La Dirección Ecoparque Mendoza, es la institución que reemplaza al ex-zoológico de la Provincia de Mendoza. Es la Ley Provincial Nº 8.945, sancionada en diciembre de 2016, la que define a esta nueva institución como “un parque que a través de espacios naturales, programas educativos, actividades de conservación, recepción, rehabilitación y derivación de especies nativas e infraestructura acorde, busca alcanzar la concientización ecológica por medio de la sensibilización, la motivación y el conocimiento de la problemática que enfrenta el ambiente natural que nos rodea. En este lugar los visitantes pueden aprender sobre las interrelaciones entre los organismos y su ambiente, a partir de principios de respeto por todas las formas de vida, su importancia en el ambiente, y la preservación y conservación de los ecosistemas, además de recibir herramientas para inspirar la búsqueda de soluciones a la problemática ambiental.”
Emplazado desde 1939 en el Cerro de la Gloria de la Ciudad de Mendoza, el ex-zoológico provincial fue ideado y ejecutado por el Arq. Daniel Ramos Correas, con una visión avanzada para la época, que superaba la de un Jardín Zoológico; dándole mayor importancia al ambiente, a la extensión de terreno, al sitio y la región, al vínculo con la vegetación y potenciando la belleza del paisaje local.
Sin embargo, en aquellos tiempos, sin llegar a tener la visión actual en relación a los derechos de los animales, se tenía una visión superadora a la de exhibición y encierro animal de un zoológico o jardín zoológico tradicional. Se trataba de adaptar los recintos a condiciones más “naturales” en relación a animales “salvajes” y especies foráneas en espacios de mayor tamaño, con la idea que se los observara en aparente libertad.
Ramos Correas tuvo un criterio de máximo aprovechamiento de los recursos existentes, ambientales, económicos y humanos, ya que sacó ventaja a las características físicas del terreno, tanto como soporte y proveedor del principal material constructivo como la piedra; además de reutilizar los materiales de demolición resultado de las reformas del parque y los recursos humanos de la misma repartición pública. Se respetaron los forestales existentes e incrementaron, y se planificó el uso del recurso hídrico. También se tuvo en cuenta la posibilidad de construcción y ampliación por etapas.
Con el tiempo, este concepto original se fue alterando, debido al aumento de las especies – a veces incompatibles con nuestro hábitat-, y una sobrepoblación de animales superando la capacidad de carga disponible del ex Parque Zoológico. No se amplió la superficie del parque, sino que se densificó, lo que significó la construcción de nuevos recintos y jaulas, con el consecuente hacinamiento.
El Ecoparque pretende cumplir el cambio de paradigma planteado en la Ley Provincial Nº 8.945, y revalorizar la idea original de Ramos Correas, en connivencia con los nuevos conceptos y prácticas avaladas internacionalmente de conservación de la biodiversidad, el medio ambiente y la sostenibilidad social, cultural y económica así como el reconocimiento de los derechos de los animales y todos los seres vivos.
¿Cómo se reconvierte un zoológico a la ciencia y la ética del siglo XXI? ¿Cómo pasa de ser un lugar que “usaba” a los animales para entretener al hombre, a un lugar que está “al servicio” de ellos y de la protección de sus hábitats naturales?El desafío es materializar el cambio de conciencia que requiere la movilización hacia un mundo sustentable, con el compromiso indelegable que tiene la humanidad en la protección de las especies, tanto de flora como de fauna, y de sus hábitats naturales.
La Ley Provincial Nº 8.945propone un modelo de reconversión del ex-zoológico en un espacio que estará fundamentalmente destinado a la protección de individuos que hayan sufrido algún trauma en su ambiente natural, o hayan sido tomados de él por la fuerza -tráfico de animales- a través del Centro de Recepción, Rehabilitación y Derivación, y de las especies nativas de la provincia que estén en peligro por el avance del hombre en sus hábitats naturales, a través del Centro de Conservación e Investigación.
Todo el conocimiento generado en estos centros debe ser luego transferido y realimentado con la sociedad a través del Centro de Educación y Comunicación. En sintonía con estas nuevas funciones, deberá disminuir el número de animales alojados en el predio, que hoy superan los 1500, ya que los animales no se utilizarán para exposición, sino que los espacios deben preverse para la atención de aquellos que lo necesitan.
Consecuentemente, la Dirección Ecoparque Mendoza está llevando adelante un Plan de Derivaciones, por el que los animales exóticos serán enviados a santuarios, los animales silvestres de otras zonas de Argentina podrán ser trasladados a centros de rehabilitación en su zona climática de origen, o a lugares donde puedan tener mucha mejor calidad de vida, y los animales de corral serán enviados a establecimientos que demuestren que pueden ofrecerle mayor calidad de vida que la que actualmente poseen en el predio.
A través de los nuevos centros, el visitante podrá conocer fundamentalmente a las especies locales, involucrarse con las problemáticas que enfrentan y los esfuerzos que se requieren para mitigar el impacto de las actividades que realiza el hombre, y conocer cómo, desde su lugar, pueden contribuir a proteger los sistemas naturales.
El visitante, recorriendo los senderos, verá aplicaciones y ejemplos en vivo y en directo de cómo se recupera el agua, de cómo se hace una huerta orgánica, de cómo se aplican las energías renovables. Conocerá la cosmovisión de los pueblos originarios, que tanto respetan y conocen el lenguaje de la naturaleza, aprenderá de ellos el poder medicinal de nuestras plantas autóctonas, comprenderá cómo agradecer a la Tierra y cómo pedirle lo que necesita, a observar y respetar lo sagrado. Habrá espacio también para contemplar la vida natural en su estado puro, sin necesidad de encierro, con jardines de colibríes y mariposas. Conocerá cuánto lleva rehabilitar un animal que ha sido herido por el hombre, o capturado para el tráfico ilegal. Comprenderá al fin, que todos somos uno, que estamos conectados, y que nuestras acciones nunca son independientes, sino que traen consecuencias, en uno u otro sentido.
Declaraciones de interés COFEMA