ayer que el cambio de clima llevará a que regiones que históricamente se han dedicado a la producción de un alimento, tal vez, ya no puedan hacerlo y, en cambio, otras que nunca antes hubieran podido hacerlo en unos años sean los nuevos sectores productivos. 
Los investigadores han dicho que esto requerirá una profunda visión de nuestros recursos como tierra, suelo, agua, clima y repensar estratégicamente cómo continuar desarrollando la economía local. Del mismo modo, las energías llamadas limpias, como la hidroeléctrica y eólica, quedaron como puntos importantes a tener en cuenta. 
En Mendoza, estos dos días se habló de una nueva forma de vida hacia la que tendría que avanzar la humanidad para sobrevivir a los cambios que ya están haciendo daño al planeta. Algunas medidas parecen futuristas como relocalizar grupos urbanos que vivan en zona de riesgo y llevarlos a ambientes rurales; otras son más cercanas como ampliar la red de ciclovías en las ciudades, obligar al uso de transporte público y eléctrico o legislar para restringir los envases descartables.