Aguas rítmicas y danzantes
La Ciudad de Mendoza fue diseñada en base a un plano de 64 manzanas y cinco plazas equidistantes.
Las plazas España, Chile, San Martín e Italia, poseen sus atractivos particulares y conforman un damero citadino.
En tanto, la Plaza Independencia se ubica al centro y dada su mayor dimensión, representa simbólicamente el corazón de la ciudad.
La particularidad de estos espacios públicos está dada por el aporte verde al clima árido, conformando un notable entramado urbano que en su conjunto dan idea de un oasis, con impacto real en la calidad de vida de sus habitantes.
El agua en Mendoza es un bien muy preciado que fue honrado desde nuestros antepasados. Al día de hoy, cumple un rol principal en la vida cotidiana de mendocinos y mendocinas, y en la economía local.
Se valoran especialmente las fuentes de sus plazas, que son verdaderos símbolos de vida para todos sus habitantes.
La obra en Plaza Independencia
La Dirección de Desarrollo y Planificación Turística gestionó los fondos disponibles en el Programa 50 Destinos para la ejecución del espectáculo lumínico de la Plaza Independencia. El objetivo de este proyecto es consolidar las estrategias de intervención urbana en uno de los espacios públicos más concurridos de la Ciudad de Mendoza, con el propósito de acrecentar su impronta cultural y convertirlo en un verdadero “Sistema Cultural”.
Se realizó la intervención artística de la fuente principal, logrando que el espectador viva una experiencia única. La propuesta consiste en una valoración sensorial del atractivo, mediante la puesta en escena secuencial de luces y sonidos, que resaltan la fuente y el friso como símbolos de la historia del agua en Mendoza.
En el diseño del proyecto se tuvo en cuenta la Accesibilidad. No sólo se limitó a la eliminación de barreras físicas, sino que se pensó en un atractivo inclusivo, donde la actividad sensorial cumple una función esencial, pudiendo ser disfrutado en igualdad de condiciones por cualquier persona, con o sin discapacidad.