El Servicio Penitenciario participó en una Jornada de Innovación y Desarrollo Sostenible


A través de la Unidad de Producción Penitenciaria (UPP), se expusieron productos elaborados íntegramente por personas privadas de libertad.

El Servicio Penitenciario de Mendoza participó en la popular Jornada de Innovación y Desarrollo Sostenible, llevada a cabo en el Centro Cultural Julio Le Parc, para visibilizar el potencial del ecosistema mendocino a través del trabajo, la sensibilización y el fomento de prácticas sustentables.

Este encuentro, organizado por el Ministerio de Economía y Energía a través de las direcciones de Emprendedores y de Innovación y Desarrollo Económico, tiende a buscar un efecto positivo en la comunidad y en el medio ambiente.

Es importante destacar que la actividad estuvo destinada principalmente a emprendedores, industrias y empresas locales, quienes además tuvieron la oportunidad de mostrar sus proyectos y acciones de la economía circular y de impacto.

“Desde la Unidad de Producción Penitenciaria se continúa con el trabajo sostenido con el triple impacto como eje. Además, se le ha sumado la garantía de reparación gratuita de por vida, con la que ya contaban todos los productos propios derivados de flejes, y los nuevos productos que se fabrican dentro de nuestra unidad, siempre bajo la premisa de lograr la resociabilización y la reinserción social de quienes han equivocado su camino”, afirmó Mauricio Poroyán, director de la UPP.

Políticas de triple Impacto

La economía circular es un modelo económico que busca optimizar el uso de los recursos y minimizar los residuos y la contaminación. En este sentido, las empresas y emprendimientos que adoptan esta práctica buscan generar productos y servicios de manera más eficiente y sostenible, y así reducir el impacto negativo en el medio ambiente.

En base a lo mencionado, cabe recordar la visita de integrantes de reconocidas “empresas B” de distintas partes del mundo, quienes recorrieron los talleres laborales que se encuentran dentro del complejo penitenciario de San Felipe. Estas empresas B apuntan a construir una economía más justa, equitativa y regenerativa, tanto para las personas como para el planeta.