Hoy es el cambio de Guardia de la Bandera de Los Andes


En agosto de 1816, San Martín recibió la noticia que se había declarado la independencia de las provincias unidas y que la bandera blanca y celeste, usada hasta entonces, era el distintivo de la nueva nacionalidad.

La enseña conservaría los colores creados por el general Manuel Belgrano y adoptados por la soberana Asamblea del Año XIII. En la Navidad de ese año, San Martín anunció como sería el inicio de la creación de la bandera y seguido de la concreción de la iniciativa, un grupo de damas se ofreció para ayudar a realizarla.

Las creadoras de la bandera fueron Laureana Ferrari de Olazabal, Mercedes Álvarez de Segura, Margarita Corvalán de Anzorena, Dolores Prats de Huisi y la esposa del general, Remedios de Escalada de San Martín, quienes en pocos días lograron concretar la obra. La bordaron día y noche y el 5 de enero de 1817 fue bendecida en la iglesia Matriz, ubicada en las esquina de la Plaza Mayor.

Juntamente con otras damas recorrieron la ciudad en busca de la tela necesaria. Hasta que por casualidad hallaron la tela perfecta en un comercio de los arrabales de Mendoza, en una callejuela que llamaban “Del Cariño Botao”, en la actual ciudad de Godoy Cruz.

Con la tela blanca y azul cielo se confeccionó la enseña en dos fajas unidas verticalmente. La blanca hacia adentro y la azul cielo hacia fuera. El escudo central tiene los emblemas de las manos unidas, la pica y el gorro de la libertad, coronado por un sol en la parte superior adornado con ramas de laureles.

Cada uno de los elementos que componen la bandera del ejército tienen un significado. Las manos entrelazadas simbolizan la unión fraternal. La pica significa el trabajo. El gorro, emblema de redención y de Libertad. El sol: de unidad nacional. Los laureles son el emblema de victoria. El campo azul representa el cielo sin nubes y el campo blanco el color de la nieve de nuestras montañas, símbolo de la pureza. La pirca de piedra, representa nuestra cordillera.

La enseña fue bendecida por un sacerdote y fue el mismo San Martín quien luego de la bendición, la presento diciendo “¡Soldados, esta es la primera bandera independiente que se ha levantado en América!”.

En 1823 fue colocada en el templo San Francisco y, después del terremoto que azotó a Mendoza en 1861, la bandera fue rescatada de las ruinas para ser reubicada en un salón del palacio de gobierno denominado “Salón de la Bandera”.

Detalles

La bandera posee un metro veinte centímetros de ancho por un metro cuarenta centímetros de largo. Cada una de las fajas blancas posee 69 centímetros y 61 centímetros, la azul-celeste.

Entre 1932 y 1935, la bandera fue colocada en un cuadro estuche y ubicada en el Salón Rojo de la entonces Casa de Gobierno, que estaba frente a la plaza Independencia.

Como la bandera estaba muy deteriorada en la parte que se unía al asta y aún más en el lado opuesto, que se deshacía al contacto de la mano, se le practicaron dos dobladillos en las líneas opuestas y se eliminaron las partes deterioradas, con lo que el Sagrado Símbolo perdió aproximadamente 10 centímetros de largo y 4 centímetros de ancho. Para evitar nuevos deterioros se superpuso una tela de sarga azul.

Al inaugurarse la Casa de Gobierno en 1951, trasladaron la Bandera de los Andes que permaneció en el 4to. piso, hasta que en diciembre de 1992 fue declarada la “Enseña de la Provincia de Mendoza” y se la trasladó al vestíbulo de acceso principal del palacio gubernamental.

Para preservarla se la colocó en una caja de vidrio templado, revestido de mármol blanco, sobre un basamento de granito negro. A la vez, la estructura está contenida en uno de los paneles de granito natural que sirven de muro historial. En este muro se grabaron las reseñas de la confección de la Bandera de los Andes y su valor en la gesta sanmartiniana. Además, se estableció un perímetro en torno de la estructura con cadenas de bronce fundido.

Conservación

Durante el 2011 se llevo a cabo un minucioso trabajo de conservación que contó con la presencia de especialistas argentinas de reconocida trayectoria quienes luego de realizar un relevamiento de su estado y documentar técnicamente los materiales y el tipo de tejido con el cual está confeccionada, consolidaron no sólo los deterioros y las áreas frágiles, sino también de realizar una limpieza.

Una vez finalizados los trabajos, la Bandera del Ejército de Los Andes fue puesta en un sistema rígido de exhibición que permite ser monitoreada por un termohigrómetro (aparato destinado a determinar el clima ambiental, la temperatura superficial de paredes y productos simultáneamente por medio del sensor de temperatura externo que lleva consigo).

Otro beneficio de este nuevo sistema de exhibición facilita que cuando tenga que ser trasladada, no tenga que ser tocado el textil, sino que podrá manipularse a través de una superficie que estará forrada adecuadamente.

En la actualidad, existe en el lugar una iluminación especial y un sistema de alarma y de protección ambiental contra la luz solar para proteger su género y una guardia de honor durante las 24 horas, a cargo de cuatro soldados históricos que pertenecen al Regimiento de Infantería de Montaña 11 “General las Heras” de Tupungato.