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Programa de Coros y Orquestas: cómo la música atraviesa diversas historias de vida


La iniciativa, que lleva adelante la Dirección General de Escuelas desde
2009 en nuestra provincia, pretende promover la enseñanza musical, la
cultura y la generación de oportunidades.

El Programa de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles de Mendoza,
perteneciente a la Dirección de Acompañamiento Escolar (DAE), de la
Dirección General de Escuelas, trabaja desde 2009 en toda la provincia de
Mendoza.

Con el objetivo de promover la enseñanza musical, la cultura y la
generación de oportunidades, es el instrumento por excelencia para
cambiar las trayectorias escolares y brindar sentido de pertenencia y
protagonismo a los niños y adolescentes.

Escuelas rurales, alejadas, inmersas en diversas situaciones y
realidades, tienen un espacio en su interior destinado a la música,
instrumentos, ensayos y conciertos como puente para que nazcan
pasiones y se despierten talentos. El programa trabaja tanto en Nivel Inicial como en Nivel Secundario, en modalidades Normal y Especial.

De entre tantas instituciones educativas, estudiantes y docentes involucrados, Camila Cuello, exalumna de la Escuela César Milsten, de Lavalle, docente monitora de una orquesta en el mismo establecimiento y
actual estudiante de Artes en la Universidad Nacional de Cuyo, destaca
que el Programa de Coros y Orquestas no solo fortalece la trayectoria
escolar sino que “la música genera mucha disciplina, al impactar no solo
en el estudio del instrumento sino también en muchos aspectos de la
vida”.

Cuello tuvo contacto con algunos instrumentos en Nivel Primario, pero fue
en la Escuela Milstein donde descubrió el chelo, para convertirse en una
gran chelista. Acompañados siempre por los profesores y directores de
orquesta, los estudiantes que cuentan con tal iniciativa en su escuela se
ven atravesados por salidas culturales, conciertos, encuentros con otros
músicos.

Camila recuerda como alumna su participación en una serie de pequeños
conciertos de cámara brindados en el Hotel Hyatt junto a dos
compañeros de orquesta. “Teníamos un repertorio hermoso de canciones
de rock nacional, de autores como Fito Páez, Spinetta, Cerati y otros más.
Éramos Brenda, Juan Carlos, Marcelo -que era nuestro director- y yo”.

De entre las experiencias vividas, Cuello no olvida su participación en el
Encuentro Mercosur 2023, en Buenos Aires, donde la Orquesta y el Coro
Juvenil ofrecieron un concierto para el cierre de la Reunión de Ministros
de Educación del Mercosur en el Salón de Actos de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Buenos Aires. “Yo disfruto muchísimo ese
tipo de encuentros. Me encanta levantarme, desayunar y ensayar por
horas. El repertorio era hermoso, la gente también. Conocí Buenos Aires,
que era un lugar un poco alejado de lo que yo o mi familia podríamos
permitirnos visitar. Para mí siempre es enriquecedor todo tipo de
encuentro musical”, detalló la ahora chelista.

En esa reunión de representantes en Educación del Mercosur participó
también Darío Lucero, egresado de la Escuela Emaús, de Godoy Cruz, e
intérprete del oboe. Lucero, quien perteneció a la orquesta de su escuela
durante la secundaria, recibió su oboe de una forma bastante especial
porque “viene de un oboísta francés, un capo el hombre ese”, cuenta
Darío. Se trató de una donación. Más tarde, una luthier de Buenos Aires lo desarmó, lo limpió y lo dejó en excelente estado.

En Nivel Primario se encuentran pequeños concertistas y músicos, entre
ellos Ariel Solís. Hijo de contratistas de finca, entró hace dos años a la
orquesta de la Escuela Simón Chávez, también de Lavalle, y se destacó no
solo por su habilidad para tocar el chelo sino también por su “constancia
y alta tolerancia a la frustración”, asegura su profesor de orquesta, Pablo
Cáceres, gran motivador y maestro del programa.

“Es él y el chelo, puede estar tres horas tocando el instrumento, fácil y
tranquilamente”, cuenta Cáceres. Su encuentro con la música incluso lo
ayudó a disfrutar y sentirse más a gusto en la escuela como tal, al contar
no solo con la enseñanza tradicional sino también con una pasión.

El director de la orquesta no dudó en comentarle a la madre del joven
chelista sobre su habilidad, incentivándola a sumar a su hijo al programa
del preparatorio de la Universidad Nacional de Cuyo para chicos y chicas
que aún asisten al colegio pero que ya se encaminan al mundo de la
música.

La familia, instalada en el distrito El Vergel, en una finca de ajo, se
comprometió con la situación y con acercar a Ariel a la universidad para
que pueda tomar las clases. Así, hace unas semanas fue inscripto a la
universidad y se encuentra rindiendo los ingresos.

La música brinda oportunidades y abre caminos. En palabras Camila
Cuello, “el programa es maravilloso. Abre puertas inimaginables, te hace
conocer lugares impensados, gente de otros lados, creo que es esencial,
principalmente para la cultura”.