NUEVOS ESPECIALISTAS PARA LA SALUD MENDOCINA


Hoy, en el auditorio del Hospital Central, se llevó a cabo un acto muy especial: la entrega de certificados a los residentes salientes de todas las especialidades médicas y no médicas que forman parte de nuestra institución. Medicina, Enfermería, Psicología, Nutrición y Kinesiología llenaron el espacio con la energía y la esperanza de quienes, durante estos años, han decidido dedicar su vocación a cuidar a las personas que confían en nosotros.

Estos certificados reconocen a todos los profesionales que han formado parte de nuestras residencias, cuatro años de esfuerzo, aprendizaje y transformación. Cada uno de ellos ha forjado su camino con dedicación y humildad, convirtiéndose en nuevos especialistas.

En este proceso, cada experiencia clínica, cada conversación con un paciente y cada mención de un colega dejaron una huella que trasciende lo académico: la capacidad de mirar al otro con respeto, curiosidad y responsabilidad.

El Comité de Docencia organizó este acto como una muestra de agradecimiento por haber elegido al Hospital Central para su formación. Es también un llamado a seguir caminando en un sendero de aprendizaje constante y compromiso con la salud y con cada paciente que llega a nuestras manos. La formación de estos residentes transforma comunidades, mejora prácticas y eleva la calidad de la atención.

Para quienes hoy reciben su certificado, este momento no es un cierre, sino una apertura: un paso más cerca de brindar cuidado humano, cercano y competente. Que este logro motive nuevos proyectos, nuevas preguntas y la firme voluntad de seguir aprendiendo para cuidar mejor, cada día, a cada paciente que necesita de su experiencia y de su compasión.

Gracias a todas las autoridades, docentes, familias y a cada persona que forma parte de este proceso. Su apoyo y confianza hacen posible que estas historias de aprendizaje se conviertan en realidades de salud y esperanza para nuestra comunidad.

Bienvenidos a este nuevo capítulo, que empieza con la certeza de que el cuidado, la ciencia y la humanidad pueden caminar juntos en cada consulta, en cada sala de curación y en cada abrazo de consuelo.