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Por primera vez el Hospital Central operó con éxito a dos adultos con sordera profunda


El Hospital Central realizó las dos primeras intervenciones quirúrgicas a adultos con hipoacusia profunda, donde el audífono ya no es útil para desempeñarse normalmente y pudieron recuperar el sentido del oído.

El costo de la cirugía bastante alto, el aparato cuesta 20.000 dólares, pero cuando se realizan en instituciones públicas lo provee el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Estas cirugías están en el marco de un programa nacional de cirugías de alta complejidad, llamado APE (Administración de Programas Especiales).

Uno de cada mil nacidos con problemas auditivos severos, es decir sordera profunda, y si bien estas cirugías se efectúan en el Hospital Notti desde el 2000, pero en adultos son las primeras en realizarse en un hospital público.

El Ministerio de Salud trabaja en acciones de salud pública con pacientes con hipoacusia profunda y en los últimos años han surgido avances tecnológicos que permiten mejorar la calidad de vida de los mismos. Una de ellas es lo que se llama implante coclear, la misma es una cirugía para recuperar la audición en pacientes que padecen sordera profunda uni o bilateral, para lo cual se efectúa una cirugía otológica donde se coloca un equipo dentro del oído interno y otro aparato externo semejante a un audífono común. La finalidad es reemplazar el oído interno por este equipo electrónico y transmitir las señales eléctricas y auditivas a la corteza cerebral.

El director del Hospital Central, Gustavo Peroné, destacó que la institución fue reconocida como prestador de referencia en trasplante coclear durante el Congreso Iberoamericano de Fonoaudiología realizado en Buenos Aires el pasado mes de mayo.

La cirugía de transporte coclear comenzó a realizarse a nivel mundial hace 50 años y tiene una efectividad muy alta, ya que le permite al paciente recuperar el oído completamente, y el 13 de abril se realizó por primera vez esta cirugía en adultos en Mendoza.

En la intervención trabajó un equipo interdisciplinario compuesto por el doctor Simionato Arnaldo, la licenciada Mónica Almeyda, la asistente social María Cristina Amitrano, la psicóloga María Paula Marín y la terapeuta Gloria Carvallo. En las próximas cirugías se incorporará la genetista Susana Pavón.

La Provincia atiende mensualmente personas con sordera profunda, que representan el 20% del total de pacientes con problemas auditivos. Tras los análisis correspondientes se determina quiénes son aptos para un implante.

La selección es muy minuciosa e influyen muchos factores, entre ellos que el audífono que tiene colocado el paciente ya no sirva, que tenga lengua oral, apoyo familiar, ente otros puntos determinantes.

Los dos pacientes fueron operados el mismo día (13 de abril) y uno de los pacientes de implante coclear fue un Sergio Cuello, de 30 años, que presentaba una sordera profunda de nacimiento pero que no tenía problemas en sus cuerdas vocales (lengua oral).

Tras la operación que le hizo escuchar por primera vez en su vida, Sergio relató con mucha emoción cómo fue que oyó el ladrido de su perro, y que, tras ser implantado hace un mes, ya comenzó a identificar sonidos de las palabras, ya que el proceso de recuperación implica procesos mentales complejos.

El segundo trasplante se le efectuó a Carlos Arando, de 50 años, que presentaba trastornos en el oído medio.

Cómo funciona el trasplante coclear

Los trastornos auditivos pueden producirse por problemas de nacimiento o adquiridos, por lo que la cirugía se efectúa cuando el audífono común no tiene rendimiento adecuado para que el paciente pueda desarrollarse socialmente de manera normal.

“Esta intervención requiere de un equipo multidisciplinario de especialistas en otorrinolaringología, fonoaudiólogos, psicólogos, terapeutas del lenguaje, asistentes sociales porque es un proceso que comienza con la detección del hipoacúsico, pero luego de la cirugía es fundamental una rehabilitación exhaustiva” aseguró el doctor Simionato.

“El aparato que se incorpora en la intervención se usa toda la vida, se controla una a dos veces al año, se lo puede extraer, la persona puede realizar actividades totalmente normales. El tiempo de rehabilitación es diferente en adultos que en niños, por ejemplo un niño a los cuatro años de implantado tiene una vida absolutamente normal, en tanto en adultos el desafío es mucho mayor, hay que reeducarlos pero debe tener previamente un entrenamiento auditivo” destaco el profesional.

También así lo expresó Mónica Almeida, responsable de la programación del implante: “Después de la cirugía comienza la rehabilitación de implantados, proceso que es fundamental para obtener resultados. Este periodo es muy breve, con lo cual se debe trabajar en forma rápida con estímulos, trabajo que se realiza con una terapeuta del lenguaje. Así también en esta etapa se cuenta con una psicóloga que contiene a los pacientes, controla la ansiedad que este proceso les genera, ya que es un mundo nuevo para la persona que debe aprender a vivir, a escuchar, por eso la presencia y asistencia de los profesionales es fundamental. La tarea de nuestro equipó es lograr la reinserción social y laboral del adulto”.

También el equipo del Hospital Central trabaja en otro proyecto para ayudar a los pacientes con trastornos de audición en los que tampoco se puede utilizar el audífono, como por ejemplo aquellos que presentan malformaciones. En esos casos se coloca un aparato externo anclado al hueso del oído que se llama BAHA.

El BAHA es un audífono que se conecta a un implante pequeño de titanio que se coloca en el hueso del cráneo detrás de la oreja, y que transmite las vibraciones a través del hueso del cráneo al oído interno.