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Seguridad tomó posición frente a los "linchamientos" que se han producido en algunas ciudades del país


En el marco de los hechos de violencia social que se han producido en diferentes ciudades del país, Alejandro Gil, subsecretario de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Seguridad, explicó que los mismos deben ser calificados como delitos y no como casos de "ajusticiamiento".

“Hay que dejar en claro que hay una confusión semántica, porque estos hechos no son "ajusticiamientos", son homicidios doblemente agravados”, afirmó el funcionario. Al tiempo que resaltó: “El término ajusticiamiento no es correcto, porque no es justicia la que se está ejerciendo. Quien participa en ellos es un vengador, un inadaptado social y la mayoría de la gente lo entiende de esa manera”.

Si bien en Mendoza no han ocurrido “linchamientos”, el funcionario que conduce la subsecretaría que genera vínculos con la comunidad, apuntó que desde su área viene trabajando en capacitación, en las escuelas, formando en valores, porque “el sistema no está para generar venganza. El sistema debe proveer justicia”.

Bajo la consigna de disminuir la violencia social, esta dependencia realiza en forma permanente reuniones con los vecinos, desarrolla el programa “Crecer Juntos”, que hace hincapié en la prevención y en el accionar en casos como estos. Trabaja cotidianamente para consolidar los lazos pero también desarrolla programas que buscan prevenir conductas agresivas, generar pautas comportamentales no agresivas, entendiendo como agresión todas aquellas prácticas de violencia, discriminación etc., que tienden a naturalizarse en las sociedades modernas.

Desde el Ministerio de Seguridad se emprenden acciones orientadas a profundizar estrategias de prevención y conflictos sociales.  Se trabaja en el respeto y la tolerancia como pilares de enseñanza, la convivencia democrática, libertad, solidaridad y respeto al prójimo, con el fin de reducir los riesgos generados por los procesos de vulnerabilidad social.

Con el conocimiento que le da el desarrollo de estas temáticas y con experiencia en el terreno social,  la subsecretaría plantea afrontar la conyuntura que está viviendo nuestro país invitando a cada ciudadano a preguntarse "¿Qué puedo hacer y qué no? ¿Cuál es el límite? porque las personas no deben poner en riesgo su vida, ni la de un vecino, ni la de nadie".

Para finalizar, Gil explicó: “Por un intento de hurto la gente no puede tener una reacción inusitada, desmedida e inhumana que automáticamente condene a muerte a un ser humano".

Respecto a los límites, el funcionario aclaró: "La detención ciudadana es el límite de la legalidad. No cuando se pone en riesgo la vida, ni la mía ni la de otra persona. Es lícito inmovilizar (a alguien) hasta que llegue la Policía, pero más allá de la bronca, no se puede golpear al presunto delincuente, ni insultarlo”, comentó.