Los Monos Caí del Ecoparque Mendoza


Los monos caí captan la mirada de miles de personas que visitan la Ciudad de Mendoza. Se trata de animales silvestres, no autóctonos de la provincia, viviendo libremente en un espacio público urbano

¿Quiénes son estos primates? ¿De dónde vienen y por qué están en Mendoza? ¿Cómo podemos relacionarnos respetuosamente con ellos? ¿Cuál es el presente y cuál será el futuro de estos animales?

El director de Biodiversidad y Ecoparque, Ignacio Haudet, declaró: “Estos animales son endémicos de las regiones cálidas del centro de América del Sur. De hábitos arborícolas, su dieta es omnívora principalmente basada en frutas e insectos. Son especies gregarias, polígamas, y viven en grupos entre 7 y 44 individuos. En Argentina los monos caí, identificados científicamente como Sapajus cay y Sapajus nigritus, corresponden a especies autóctonas de las ecorregiones de yungas, chaco húmedo, y de la selva paranaense. Es decir, son especies que no están adaptadas para vivir en las ecorregiones que integran a la Provincia de Mendoza, y menos aún son especies propias de ambientes urbanos.”

El ex-zoológico de Mendoza, actual Ecoparque, durante décadas ha sido un sitio receptor de animales incautados en procedimientos oficiales contra el tráfico ilegal de fauna silvestre. Ese es justamente el origen de la presencia de esta especie en Mendoza, situación que data al menos desde los años 90, que comenzó con un par de ejemplares y año tras año fue incrementando su población ante la ausencia de políticas de control de natalidad. Desde aquella época a la actualidad, los individuos de esta especie intentan adaptarse a condiciones que no les son propias habitando un bosque urbano que hoy es su hogar transitoriamente.

La libertad tiene sus riesgos

Desde que arribaron al ex-zoológico provincial, los monos caí han vivido en un contexto de semi-libertad. Como especie de hábitos fuertemente territoriales, han sabido reconocer que el Ecoparque es su hogar y como tal no se van del sitio a pesar de no tener obstáculos físicos para hacerlo.

“El equipo humano del Ecoparque cuida de los monos, atento a sus necesidades les ofrece una dieta balanceada y vigila su situación sanitaria velando por su bienestar. Sin embargo, hay aspectos que son difíciles de controlar en un hábitat que no es propio de la especie tales como la temperatura ambiental, el desplazamiento territorial, el vínculo con humanos y otros animales, y su interacción con los artefactos e instalaciones antrópicas, es decir que no son naturales.”, expresó el Director.

El frío duele, y a veces mata

En la Ciudad de Mendoza la temperatura invernal media es de 7.4 °C, un valor muy bajo en comparación con las temperaturas propias de las zonas de distribución natural de los monos caí. Este aspecto motiva a estos primates a buscar refugios en el bosque urbano mendocino para protegerse del intenso frío lo que trae asociado situaciones trágicas tales como electrocuciones, amputaciones y muertes por la búsqueda de calor en lámparas del alumbrado público o transformadores eléctricos.

Haudet explicó que esta situación motivó en los últimos años la readecuación de todas las instalaciones eléctricas del Ecoparque Mendoza para eliminar las electrocuciones por parte de los monos, situación que se ha corregido exitosamente.

Una galleta lo arruina todo

Las personas que visitan las inmediaciones del Ecoparque se encuentran habitualmente con los monos. Si bien el sitio se encuentra cerrado al público desde hace algunos años, los monos han encontrado su estrategia para ir al encuentro con los turistas en la puerta del ex-zoo o en la base del Monumento al Ejército de Los Andes, quienes les ofrecen galletas y otros alimentos ricos en azúcares y calorías. Claro que para los monos es difícil resistirse a las “golosinas” ofrecidas por los turistas frente a una dieta estricta que prepara el médico veterinario. Esto que parece un detalle inofensivo, en verdad significa un acto de maltrato involuntario hacia el animal silvestre ya que lo habitúa a comportamientos antinaturales, ponen en peligro su salud, y restringe sus oportunidades de volver a la naturaleza en un futuro.

“El Ecoparque Mendoza ha incorporado recientemente actividades de educación ambiental en las inmediaciones de la institución como así también en las escuelas y medios de comunicación a los efectos de generar conciencia sobre cómo construir un vínculo respetuoso con la fauna silvestre evitando el contacto directo con los animales; absteniéndose de ofrecer comida; respetando una distancia prudencial para con el animal; procurando una actitud atenta, silenciosa y calma en todo momento.”, detalló el Funcionario.

Un viaje a su naturaleza en lista de espera

Los monos caí que viven en Mendoza deben volver a sus lugares de distribución natural. Esa es una de las misiones del Ecoparque encomendadas por Ley.

“Desde el año 2018 se trabaja en un protocolo interjurisdiccional que permita el traslado de los monos caí a centros de rescate y rehabilitación. Sin embargo, no es tarea fácil hacerlo realidad. La situación de los primates en el país es crítica debido a las amenazas antrópicas que ponen en peligro su existencia, por ende toda decisión respecto al manejo de estos animales debe tomarse en el marco del Plan Nacional de Conservación de Primates dispuesto por el Gobierno Nacional. Esto significa un gran esfuerzo de articulación política y técnica para generar la oportunidad de retornar a sitios controlados y apropiados a los primates valorando la necesidades de reacondicionamiento conductual y la vigilancia sanitaria de cada individuo.”, concluyó el Director.