OSEP lanzó campaña de prevención de ACV


Con la presencia de autoridades de la Obra Social de Empleados Públicos (OSEP)y del Hospital del Carmen, se lanzó la campaña para prevenir accidentes cerebrovasculares .

En Argentina ocurre un ACV cada cuatro minutos y constituye la principal causa de discapacidad en adultos y la segunda de muerte. Por lo que es de vital importancia que la población esté preparada para prevenir (disminuyendo factores de riesgo), reconocer los síntomas de un ACV y actuar inmediatamente para procurarle en forma urgente la asistencia médica necesaria al paciente.

En la presentación de la campaña, la mesa académica estuvo conformada por el director de la Obra Social, Alberto Recabarren, el director de Atención a la Salud, Raúl Ceverino y el jefe de Neurología del Hospital del Carmen, Miguel Daffra.

Primera causa de discapacidad
El ataque cerebral, accidente cerebrovascular (ACV) es la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en Argentina.

En el caso del ACV isquémico (el más frecuente), la pérdida del flujo sanguíneo determina que las células nerviosas (neuronas) queden sin oxígeno y puedan dañarse hasta debilitarse o morir. A raíz de esta situación dejan de funcionar determinadas partes afectadas del cerebro provocando, por ejemplo, trastornos en el habla, debilidad en algún miembro o pérdida de conocimiento. Una vez que las neuronas han muerto, no se vuelven a formar, por lo que los síntomas son, a menudo, permanentes.

Dos de cada tres ataques se dan en personas mayores de 65 años, pero puede darse a cualquier edad, inclusive en niños y hasta en bebés.

¿Cómo reconocer un ACV?

El ACV es una emergencia que requiere atención médica inmediata.

La consulta debe realizarse dentro de las tres primeras horas de aparecidos cualquiera de los siguientes síntomas:

-Debilidad o imposibilidad para movilizar alguna parte o lado del cuerpo como cara, brazo, mano, pierna.

-Trastornos para hablar.
· Dificultad para entender.
· Confusión.
· Mareos, pérdida de equilibrio.
· Dificultad en la coordinación.
· Problemas para ver con uno o los dos ojos de comienzo brusco.
· Dolor de cabeza muy intenso y de comienzo súbito.

¿Cómo actuar ante un ACV?

En caso de detectar algunos de los síntomas mencionados:
Acostar a la persona afectada sobre uno de sus costados para evitar que se caiga o ahogue con vómito o saliva. Llamar inmediatamente al servicio de emergencias. Recuerde que es una urgencia y que requiere atención médica rápida.

No administrar ningún tipo de medicación al paciente ni siquiera para bajar la presión arterial, que es esperable que en ese momento esté elevada. Cualquier medicamento puede empeorar el cuadro.

Si la persona afectada es diabética se debe controlar su nivel de azúcar. Si es menor a 80 mg/dl administrar alimentos o bebida azucaradas, siempre y cuando esté despierto, sentado y no se ahogue al ingerirla.

Debe llamar a su servicio de emergencia aunque desaparezcan los síntomas.

Factores de riesgo

Las personas más expuestas a padecer un ACV son las que tienen factores de riesgo cardiovascular:

· Hipertensión arterial
· Tabaquismo
· Diabetes mellitus
· Hipercolesterolemia
· Obesidad
· Estrés
· Sedentarismo

El Hospital del Carmen:
La primera Unidad de ataque de ACV de Cuyo

“Si tomásemos conciencia que literalmente cada 4 minutos una persona sufre un ataque cerebral en nuestro país. Si conociéramos los síntomas que orientan las posibilidades hacia ese cuadro y actuáramos rápidamente en consecuencia, evitaríamos las grandes secuelas invalidantes, discapacidad y muerte”.

Así lo afirmó el doctor Marcos Graña, subdirector del Hospital del Carmen, donde funciona la primera Unidad de Ataque Cerebral creada en Mendoza y la región Cuyana.

Para el profesional de OSEP, la consulta médica inmediata reduce riesgos y permite, si la persona reúne las características médicas específicas, incorporar un tratamiento farmacológico especial que anula o reduce las consecuencias de esta enfermedad, cuyos síntomas más comunes están relacionados con la pérdida de visión o el adormecimiento de un brazo o una pierna.

Una puerta hacia la vida

Si desde el “Triage de guardia” del Hospital del Carmen el enfermero a cargo, alerta sobre el ingreso de un “código  rojo”, paciente con posibilidad de ataque cerebral, detrás de la puerta de la sala de espera se moviliza el grupo de profesionales que integran la Unidad de Ataque Cerebrovascular del que forman parte neurólogos, médicos terapistas, neurocirujanos especialistas en tomografía, fonoaudiólogos, kinesiólogos, enfermeros y administrativos. Todos están especialmente capacitados para captar en forma precoz a las personas que padecen un ataque cerebral agudo con el fin de realizar lo más rápidamente posible el diagnóstico certero y tratamiento correspondiente y así poder disminuir tanto la mortalidad como las secuelas físicas y psicológicas del enfermo.

Ya ingresado, al paciente se le realizará en el mismo hospital y de forma inmediata una tomografía axial computada de cerebro, utilizando para ello el tomógrafo de última generación que posee la obra social. Con este estudio se determinará el tipo de ataque cerebral (isquémico o hemorrágico) y su severidad.

Según el diagnóstico y teniendo en cuenta otros factores como la edad del paciente, estado de salud y tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas, será el tipo de medicación que se le administrará para intentar revertir el ataque cerebral o minimizar sus secuelas.

En algunos casos es posible administrar una medicación llamada r-tPA (plasminógeno tisular recombinante humano) que permite recanalizar la arteria ocluida en caso de ataque cerebral isquémico, siempre que no posea contraindicaciones y esté dentro de las 4,5 primeras horas del comienzo del cuadro.

La perspectiva en una gran parte de los pacientes es sumamente alentadora. Por ejemplo aquellos que arribaron con afasia global (mudez) en el lapso de media hora a 45 minutos de administrado el fármaco ya pueden hablar.