Manual de Bioseguridad para Establecimientos de Salud – Capítulo 10 Normas y Recomendaciones de Bioseguridad En Neonatología


CAPITULO X

Dr Abate, Hector

Dr. Pena, Eduardo Manuel

NORMAS Y RECOMENDACIONES DE BIOSEGURIDAD EN NEONATOLOGÍA

INTRODUCCIÓN

Con relación al control de infecciones asociadas con el medio ambiente hospitalario, los niños y especialmente los recién nacidos, son los más vulnerables para sufrir infecciones por diversos microrganismos, causando una importante morbi-mortalidad.

Se calcula que hasta un 2% de los fetos adquieren la infección in útero y hasta un10% de los recién nacidos se infectan durante el parto o en el post-parto.

Muchas infecciones adquiridas durante el parto (Herpes SimplexHepatitis BListeria, Streptococcus agalactiae, Chlamydia, VIH) tradicionalmente no se consideran como infecciones asociadas al cuidado de la salud (IACS).

Las infecciones adquiridas durante el post parto pueden originarse en la madre, en el hospital o en la comunidad. La mayoría de las infecciones neonatales son de origen materno o comunitario. Los virus respiratorios más frecuentes son virus sincicial respiratorio (VSR), rinovirus, adenovirus (ADV), virus influenza y parainfluenza. La transmisión de estos virus ocurre primariamente por contacto directo con pequeñas gotas aerosolizadas o a través de las manos contaminadas con secreciones respiratorias, que son transferidas desde la nariz o los ojos. También por el contacto con superficies contaminadas con estos virus, por ejemplo VSR permanece viable en piel hasta 30 minutos, en superficies porosas hasta una hora y en superficies no porosas hasta 7 horas. Virus parainfluenza persiste por más de 4 horas en superficies porosas y más de 10 horas en superficies no porosas. Los virus entéricos como adenovirus, astrovirus, calicivirus y rotavirus, causan diarrea en niños y neonatos, transmitidos principalmente por vía fecal-oral.Astrovirus puede persistir durante varios meses en superficies contaminadas con materia fecal y brotes por calicivirus han afectado tanto a pacientes como a personal del staff, con porcentajes de ataque cercanos al 50 %.

La dificultad de poder distinguir entre las diferentes fuentes de origen de la infección, hace que la identificación de IACS en recién nacidos sea imprecisa. Por esta razón, el CDC arbitrariamente define como IACS neonatales a todas las infecciones adquiridas durante el parto o durante la hospitalización a menos que exista evidencia que indique que hubo adquisición transplacentaria. No se consideran IACS las transmitidas transplacentariamente como Sifilis, Rubéola, CMV, Parvovirus B19, Varicela-Zoster, Toxoplasmosis, etc. o aquellas infecciones del neonato secundarias a infección ovular y que aparecen luego de las 48 horas de nacido. Tampoco son consideradas IASS aquellas asociadas a complicaciones o extensiones de infección previa presente o en incubación al ingreso del recién nacido.

         Los avances médicos en neonatología y en terapia intensiva neonatal han permitido que muchos niños prematuros o de bajo peso sobrevivan a condiciones que antes eran letales; creando sin embargo una población con alto riesgo de contraer IACS. La mayoría de estas infecciones son el resultado de los procedimientos invasivos utilizados para diagnóstico y tratamiento del recién nacido. Por consiguiente, es responsabilidad de los profesionales de la salud, minimizar los riesgos de infección, aplicando estrictamente las normas de bioseguridad.

         La mayoría de los ingresos hospitalarios en neonatología se deben a infecciones, 28% de las cuales son IACS. Las más frecuentes son las del tracto respiratorio, torrente sanguíneo y vías urinarias.

         Las IACS no solo aumentan la morbilidad y mortalidad neonatal, sino también los costos.

ETIOPATOGENIA

Las IACS generalmente aparecen al cuarto día de vida (aunque pueden aparecer desde las 48 horas). Los recién nacidos con mayor susceptibilidad para contraer IACS son los que presentan muy bajo peso al nacer (<1500g), se internan en unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) y se someten a ventilación mecánica o catéteres vasculares (principalmente centrales y umbilicales). Los factores de riesgo que influyen en el desarrollo de las IACS incluyen:

  1. Condiciones en las que se realizan los procedimientos invasivos
  2. Sometimiento a intervenciones o procedimientos quirúrgicos
  3. Número y grado de capacitación del personal que atiende recién nacidos
  4. Uso no prudente de antimicrobianos
  5. Procedencia del recién nacido y características al ingreso (neonato asfixiado, malformado, hijo de madre diabética, etc).

Los niños sanos forman su flora normal pocos días después de haber nacido. Predominan los organismos gram positivos en la faringe y estafilococos coagulasa negativa en la piel y ombligo. Tienen poca oportunidad de ser colonizados por patógenos intrahospitalarios a causa de su corta estadía en el hospital. La colonización de la flora intestinal es más compleja y depende del tipo de alimentación.

La colonización en la UCI N es muy diferente puesto que el niño tiene poco contacto directo con la madre y mayor con las manos del personal de salud, con la flora endémica de la UCIN y recibe múltiples antimicrobianos.

La flora hospitalaria varía de un hospital a otro, por esta razón cada unidad debe recolectar su propia información y basar sus decisiones sobre evidencia local. En forma general los gérmenes más frecuentes en IACS neonatales incluyen: S. aureusStaphylococcus coagulasa negativa, bacilos Gram negativos (principalmente Klebsiella spp, Enterobacter spp, Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter baumannii, E. coli) y Candida albicans. Con menor frecuencia se observan los virus respiratorios y entéricos.

DISEÑO DE LA UNIDAD DE NEONATOLOGÍA

  • Ubicación en áreas de poco tránsito.
  • Espacio entre cunas:

Para salas normales de recién nacidos: 2,5 a 3 metros cuadrados para cada niño, con un mínimo de un metro de distancia entre dos cunas.

Para salas de tratamiento intermedio: 4 a 6 metros cuadrados para cada niño y entre 9 y 11 metros cuadrados si se ofrecen cuidados de subespecialidad. Un mínimo de 1,30 metros de distancia entre dos cunas y corredores de 1,50 metros.

Para UCIN: 12 a 14 metros cuadrados para cada niño, con un mínimo de dos metros de distancia entre dos incubadoras y corredores de 2,50 metros.

  • lavamanos

Para salas normales de recién nacidos: un lavamanos por cada 6 a 8 niños.

Para salas de tratamiento intermedio y UCI: un lavamanos por cada 3 a 4 niños. Debe haber un lavamanos en el área de reanimación y uno por cada 3-4 niños en áreas de admisión, observación y tratamiento prolongado.

  • Ventilación

Central con uso de filtros de alta eficiencia (90%) y un mínimo de 6 cambios de aire por hora, aunque otros expertos recomiendan 10-15 cambios de aire por hora. También se recomienda que cada unidad cuente con dos habitaciones de aislamiento con presión negativa de aire y ventilación hacia el exterior para niños que requieren aislamiento respiratorio.

  • Número de personal

Para salas normales de recién nacidos: una enfermera por cada 6 u 8 niños o 3 a 4 pares madre- niño.

Para salas de tratamiento intermedio: una enfermera por cada 2 a 3 niños.

Para UCIN: una enfermera por cada uno a 2 niños

 

PREVENCION DE TRANSMISION DE PATOGENOS DE LAS VISITAS

                  Cada hospital debe tener normas para el manejo de visitas a la unidad de neonatología y a la UCIN. Dichas normas deben permitir las visitas de los familiares al mismo tiempo que minimizan el riesgo de infección a los recién nacidos. La Asociación Norteamericana de Profesionales de Control de Infección (APIC) recomienda:

  • Restringir las visitas durante epidemias de infecciones respiratorias virales en la comunidad, por Ej. epidemias de virus influenza o VSR.
  • Instruir de antemano a los hermanos o hermanas del recién nacido para que se comporten apropiadamente durante la visita. Los niños requieren supervisión por un adulto.
  • Las visitas (niños y adultos) deben lavarse las manos antes de visitar al bebé.
  • Las visitas no deben tocar otros bebés, solo al que vinieron a visitar. Tampoco deben tocar los equipos de atención médica.
  • Las personas enfermas no deben visitar a los recién nacidos. Esto incluye personas con infecciones respiratorias agudas, infecciones gastrointestinales o infecciones activas de la piel y tejidos blandos. También incluye a personas no inmunes que han tenido contacto reciente con varicela, herpes zoster, sarampión o rubéola y que podrían estar en el periodo de incubación.
  • Cada unidad debe tener una lista de exclusiones que permita a las enfermeras seleccionar a las visitas.

 

PREVENCION DE TRANSMISION DE PATOGENOS DEL MEDIO AMBIENTE

  • Los ambientes de internación neonatal deben poseer superficies lavables y fáciles de limpiar; inclusive las superficies de muebles y equipos en general.
  • Es imprescindible contar con lavamanos amplios y profundos que permitan escurrir el agua hacia los codos, sin salpicar. La llave de apertura y cierre del agua debe tener un mecanismo donde no intervengan las manos. Se debe contar con jabón suficiente, de preferencia en contenedores para ese fin.
  • Cada unidad debe tener un horario pre-establecido para visitas
  • Limpieza de los diversos artículos utilizados. Según clasificación de Spaulding, se dividen en:

• Artículos críticos: Los que penetran en cavidades estériles o sistema vascular, por Ej.: instrumental quirúrgico, equipo para exanguíneo transfusión, drenajes en cavidades estériles, agujas de punción lumbar, catéteres vasculares, agujas y sondas urinarias. Estos equipos deben ser estériles y los procedimientos deberán ser realizados con asepsia quirúrgica.

• Artículos semicríticos: Son los que penetran mucosas y piel no indemne, por Ej.: equipo de asistencia respiratoria, sondas, tubos endotraqueales, tubos de aspiración, bajalenguas. Estos equipos deben ser estériles y los procedimientos a través de técnica aséptica.

• Artículos no críticos: Se ponen en contacto con piel sana u objetos que no entran en contacto con los recién nacidos. Ej. : Estetoscopio, electrodos cardiacos, termómetros, utensilios de aseo, pezoneras, paredes, pisos, incubadoras, cunas de procedimientos, etc. Estos equipos deben desinfectarse a un nivel intermedio (Alcohol 70%) previo lavado con agua y detergente. Todos estos procedimientos deben realizarse mediante desinfección concurrente (diaria).

 

 

LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN DE INCUBADORAS, CUNAS Y SERVOCUNAS

Las superficies de incubadoras, servocunas y cunas, suelen contaminarse, a través de las manos del personal y visitas, especialmente las puertas de acceso y zonas de ajuste.

Cuando se habla de limpieza como sinónimo de higiene, se hace referencia a un proceso que remueve la materia orgánica e inorgánica de las superficies. En cambio la desinfección, se define como un proceso que elimina microorganismos de las superficies por medio de agentes químicos, con excepción de las esporas bacterianas.

Incubadoras, servocunas o cunas en uso, la limpieza debe ser diaria y cada vez que resulte necesaria. No se ha establecido una frecuencia de cambio de incubadoras, cunas o servocunas, con base de evidencia científica, pero parece prudente seguir la antigua recomendación que señala que hay que cambiar la incubadora en uso (cuna o servocuna) por otra limpia y desinfectada, entre los 5 y 7 días. Esto requiere de un pequeño stock de incubadoras sin usar, que deben mantenerse listas (limpias y desinfectadas) para hacer el recambio cada 5 a 7 días y para ubicar nuevos pacientes que ingresan.Deben guardarse en lugares limpios y secos (idealmente en cuartos específicos para ello) y protegerlas hasta su uso, cubriéndolas con fundas de tela o plásticas.

Método de limpieza 1 (de varios pasos)

  1. Limpiar las superficies externas de las incubadoras (techo, laterales, puertas) con solución jabonosa (baja espuma) o detergente enzimático.
  2. Enjuagar las superficies externas de la incubadora con agua corriente fría (de fuente confiable)
  3. Desinfectar las superficies externas de la incubadora con hipoclorito de sodio 100 ppm o con otros clorados como por ejemplo, cloroxidante electrolítico en solución hipertónica de cloruro de sodio al 1,5 % (15 cm3 en 1 litro de agua). Secar las superficies con apósitos no estériles o trapos limpios exclusivos para ese fin (Nunca usar, para limpiar o secar las incubadoras, las sábanas usadas y retiradas de cunas o “nidos” de los pacientes).

Método de limpieza 2 (de un solo paso)

  1. En este método se utilizan productos capaces de realizar limpieza y desinfección simultáneas, en un solo paso, es decir que se usan en forma directa sobre las superficies.
  2. La mayoría de estos productos son amonios cuaternarios (de última generación) o peroxomonosulfato de potasio estabilizado. Dada la diversidad de marcas comerciales de amonios cuaternarios, es importante solicitar al fabricante, la ficha de toxicidad del producto y formas de dilución y uso, generación, etc. No todas las marcas comerciales disponibles son aptas para ser usadas en la limpieza y desinfección simultánea de las incubadoras y algunas requieren de enjuague posterior con agua corriente.
  3. Antes de elegir el producto debe verificarse que el mismo no sea un derivado fenólico (ácido carbólico, ácido fénico, cresol, xilenol, ortofenilfenol, ortobenzilparaclorofenol, etc.). Los fenólicos dejan residuos y se ha visto que en contacto con la piel del bebé pueden producir fenómenos de neurotoxicidad e hiperbilirrubinemia.

 

LIMPIEZA INTERIOR DE LA INCUBADORA EN USO

  • La parte interna de la incubadora se limpiará diariamente y cada vez que resulte necesario, por ejemplo presencia de suciedad visible. Se utiliza una solución jabonosa (baja espuma) o bien detergente enzimático.
  • No se requiere desinfección de la parte interna de la incubadora cuando está siendo usada por un mismo paciente.
  • El paciente no debe estar dentro de la incubadora para efectuar la limpieza de la misma, aprovechar el momento del baño, cuando lo amamanta su mamá o se cambian pañales.
  • Siempre colocar sábanas limpias (incluso las usadas en la fabricación de “nidos”, cambiando también los materiales usados para la construcción de los “nidos”)

Recomendaciones:

El personal que realiza la limpieza y desinfección de las incubadoras y demás elementos de la unidad del paciente, debe estar especialmente capacitado para efectuar su tarea y contar con instrucciones escritas visibles, que le permitan recordar los pasos a seguir en forma permanente.

  1. Las tareas de lavado y desinfección se realizarán con guantes protectores, ya que la piel de los operadores puede dañarse con el reiterado contacto con los diferentes productos.
  2. El detergente enzimático ha sido diseñado para sumergir elementos de uso biomédico en situación de prelavado de los mismos. Su buena acción detersiva, que se traduce en una muy buena limpieza, ha hecho que muchas Instituciones lo adopten en reemplazo del detergente común para la limpieza de incubadoras, cunas y servocunas. Los operadores señalan que las superficies tratadas quedan más transparentes y sin residuos. La dilución del detergente enzimático depende de las indicaciones que al respecto haga su fabricante (generalmente 8 cm3 por litro de agua). Una vez diluida, se recomienda colocar la solución de detergente enzimático lista para usar, dentro de un dispensador accionable a gatillo para poder vaporizar sobre la incubadora y limpiar las superficies. El detergente enzimático tiene una vida útil muy breve por autodegradación de las enzimas (no más de 30 minutos), por lo cual debe prepararse en el momento de ser usada y en cantidad necesaria. Los restos no utilizados deben ser descartados.
  3. Para efectuar la limpieza y la desinfección, utilizar apósitos no estériles que puedan descartarse luego de su uso. En su defecto, pueden usarse trapos o rejillas exclusivos para este fin (aptas para uso hospitalario, que no desprendan pelusas o tipo microfiber) previamente desinfectadas por inmersión durante 5 minutos con hipoclorito de sodio 100 ppm (partes por millón) (2 cm3 de lavandina comercial de 60 gramos de cloro activo por dm3 en 1 litro de agua).

ESTRATEGIAS PARA LA PREVENCIÓN DE INFECCIONES ASOCIADAS AL CUIDADO DE LA SALUD EN NEONATOLOGÍA

Lavado de manos y uso de guantes (ver capitulo asepsia y antisepsia)

Monitorear la adherencia al lavado de manos y retroalimentar la información sobre su desempeño (IA).

Fomentar las necesidad del trabajo conjunto entre los familiares del recién nacido y los trabajadores de la salud, para promover la higiene de las manos (II).

Prevención de las infecciones del torrente sanguíneo relacionadas con catéter en neonatología

Estas infecciones están relacionadas, en gran parte, con una mala técnica en el momento de la colocación y con el cuidado permanente del sitio del catéter.

La contaminación extraluminal, de la porción del cateter intracutáneo, se cree que es responsable de las infecciones relacionadas con el catéter. Eso sucede en la semana posterior a su colocación. La frecuencia de las manipulaciones del catéter está directamente relacionada al mayor número de infección.

Los catéteres son más móviles durante la primera semana, después de la inserción, y pueden deslizarse dentro y fuera del sitio de la inserción.

Para reducir la probabilidad de contaminación extraluminal se debe tener en cuenta:

  • Correcta higiene de manos
  • Inserción aséptica del catéter
  • Uso de antisépticos tópicos

 

Utilización de apósito estéril (IA). El apósito transparente facilita la inspección del sitio del catéter, si bien no demostró beneficio en la reducción de infection.
Monitorizar diariamente el sitios del catéter, visualmente o mediante palpación. Limpieza semanal.

Los catéteres que se utilizan para administrar productos sanguíneos o emulsiones lipídicas deben cambiarse diariamente (IB).

Los catéteres usados para infundir dextrosa y aminoácidos deben ser sustituidos
cada 4 a 7 días.

Es importante retirar todos los catéteres venosos centrales cuando ya no son esenciales (1A). Muchas UCIN retiran los catéteres centrales cuando el volumen de la alimentación enteral alcanza de 80 a 100 ml / kg por día.
Agentes o cremas antibióticas tópicas no debe ser utilizada en el sitio de inserción (1B).

Catéteres umbilicales

1. Retirar y no remplazar catéter arterial umbilical, si presenta signo de infección del torrente sanguíneo asociada a vía central, insuficiencia vascular en extremidades inferiores o presencia de trombosis (Categoría II).
2. Retirar y no remplazar catéter venoso umbilical, si se presentan signos de infección del torrente sanguíneo asociadas a vía central o trombosis(Categoría II).
3. Limpiar el sitio de inserción umbilical con un antiséptico, antes de la inserción del catéter. Evitar la tintura de yodo, debido al efecto potencial en la tiroides neonatal.
Otros productos que contienen yodo (por ejemplo, povidona yodada) puede utilizarse (Categoría IB).
4. No utilice crema antibiótica tópica en los sitios de inserción de catéter, debido a la posibilidad de promover infecciones por hongos y resistencia a los antimicrobianos
(Categoría IA).
5. Añadir dosis bajas de heparina (0,25-1,0 U / ml) para el fluido de infusión a través de un catéter umbilical arterial (IB).
6. Retirar los catéteres umbilicales tan pronto como sea posible cuando ya no sea necesarios o cuando se observa algún signo de insuficiencia vascularen las extremidades inferiores.
De manera óptima, los catéteres arteriales umbilicales no deben dejarse en el lugar durante más de 5 dias (Categoría II).
7. Catéteres venosos umbilicales deben ser removidos tan pronto como sea posible cuando ya no sea necesario, pero se pueden usar hasta 14 días si se manejan asépticamente (Categoría II).
8. Un catéter umbilical puede ser remplazado si está funcionando mal y no hay ninguna otra indicación para la retirada del catéter y la duración total de la cateterización no debe superar los 5 dias, para catéter en la arteria umbilical, o 14 dias para catéter en la vena umbilical (Categoría II)

Tanto la clorhexidina (2%) y la iodopovidona se recomiendan para la antisepsia de la piel en los lactantes de 2 meses o mayores. La clorhexidina no está aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU (FDA) para los niños menores de 2 meses.

En los recién nacidos, no hay datos que indiquen que los catéteres tunelizados tengan un menor riesgo de infección que no tunelizados.

Prevención de neumonía en la internación de neonatología

1. Educación del personal y participación en la prevención de la infección.

2. Todo el personal debe recibir información adecuada con relación a la epidemiología y los procedimientos de control de infecciones.

3. El personal debe estar involucrado con la implementación de las intervenciones para evitar neumonía (IA).

4. La vigilancia microbiológica y de neumonía, en pacientes en la UCIN, se deben realizar para observar las tendencias y ayudar a identificar brotes u otros problemas (IB).

Los cultivos de vigilancia de rutina de equipos o pacientes no deben realizarse (II).

5. El riesgo de la transmisión de microorganismos se puede reducir con las esteriliización o desinfección de los equipos y dispositivos (IA).

6. La prevención de la transmisión de bacterias, de persona a persona, se logra mediante el uso de las precauciones estándar (IA).

7. La aspiración es un riesgo importante para el desarrollo de neumonía. Los tubos endotraqueales, de traqueotomía, etc. deben ser removidos lo antes posible (IB). En ausencia de contraindicación médica, la cabecera de la cama debe ser elevada en un ángulo de 30 a 45 grados, en los pacientes ventilados mecánicamente (II).

8. Debe mantenerse una higiene oral completa del recién nacido (II).

9. La colonización traqueal, desde la contaminación de la orofaringe, es menos frecuente en los recién nacidos con ventilación mecánica, cuando se colocan en posición lateral, en comparación con la posición supina (30% para posición Lateral, frente al 87% en decúbito supino p < 0.01)

 

Otras variables a considerer

 

  • La piel del recién nacido prematuro es una barrera comprometida desde su función inmune. Además, puede ser fácilmente dañada y servir como puerta de entrada para distintos microorganismos. Emolientes tópicos se han utilizado para disminuir las pérdidas de agua transepidérmica y se han sugerido como método para disminuir las infecciones asociadas a la atención de la salud. Los resultados son variables según países desarrollados o en vía de desarrollo. La falta de eficacia de los emolientes tópicos en los países industrializados puede atribuirse a que la instrumentación es utilizada con mayor frecuencia, y los sitios de inserción pueden servir como un portal para la invasión bacteriana. A diferencia, en los países en desarrollo, la contaminación del medio ambiente y la desnutrición juega un papel más importante y además, la instrumentación se utilizan con menor frecuencia. Por lo tanto, la invasión bacteriana es probablemente atribuible a sitios microscópicos de compromiso de la barrera cutánea, lo que podría ser protegida por el uso de emolientes.
  • La alimentación de los prematuros con leche humana se ha asociado con un menor riesgo de sepsis y enterocolitis necrotizante. La leche humana contiene un gran número de sustancias inmunoprotectoras, prebióticos y probióticos y se ha demostrado que disminuye la incidencia de infecciones gastrointestinales y respiratorias.
  • Otros beneficios se pueden lograr con la adecuada vacunación de los trabajadores de la salud (vacuna contra la gripe, pertussis acelular)
  • También la cohortización en situaciones de brote y evitar visitas de personas enfermas o infectadas.

El uso y abuso de antibióticos

  • El uso y abuso de los antibióticos, en el recién nacido, puede estar asociado con la alteración de la microflora y el desarrollo de resistencia a los antibióticos. Es una preocupación dentro de las UCIN, donde hay una población de niños vulnerables, que tienen condiciones médicas que pueden requerir un uso frecuente y prolongado de antibióticos. También se pueden dar condiciones de hacinamiento, contacto frecuente con el personal de salud y numerosas intervenciones.
  • La resistencia a los antimicrobianos puede ser intrínseca (sin exposición al agente antimicrobiano) o adquirida. Un ejemplo de resistencia intrínseca es la resistencia de los organismos gramnegativos a la vancomicina. Resistencia adquirida por exposición se ve en la resistente del Staphylococcus aureus a la meticilina y bacilos gramnegativos al uso prolongado de betalactámicos (C3 generación) y producción de la β-lactamasas de espectro extendido (BLEE).

“El uso prudente de antibióticos es comúnmente recomendado en las UCIN, pero no es comúnmente practicado”

  • El estado crítico de los recién nacidos en las UCIN hace que con frecuencia se indiquen múltiples antibióticos y por tiempo prolongado. El uso prudente incluiría limitar su uso solo en situaciones donde es probable que el proceso sea infeccioso o documentado y discontinuarlo cuando responde a etiología no infecciosa.
  • También es importante el desescalonamiento de un esquema antibiótico cuando se documenta el agente etiológico y su sensibilidad antibiótica.
Para reducir la transmisión horizontal de bacterias multiresistentes se deben aplicar las siguientes estrategias:
  1. auditoría del uso de antimicrobianos.
  2. proporcionar información a los profesionales sobre la situación epidemiológica de la UCIN
  3. formularios de pedido de antibióticos supervisados por infectólogos
  4. Evitar el uso innecesario de antibióticos.
  5. En caso de ser necesario, indicar esquemas antibióticos de espectro reducido y evitar el uso de C3 generación y aminoglucósidos.
  6. Desescalonamiento antibiótico
  7. Pasar a vía oral cuando sea apropiado y factible

 

CONCLUSIONES

 

La epidemiología y las estrategias que pueden reducir estas infecciones son bien conocidas y requieren de un esfuerzo del equipo de salud. Cada uno de los actores debe concientizarse sobre su papel en la prevención de infecciones y tener la voluntad de modificar los comportamientos.

 

Con frecuencia, la vida de un recién nacido es salvada por el avance de la tecnología, pero muchas veces puesta en riesgo por la ausencia de un pequeño acto, EL LAVADO DE MANOS.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

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