La presidenta de la OMEP destacó la importancia de invertir en capital humano


En su visita a Mendoza, la presidenta de la Organización Mundial para la Educación Preescolar, Mercedes Mayol Lassalle, destacó la importancia de garantizar a cada niño y niña una atención y educación equitativa, inclusiva y de calidad, beneficiando su desarrollo pleno.

Este viernes, la presidenta de la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP), Mercedes Mayol Lassalle, expuso sobre la importancia de la inversión en Primera infancia para el desarrollo y destacó la importancia de garantizar a cada niño y niña una atención y educación equitativa, inclusiva y de calidad, beneficiando su desarrollo pleno. 

“Tenemos que velar por el presente y el futuro de las primeras infancias en el país, en la provincia y en el mundo. Los niños pequeños, ya sabemos que están pasándola muy mal, hay un gran aumento de la pobreza. La mayor parte de las familias que tienen niños son los más pobres y por eso también hay una imposibilidad de gozar de los derechos, derechos básicos a la educación, al cuidado, al juego, a la cultura”. 

 “Lo fundamental es poder recibir a los nuevos en este mundo de una manera cariñosa, amigable e inteligente y poder entonces garantizarles su derecho a la educación, al desarrollo, al cuidado, realmente al desarrollo pleno. Las infancias tienen que pasar una vida mejor hoy en día, pero también tenemos que pensar en lo que va a pasar en nuestro país, ellos son el presente y son el futuro de nuestro país”.

La inversión en primera infancia: la llave maestra del crecimiento sostenible

“En ocasiones se piensa en el gasto en la primera infancia en condición de vulnerabilidad como una política social, un gasto para combatir la pobreza y la desigualdad. La realidad es que es mucho más que eso: es una inversión en todo el sentido de la palabra. Y no cualquier inversión, sino una inversión con rentabilidades extraordinarias y el potencial de cambiar la cara de una sociedad”, explicó, por su parte, el director de Inversión Pública, Rodolfo Correa Becker.

“La persona responsable en mostrar la evidencia que sustenta a los programas de primera infancia en situación de vulnerabilidad como una inversión extraordinaria es el Nobel de Economía James Heckman. Se realizaron estudios por más de 40 años que dieron resultados robustos y contundentes. Mostraron un retorno anual que duplica y triplica al de las inversiones convencionales con ganancias entre 7 y 12 veces el valor invertido. Valores que competirían directamente con inversiones como Vaca Muerta”, agregó

 Es por esto que, para Rodolfo, “esta inversión tiene una característica adicional que la hace única y es que simultáneamente disminuye la desigualdad, a la vez que aumenta el crecimiento. Es ampliamente sabido que en la mayoría de las inversiones convencionales en infraestructura suele existir un intercambio entre crecimiento y desigualdad en el corto plazo. Esa disyuntiva acá no existe”.

“Los beneficios mencionados, que fueron cuantificados, provienen de las áreas de salud, educación, seguridad (reducción de criminalidad) y liberación de tiempo a las familias para el mercado laboral. Estos beneficios perduran en el tiempo y han demostrado ser intergeneracionales: años después, los hijos de esos niños/as pudieron contar con una niñez enriquecida”, detalló.

“Pocas inversiones, si es que alguna, tienen el efecto donde un mismo peso invertido trae beneficios en un número tan amplio de dimensiones: salud, seguridad, educación, desigualdad, género y empleo”, concluyó el director de Inversión Pública.