Una decena de osos

En noviembre de 2019, la totalidad de los osos pardos del ex zoológico son trasladados a The Wild Animal Sanctuary, en Keenesburg, Colorado, Estados Unidos.

Se culminó con el proceso que demandó más de dos años de trabajo involucrando el Gobierno de Mendoza, Enfoque Animal, Fundación Franz Weber y The Wild Animal Sanctuary, para lograr el traslado de los últimos 10 osos que habitaban en el Ecoparque Mendoza al renombrado santuario internacional The Wild Animal Sanctuary, localizado en Keenesburg, Colorado, Estados Unidos.

El Gobernador Alfredo Cornejo dijo que se sigue con este proyecto integral “que propusimos en 2015 y que lleva su tiempo. Un Ecoparque con nuestra fauna y nuestra flora, sin especies exóticas. Hacerlo es complejo y costoso”.

Cornejo detalló el operativo de traslado de los osos al santuario en Estados Unidos, “en viaje de cuatro días, en el que se toman todas los recaudos bajo un procedimiento elaborado por el personal de la planta permanente del Ecoparque. Los trabajadores llevan tres días con tareas enormes, porque se trata de varios animales que, en algunos casos, llevan casi 20 años encerrados”.

Ilustrar con del proceso de derivación y visita del gobernador (Ver archivo de Prensa)

Una demanda social atendida

Cornejo agregó que “mejorar la vida de los animales del ex zoológico y trasladar a las especies exóticas a santuarios “es una demanda social que no existía fuertemente hasta hace 10 años y que nosotros encaramos con decisión. Un ejemplo que ya está siendo tomado en otros sitios de la Argentina”.

“Se trata de un operativo inédito -dijo Cornejo-, no solo por la especie sino por la cantidad de animales que se derivan. Somos más humanos mejorando la vida de estos animales”.

La directora de Ecoparque, Mariana Caram, dijo: “En el marco del Plan de Derivaciones de Animales Exóticos, continuamos trasladando animales a reconocidos santuarios naturales del mundo, velando por la mejor calidad e vida de todos los animales que se alojan en el Ecoparque de Mendoza. Entendemos que el mundo está cambiando de paradigma y los animales no merecen ser un objeto de exhibicionismo para el entretenimiento de los demás”.

También explicó la funcionaria a cargo del paseo: “Son muchas las personas e instituciones que hacen esto posible, en especial el personal que trabaja en el Ecoparque Mendoza, que hicieron un trabajo sumamente profesional y gracias a su aporte esto hoy se puede concretar. También al aporte del Gobierno de Mendoza, Enfoque Animal, Fundación Franz Weber y The Wild Animal Sanctuary, y con el aval del Consejo Consultivo de Ecoparque Mendoza, los 10 osos pardos son trasladados a los Estados Unidos para disfrutar de amplios espacios naturales, pisar tierra natural y convivir con otros pares de la misma especie”.

Los 10 ejemplares nacieron en cautiverio y pasaron muchos años en jaulas, con condiciones completamente ajenas a sus hábitats naturales, como los son el cemento y las rejas. Uno de los casos más tristes es el del oso Athila, uno de los ejemplares más grandes que habitó en el ex zoológico de Mendoza, quien por haber intentado escapar de su recinto fue confinado a pasar casi 20 años en un pequeño recinto a modo de fosa oculto al público, originalmente destinado para períodos de reproducción de esta especie. Este espacio no cumple con las condiciones mínimas aceptables para él.

“Este es un hecho histórico en todo el mundo, ya que el Ecoparque de Mendoza se está convirtiendo en un modelo a seguir en diversos procesos de reconversión mundial que llevan adelante otras instituciones zoológicas reconocidas. Este traslado es el primero que se hace en el país de manera numerosa y trascendente”, comentó el secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance.

Además, el funcionario agregó: “Todas las derivaciones que venimos realizando cada semana, para garantizar una mejor calidad de vida a los animales que por años han vivido en este paseo, son necesarias para poder avanzar en la etapa de las obras de reconversión. Ya tenemos un proyecto ejecutivo en mano con todos los estándares ambientales para hacer de este paseo un portal ambiental en donde todos los visitante puedan convivir y aprender de la biodiversidad”.

El Consejo Consultivo, junto con el personal de Ecoparque, procedieron a bautizar con los nombres Esperanza y Libertad a las dos hermanas de la osa Rosa que todavía no tenían nombre de pila. Los nombres se eligieron en honor a este gran acontecimiento de traslado y en conmemoración a todos los animales que, gracias a las gestiones realizadas por la Dirección de Ecoparque a nivel nacional e internacional, pudieron y podrán recuperar la esperanza y libertad.

“Es importante comprender la gran mejora y cambio en la vida de los osos y de todos los animales que se han trasladado y se trasladarán hacia los santuarios y reservas. Sus vidas cambiarán para siempre, les estamos devolviendo un poco de la libertad que perdieron en el encierro. Por eso, Mabel, Sorpresa, Julieta, Rosa y sus hermanas Esperanza y Libertad, Athila, Fausto, Buko y Yogi le agradecerán por siempre a todos los mendocinos”, señaló Leandro Fruitos, representante de Fundación Franz Weber e integrante del Consejo Consultivo del Ecoparque Mendoza.

Historia de los osos

Mabel. Es la osa más geronte, nacida en cautiverio en el ex zoológico de Mendoza. Actualmente vive sola, confinada en un recinto de pobre enriquecimiento ambiental.

Sorpresa. Es rosarina de nacimiento, proviene del ex zoológico de Rosario. Llegó a Mendoza junto a su mamá Mirtha (fallecida recientemente), en 2001. Tiene 22 años.

Julieta. Nacida en el ex zoológico de Mendoza, fruto de una relación entre Sorpresa y Fausto. Tiene 11 años aproximadamente. Hasta 2016 vivió sola y en la actualidad convive con sus dos hermanas.

Esperanza, Libertad y Rosa. Nacidas en el ex zoológico de Mendoza, fruto de una relación entre Sorpresa y Fausto. Hermanas de Julieta, tienen 9 años aproximadamente. Vivieron juntas hasta 2013. Luego, por las limitaciones de la infraestructura, debieron ser separadas. Fue recién en 2016 cuando Esperanza y Libertad pudieron reconstruir su relación con su otra hermana Julieta, gracias a las adecuaciones de los recintos. Lamentablemente, Rosa aún vive en soledad.

Athila. Es rosarino adulto, proviene del ex zoológico de Rosario. Llegó a Mendoza aproximadamente entre 1998 y 1999. Vivió en el recinto 29 con otros de su especie hasta que luego de un intento de escape fue confinado al recinto actual, en 2000. Athila es uno de los animales que más ha padecido el encierro. Desde hace 19 años su recinto es análogo a una fosa, no tiene perspectiva de horizonte, lo cual imposibilita percibir las estimulaciones del entorno. Los visitantes del ex zoo, al recorrer el paseo, no podían percibir la presencia de Athila. Es uno de los tantos individuos e historias invisibilizadas.

Fausto y Buko. Fausto, nacido en cautiverio en el ex zoológico de Mendoza, convive con su hijo Buko en el mismo recinto, donde alternan salidas al área exterior día por medio, ya que también comparten recinto con Sorpresa. En la época de celo, ambos machos se tornan conflictivos, cuando se denota un dominio del más joven sobre el adulto.

Yogui. Nacido en cautiverio en el ex zoológico de Mendoza, hijo de Fausto. Vive solo desde hace varios años. Las secuelas del encierro se hacen evidentes por el comportamiento estereotipado que presenta.

El nuevo hogar: The Wild Animal Sanctuary

Es el santuario sin fines de lucro más antiguo y más grande del mundo, dedicado exclusivamente a rescatar a grandes carnívoros exóticos y en peligro de extinción. Se les proporciona una vida maravillosa y se educa sobre la trágica situación que enfrentan unos 30.000 animales en América hoy.

El Santuario en Keenesburg actualmente está situado en 320 hectáreas que se encuentran a 50 km al norte de Denver y 80 km al este de Boulder. Es un gran espacio con una inmensa superficie disponible para albergar a los animales sin dejar de mantener grandes reservas de pastizales. El santuario también opera un refugio de  4.000 hectáreas al sur de Colorado cerca de la ciudad de Springfield, Colorado.

Ubicado en pastizales rurales y ondulados al noreste del área metropolitana de Denver, alberga a más de 500 leones, tigres, osos, leopardos, leones de montaña, lobos y otros grandes carnívoros. Es el primer santuario de este tipo en crear hábitats específicos de especies de gran superficie para animales rescatados.

Desde enero de 1980, The Wild Animal Sanctuary (TWAS) ha respondido a más de 1.000 solicitudes de ciudadanos privados y agencias gubernamentales para rescatar animales de Estados Unidos y de todo el mundo que fueron abusados, abandonados, mantenidos ilegalmente y víctimas de situaciones terribles.

El lema del Santuario es ¡En TWAS, los animales son lo primero!

Expertos brindan permanente atención y rehabilitación a todos los animales que lo habitan. Se les administran dietas especiales y se les proveen grandes espacios en los que deambular. Todo esto hace que la vida de los animales rescatados sea el tipo de vida que tendrían si pudieran elegirlo.

The Wild Sanctuary afirma que la educación sobre la crisis de la vida silvestre en cautiverio y sus causas y soluciones es de mucha importancia para cambiar la conciencia social en la actualidad, a fin de proporcionar un mejor futuro para la vida silvestre en cautiverio. Las instalaciones educativas cerca de Keenesburg están abiertas todo el año.