Hidráulica limpió el colector Blanco Encalada
En una extensión de 1.500 metros, se precisó el trabajo de maquinarias pesadas durante 250 horas.
Una de las tareas fundamentales en las que trabaja la Dirección de Hidráulica es el mantenimiento, desmalezado y control de erosión de la red aluvional de la provincia. Las tareas de desembanque permiten mejorar la funcionalidad de los cauces y prevenir su desborde. De este modo se protegen las propiedades que se encuentran a su vera. En esta oportunidad, con recursos y materiales propios, se invirtieron 250 horas máquina en la limpieza y desembanque del colector aluvional Blanco Encalada.
Este colector actúa como defensa en el piedemonte y, en caso de tormentas o aluviones, detiene el agua y el barro, lo reencauza y deriva a zonas donde el riesgo es menor, para finalmente desembocar en el río Mendoza.
Los canales y acequias que forman parte de la red aluvional del Gran Mendoza pierden su objetivo de drenaje cuando comienzan a disminuir su capacidad de conducir el agua de las tormentas, al ser obstruidos por la sedimentación propia del cauce, por el crecimiento de la vegetación o por los residuos sólidos urbanos que se arrojan en su interior.
La Dirección de Hidráulica de la Provincia realiza tareas para mantener y preservar el buen estado de los cauces aluvionales y, de este modo, mantener una defensa activa en caso de crecidas de agua y lodo.
David Cangealosi, director de Hidráulica, explicó que si se tiene en cuenta la cantidad de diques de atenuación de crecidas y los colectores aluvionales, que hay en Mendoza, puede considerarse que la provincia es una de las más protegidas en esta materia respecto de las demás provincias argentinas. Pero hay zonas como las de Luján de Cuyo que no poseen este nivel de protección, situación que se revertirá al construir el sistema de la Presa Chacras de Coria, que complementará el cinturón de defensa aluvional compuesto por los diques Frías, Maure y Papagayos y los colectores Las Heras, Blanco Encalada y el canal Cacique Guaymallén.
A estas obras de infraestructura se añaden los diques de Papagayos, Frías, San Isidro y Maure, que, con mayor o menor antigüedad y reformas, cumplen con las necesidades de contención aluvional.
