La Unidad Penal de Mujeres recibió al elenco de teatro del Tribunal de Cuentas


Se trata de Versión Teatro, quienes compartieron su arte por primera vez en un contexto de encierro, con su reconocida obra Yo, Encarnación Ezcurra.

Autoridades del Servicio Penitenciario de Mendoza, junto a mujeres alojadas en la Unidad Penal 3, ubicada dentro del Complejo Penitenciario Almafuerte II en Cacheuta, recibieron en el salón de usos múltiples del establecimiento al elenco teatral del Tribunal de Cuentas.

Allí, cerca de 26 mujeres privadas de libertad que habitan en el Sector B de la Unidad disfrutaron de la obra Yo, Encarnación Ezcurra, que relata los últimos días que la esposa del restaurador Don Juan Manuel de Rosas pasó en su habitación recordando cada momento vivido y releyendo las cartas que le enviaba a su hombre en el desierto, hasta la llegada de su muerte.

El monólogo. distribuido en ocho momentos, repasa la vida de Encarnación, apasionada tanto por su esposo como por la causa política que los unía, sus orígenes, la pasión de la carne, sus hijos y la soledad de sus últimos días. Obsesionada por el pasado, el intenso amor que la unió a Rosas y el poder que ya la ha abandonado, la obra retrata una política de agallas en un momento en que a las mujeres el orden de lo político les estaba negado.

La dirección se encuentra a cargo de Diego Alejandro Ríos. Las flamantes actrices que participan son Sara Santos, Carolina Kokotoff, Florencia Pedraza y Leila Giadas, mientras que Ingrid Manzano es la encargada de la música.

“Sentimos una alegría inmensa de poder presentarnos en un lugar como este, compartir esta obra con ustedes, y que se identifiquen con el mensaje es algo que nos llena de satisfacción. Creo que esta ha sido una de las presentaciones más emotivas que hemos tenido con este proyecto, el cual nació hace casi 16 años con el objeto de visibilizar a través del arte, un organismo del Estado provincial”, expresó Ríos.

El teatro como agente de cambio

Por su parte, desde el Servicio Penitenciario agradecieron la presencia del elenco y resaltaron: “Estamos abiertos a recibir a todos aquellos actores de la sociedad que nos ayuden a que las cárceles sean espacios que se asemejen al afuera, de modo tal que las personas privadas de libertad estén lo más integradas posible.

“El teatro es un agente de cambio y un vehículo de desarrollo humano, una tarea que nos involucra a todos. El teatro debe estar al alcance de cualquier familia y también debe estar en las cárceles. El arte cura, tiene un costado terapéutico evidente, baja los niveles de violencia y genera contención. Actualmente, cada complejo o unidad penal posee alguna estructura para que el arte y la cultura en general puedan desplegarse, principalmente, porque estas herramientas favorecen al proceso de resociabilización”, finalizaron las autoridades del penal.