El Servicio Penitenciario apuesta al trabajo de quienes están próximos a recuperar la libertad


Se trata de talleres desarrollados en la Unidad 14, Centro de Alojamiento Permanente con Régimen Abierto “El Borbollón”, donde las personas privadas de libertad comienzan a transitar su período de prueba con salidas transitorias y régimen de semilibertad.

La División de Trabajo y Producción de la Unidad 14 cuenta con una amplia variedad de talleres de trabajo. Allí asisten hombres y mujeres que se encuentran avanzados en su régimen progresivo de la pena, por lo que se hace hincapié en el desarrollo de talleres productivos y de autogestionados.

Es importante destacar que los talleres productivos son aquellos donde la institución penitenciaria y el cliente proporcionan los materiales para su elaboración. Entre estos, se destaca principalmente lo relacionado a líquidos, como la fabricación de cloro.

Por otra parte, la producción textil ha ido creciendo en los últimos años, tanto en la confección de prendas como en corte y bordado. Aquí, los espacios de trabajo y capacitación son mixtos, y asisten diariamente aproximadamente 13 personas, entre hombres y mujeres.

Asimismo, otro de los talleres que se ha incorporado en esta unidad viene de la mano de una empresa privada de lencería, que provee el material, los moldes y la capacitación para que las mujeres adquieran conocimientos y puedan sumarse al mercado laboral.  

Al tratarse de una unidad que aloja a personas masculinas y femeninas, la oferta debe ser variada, por lo que además se promueve la participación en talleres de carpintería, herrería y plomería que sirven además para desarrollar tareas de reacondicionamiento.

La figura de los autogestionados

En cuanto a esta modalidad, los talleres autogestionados son aquellos en los que se trabaja en la fabricación de productos mediante donaciones de pallets o de flejes provenientes de organizaciones de la sociedad civil, o bien a partir de materiales llevados por las familias, dentro de los propios módulos de alojamiento, es decir, sin la necesidad de contar con espacios específicos para ese fin.

Los productos, una vez finalizados, son entregados a sus familias o a los demás participantes de los proyectos, para que posteriormente sean comercializados y, de esta manera, se conviertan en fuente de ayuda o sustento económico.

A la unidad asisten personas privadas de libertad distribuidas en los siguientes talleres: Reiniciar textil, en el cual se producen bolsas de tela de lona, y se encuentra diferenciado en Reiniciar Femenino y Reiniciar Masculino; y el taller de mimbrería y flejes.

“Resulta muy importante el trabajo en esta unidad, ya que las personas privadas de libertad están próximas a salir, y en la gran mayoría son el sustento principal de sus familias. En este centro de alojamiento se profundizan buenos hábitos y eso es imprescindible para completar su proceso de resocialización”, afirmó la jefa de Trabajo y Producción de este establecimiento, Antonella Fiore.