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Iniciaron la tarea de conservación de la Bandera de Los Andes


Con la participación de una empresa de vidrios pudo comprobarse el estado de la tela, que se colocó en una bandeja para ser trasladada al séptimo piso de la Casa de Gobierno. Participó personal de Seguridad, de Patrimonio, de Infraestructura y de Gobierno.

La intención era monitorear el termohigrómetro (aparato destinado a determinar el clima ambiental, la temperatura superficial de paredes y productos simultáneamente por medio del sensor de temperatura externo que lleva consigo).

La experta Patricia Lissa es conservadora y restauradora de Colección de Textiles del Museo Casa Isaac Fernández Blanco, quien además tiene a cargo la conservación de Vestuario y Textiles en el Museo del Cine Hicken.

Lissa es licenciada en Museología de la Universidad del Museo Social Argentino con posgrado en Estocolmo, Suecia. Actualmente es titular de la cátedra de Conservación de Textiles de la carrera de Restauración de Bienes Culturales de la Universidad del Museo Social Argentino. También es miembro del Comité Chileno de Conservación Textil.

Ivana Rigacci y Noelia Gáname también integran el equipo que trabajará en la conservación de la Bandera del Ejercito de Los Andes, hasta el 28 de noviembre.

Etapas de la conservación

La bandera será objeto de un trabajo minucioso para llevar adelante las etapas de documentación e identificación, limpieza y consolidación de áreas frágiles.

Esta etapa se realizará en un ambiente cerrado con buena iluminación y que permita el resguardo de la histórica bandera, mientras dure el proceso de intervención.

Patricia Lissa expresó: “Tenemos la intención de hacer un buen relevamiento; documentar técnicamente de qué material está hecha; cuál es el tipo de tejido; consolidar los deterioros y cambiar el sistema de exhibición, ya que actualmente se encuentra sobre un soporte blando lo que dificultaba poder moverla”.

Además, anunció que “una vez finalizados los trabajos, la bandera será puesta en un sistema rígido de exhibición que permita que cuando tenga que ser trasladada, no tenga que ser tocado el textil, sino que podrá manipularse a través de una superficie que estará forrada adecuadamente”.

La tarea es responsabilidad del Ministerio de Infraestructura y de la Dirección de Patrimonio Cultural y la custodia es siempre realizada por los granaderos del Regimiento 11 de Infantería, con asiento en Tupungato.

La bandera bordada en 1817

El general San Martín estaba finalizando la organización del Ejército de los Andes cuando recibió la comunicación oficial de la declaración de la Independencia de las Provincias Unidas. El Libertador entendió que sus tropas debían tener un estandarte propio. En la cena de navidad de 1816, San Martín desafió a su esposa y cuatro amigas a confeccionar una bandera antes del 5 de enero. La tela la compraron en una callejuela que llamaban “Del Cariño Botao”, muy cerca de San Vicente, hoy Godoy Cruz.

La bordaron día y noche y el 5 de enero de 1817 fue bendecida en la iglesia Matriz, ubicada en las esquina de la Plaza Mayor. En la oportunidad, San Martín ofreció a la virgen del Carmen su bastón de mando.

San Martín se aproximó hasta la imagen de la virgen y le depositó en su mano derecha su bastón de mando; luego avanzó hasta el borde del palco y, con voz conmovida pero profunda y clara, pronunció las siguientes palabras: “Soldados: esta es la primera bandera independiente que se ha levantado en América”.

Detalles

La bandera posee un metro veinte centímetros de ancho por un metro cuarenta centímetros de largo. Cada una de las fajas blancas posee 69 centímetros y 61 centímetros, la azul-celeste.

Entre 1932 y 1935, la bandera fue colocada en un cuadro estuche y la ubicaron en el Salón Rojo de la entonces Casa de Gobierno, que estaba frente a la plaza Independencia.

Como la bandera está muy deteriorada en la parte que se unía al asta y aún más en el lado opuesto, que se deshacía al contacto de la mano, se le practicaron dos dobladillos en las líneas opuestas y se eliminaron las partes deterioradas, con lo que el Sagrado Símbolo perdió aproximadamente 10 centímetros de largo y 4 centímetros de ancho. Para evitar nuevos deterioros se superpuso una tela de sarga azul.

Al inaugurarse la Casa de Gobierno en 1951, trasladaron la Bandera de los Andes que permaneció en el 4to. piso, hasta que en diciembre de 1992 fue declarada la “Enseña de la Provincia de Mendoza” y se la trasladó al vestíbulo de acceso principal del palacio gubernamental.

Para preservarla se la colocó en una caja de vidrio templado, revestido de mármol blanco, sobre un basamento de granito negro. A la vez, la estructura está contenida en uno de los paneles de granito natural que sirven de muro historial. En este muro se grabaron las reseñas de la confección de la Bandera de los Andes y su valor en la gesta sanmartiniana. Existe en el lugar una iluminación especial y un sistema de alarma y de protección ambiental contra la luz solar para proteger su género.

Con cadenas de bronce fundido se estableció un perímetro en torno de la estructura.

Tiene una guardia de honor durante las 24 horas, a cargo de cuatro granaderos que pertenecen al Regimiento de Infantería de Montaña 11 “General las Heras” de Tupungato.

El grupo de expertos y funcionarios al momento de quitar el vidrio que cubría al histórica Bandera de Los Andes.

Edición: Sandra Pizarro