Mendoza fue elegida por científicos que buscan retrasar el Alzheimer


Mediante un acuerdo entre la Universidad de Buenos Aiers (UBA) y Salud, nuestra provincia participará en el proceso de producción de conocimiento que busca evitar uno de los flagelos más fuertes del siglo XXI. Se tomarán muestras de saliva a 120 adultos mayores.

El subsecretario de Salud, Oscar Sagás; la subsecretaria de Desarrollo Social, Marcela Fernández; el director de Atención Adultos Mayores, Aldo Sáez, y el director del Departamento de Psiquiatría  y Salud Mental  de la Facultad de Medicina de la UBA, Luis Brusco, firmaron un acta compromiso para llevar a cabo el análisis de adultos mayores residentes en hogares dependientes de la Dirección de Atención Adultos Mayores para estudiar la enfermedad de Alzheimer.

El Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes tiene 28 residencias (minihogares y macrohogares) en donde se albergan más de 200 adultos mayores. Para la investigación tomarán muestras de saliva a 120 personas al azar. Previamente se elaborará un protocolo científico que estará supervisado por la Dirección de Investigación, Ciencia y Técnica (DICyT). El estudio se realizará durante meses y cada persona tendrá su historia clínica y seguimiento adecuado. “Esta investigación se realizará mediante consentimientos informados de los adultos mayores y sus familias”, subrayó el titular de Adultos Mayores.

El programa científico se denomina Desarrollo de Investigación Biomédica para la obtención de muestras biológicas para el estudio de biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer, y la generación de bancos de material biológicos y genéticos en sujetos enrolados en el programa de medicina traslacional.

Con esta investigación se busca detectar preventivamente la población de riesgo para esta enfermedad, que es uno de los flagelos más fuertes  del siglo XXI. El Alzheimer es la enfermedad más discapacitante de todas las enfermedades crónicas, que además multiplican por diez el gasto en salud.

El doctor Brusco sostuvo que “las proteínas que se depositan en el cerebro que luego se acumulan anormalmente y provocan la enfermedad se depositan treinta años antes de que esta comience. Es por eso que es importante estudiar las características genéticas de cada región y ver la predisposición, ya que hay zonas que tienen más riesgos que otras. Así, se podrán tomar decisiones para realizar acciones operativas. Esto sería posible porque si hay pacientes con genoma de riesgo, se pueden proponer instancias preventivas, pues existen factores modificables. El tratamiento no es farmacológico, el tratamiento es atención primaria. Es evitar que venga la enfermedad”.

En este momento, 600 mil personas en Argentina tienen Alzheimer. Si se retrasa el comienzo de la enfermedad a cinco años, la cantidad de pacientes bajaría a la mitad. Y si se retrasara a diez años, bajaría a un cuarto.