El Servicio Penitenciario de Mendoza, presente en la Feria del Libro “Las voces de las letras”


La institución tuvo una destacada participación con una charla denominada “Literatura y poesía en las cárceles de Mendoza”.

Ante la presencia del subsecretario de Cultura de Mendoza, Fabián Sama, autoridades del Servicio Penitenciario y referentes culturales de los distintos complejos y unidades penitenciarias, se llevó a cabo la actividad mencionada en la concurrida sala Puente del Inca del Centro de Congreso y Exposiciones de la provincia.

En el encuentro, se trató el tema de los proyectos culturales y literarios en general que se llevan a cabo en los distintos establecimientos penitenciarios. Esto llamó la atención de los espectadores, debido a la cantidad de iniciativas relacionadas a la cultura que se realizan en contexto de encierro.  

Durante el conversatorio, se proyectaron imágenes de algunas de las actividades culturales y literarias que se realizan dentro del Servicio Penitenciario. La respuesta de los participantes fue muy activa y, además, se leyeron poemas y narraciones breves escritas por personas privadas de libertad.

La charla estaba planeada para una hora de duración pero, ante la atención y participación del público, duró más de dos horas.

Importancia de la cultura en contextos de encierro

La cultura, en los penales, actúa como una herramienta expresiva fundamental. Es un espacio de diálogo y liberación y tiene una crucial importancia en el proceso de resocialización que llevan adelante las personas privadas de libertad.

“Las actividades de arte y de cultura son fundamentales para favorecer los procesos de las personas privadas de libertad. Es una manera de reinsertar socialmente a estas personas, conectándolas con vivencias positivas y con vínculos directos con manifestaciones sociales relevantes como la cultura, la educación y el arte”, expresó Sara Sanguedolce, coordinadora de Tratamiento del Servicio Penitenciario, quien estuvo en esta cita con las letras.

Todos los proyectos culturales son imprescindibles en los contextos de encierro, ya que ofrecen una visión importante y una experiencia de compartir los valores de la cultura, no solo para las personas privadas de libertad sino también para el personal penitenciario.