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Prevención en los cauces: Irrigación e Hidráulica coordinan acciones preventivas


Una de las características diferenciales de Mendoza es su extenso sistema de canales de riego y acequias, encargadas de trasladar el agua desde los cauces y diques de alta montaña, hasta donde sea necesario. Sin embargo, en las últimas décadas, estos conductos se han transformado en receptores de basura, impidiendo la circulación normal del recurso hídrico.

Por esta razón, los equipos de Hidráulica y el Departamento General de Irrigación realizaron una reunión de trabajo. Al encuentro asistió el superintendente General de Irrigación, José Luis Alvarez; el director de Hidráulica, Marcelo Toledo; e inspectores de Cauce del río Mendoza. Dialogaron sobre la necesidad de realizar tareas preventivas con el objetivo de lograr una adecuada conducción del recurso.

Desde hace tiempo, ambos organismos trabajan de manera coordinada en el mantenimiento, limpieza y reparación de cauces. Esta tarea es fundamental para asegurar la calidad del agua y, a su vez, evitar el colapso de los canales ante posibles crecidas o fenómenos climáticos, como el sucedido en Buenos Aires y La Plata.

José Luis Alvarez, afirmó que “en un año de gestión ya hemos limpiado 300 km de canales, retirando basura suficiente para llenar el estadio Malvinas Argentinas. Además, pone en riesgo la salud, porque los canales y cauces a los que la gente arroja basura, son los que se utilizan para regar los alimentos que llegan a los hogares”.

Por su parte, Toledo aseguró que “de suceder un temporal en Mendoza tendría consecuencias muy severas. La precipitación máxima probable (PMP) que puede haber en nuestra provincia es de 160mm en la hora, según un estudio científico que hicimos para la presa Chacras de Coria. Los registros máximos que hubo en el siglo XX fueron de 110mm en la hora, en el año1970, cuando se rompió la presa Frías y tuvimos 24 muertos”.

El hecho de que la red de drenaje provincial (acequias) sirva de basurero, provoca derrames de agua en las calles, inundándolas, no sólo de agua, sino también de los residuos estancados.  Esta situación es aún más complicada para aquellos barrios nuevos, que han sido construidos en donde antes había fincas, porque se encuentran por debajo del nivel normal de escurrimiento.

El trabajo coordinado entre Irrigación, Hidráulica y los municipios provinciales no es sólo con el fin de mantener, limpiar o reparar cauces, sino también para elaborar un plan preventivo en caso de fenómenos climáticos hídricos. De esta forma  se pueden realizar grandes obras de gestión del recurso hídrico y amortiguar el efecto de posibles catástrofes.