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Reciclaje: pequeños productores de Tunuyán juntaron 5000 envases vacíos de Agroquímicos


Tres toneladas de envases vacíos de agroquímicos aportados por pequeños productores de Tunuyán serán compactados y luego reciclados, destinando un porcentaje de su reutilización a entidades como CONIN y la Fundación del Hospital Notti, entre otras.

Oscar Astorga, responsable del programa Agrolimpio de ISCAMEN, expresó la importancia de la labor, ya que “el cargamento se completó sólo con el aporte de pequeños productores de Tunuyán”. Asimismo, resaltó que “el objetivo es potenciar las  acciones, con el propósito de reducir los riegos que estos envases puedan implicar para la salud de la población y el medio ambiente”.

En consecuencia, es destacable la “sinergia entre el sector público, a través del Convenio de Cooperación Técnica, y el sector privado por medio de las Cámaras de Agroquímicos  y la industria Plástica”, afirmó Astorga.

 “Esta tarea, realizada  junto al ISCAMEN, es un compromiso que asumimos en el cuidado del medio ambiente, siendo el propósito fundamental evitar la contaminación de los  cauces de agua”, enfatizó el intendente de Tunuyán Martín Aveiro. El mismo destacó el avance que esto significa ya que “antiguamente estos envases quedaban diseminados en el campo,  constituyendo un riesgo de contaminación”.

Asimismo, se anunció para el año entrante, la construcción de un centro de acopio y compacto que abastecerá la demanda de los productores del Valle de Uco.

Agrolimpio

El programa Agrolimpio que lleva adelante el ISCAMEN desde el año 2004,  comienza en la descontaminación de los envases por parte de los productores, a través de la técnica del triple lavado de los mismos y su entrega en centros de acopio. Posteriormente, son retirados por personal de ISCAMEN,  para ser compactados y trasportados a la industria plástica, para su reciclaje y reutilización. El producto económico que se obtiene del reciclado de estos envases es destinado a entidades no gubernamentales como CONIN, Fundación del Hospital Notti,  FUNDACER y otras. De esta forma se logra transformar un residuo agrícola, en un producto cuya comercialización genera un bien social.