40 años de democracia: el traspaso de mando en una jornada histórica


Será la segunda vez que Cornejo recibe el bastón de mando y la primera que un gobernador mendocino vuelve a sentarse en el sillón de San Martín. Ambos actos, en un mismo lugar: la explanada de la Casa de Gobierno frente al Parque Cívico, que remata con la estatua en homenaje a Benedicto Ortiz.

Una vez más. la explanada de la Casa de Gobierno será el escenario para el traspaso de mando provincial y jura de los ministros, que asumen bajo un diseño de gestión diferente e innovador acorde con un Poder Ejecutivo con siete ministerios, una reducción sensible de cargos políticos y concentración de funciones, buscando una gestión más ágil y controlada.

Desde 1983, cada traspaso de mando tuvo rasgos distintos. Con militancia, banderas, escenarios y diversidad de colores a través de la historia de estos 40 años de democracia.

La austeridad marca el clima del acto de hoy, sencillo para su envergadura y con unos grados centígrados menos que en el acto anterior. En 2019, cuando Cornejo traspasaba el bastón y la banda a Rodolfo Suarez, la temperatura superaba los 33 grados. El Himno Nacional interpretado por Verónica Cangemi, luces color morado para la fachada principal de la Casa de Gobierno y drones sobrevolando la explanada fueron algunas de las “pinceladas” principales del cuadro del día. En aquel diciembre de 2019 ambos gobernadores se emocionaron y agradecieron a sus familias ante cientos de periodistas y miles de personas en forma presencial.

Recordemos que la primera asunción en la explanada tuvo como protagonista a Roberto Iglesias, quien tomó el bastón de mando de manos de Arturo Lafalla. Hasta ese momento había sido en el cuarto piso, sede de la Gobernación, y la tradición cambió recién a fines de los 90.

Se hizo por primera vez en la explanada de la Casa de Gobierno, sobre la calle Virgen del Carmen de Cuyo, cuando Lafalla cedió el mando a su sucesor, Roberto Iglesias. 

La Sala de la Bandera, escenario desde Llaver hasta Lafalla

Desde la asunción al cargo de Gobernador de la Provincia de Santiago Felipe Llaver, en 1983, hasta la entrega de mando de Arturo Lafalla a Roberto Iglesias, en 1999, el acto del Ejecutivo se realizó en la Sala de la Bandera de los Andes (actual Salón Patricias Mendocinas), ubicada en el cuarto piso de la Casa de Gobierno.

Llaver (1983-1987), el primer gobernador de la democracia, fue acompañado por la juventud bulliciosa que llevaba banderas argentinas, boinas blancas y otros emblemas radicales, además de elementos de percusión que hicieron sonar en los intervalos. 

A la temperatura estival se sumaba la numerosa cantidad de luces de las cámaras de televisión que cubrían el acto de cubrían la asunción de José Octavio Bordón (1987-1991) en una Sala de la Bandera repleta y sofocante. Recordemos que la Sala de la Bandera de los Andes, en ese momento, se ubicaba dentro de la Casa de Gobierno. Actualmente está enfrente, en el Memorial de la Bandera.

En 1991, por primera vez, se dispusieron espacios para la prensa y el público en general, en la explanada de la Casa de Gobierno. A las 19.30 del miércoles 11 de diciembre de ese año, Rodolfo Gabrielli (1991-1995) subía las escaleras para recibir el bastón de mando de manos de Bordón, con una temperatura más fresca que en la asunción anterior. Los discursos de Bordón y de Gabrielli fueron interrumpidos varias veces por aplausos, situación que se repitió con los flamantes ministros.

Lafalla (1995-1999) juró como gobernador en el cuarto piso de la Casa de Gobierno, sede de la Gobernación. El Salón Patricias Mendocinas fue el escenario para designar formalmente a su gabinete rodeado de los retratos de las mujeres que acompañaron a San Martín en la Gesta Libertadora. Un clima de euforia y naturalmente cálido acompañaba la pasión de los jóvenes que integraron el gobierno de Lafalla y participaron en el acto de asunción.

Iglesias (1999-2003) reforzó el concepto de la responsabilidad de los destinos de la provincia para asegurar la institucionalidad por parte del Gobernador en relación con la alternancia de los colores políticos y el respeto por la investidura. Para el momento, se montó un imponente escenario con luces y colores, sumamente innovador, pero a la vez se ofreció una ceremonia sencilla.

Julio Cobos (2003-2007) entregó el poder de la Provincia un día antes, para asumir como vicepresidente al día siguiente. La asunción fue similar a la de Roberto Iglesias, emotiva y ecuménica. Participaron todos los credos en un escenario de similares características y dimensiones que el de la asunción de Iglesias. Era la primera vez, después de la democracia, que un radical entregaba el mando de la Provincia a otro radical.

Celso Jaque (2007-2011) tomó el mando en un día caluroso y con un sol radiante. Aproximadamente unas 2.000 personas presenciaron el acto de asunción. Muchas llegaron de Malargüe, el departamento del cual es oriundo el entonces gobernador. En la bendición ecuménica participaron distintos credos.

En el Salón Patricias Mendocinas se realizó la asunción de Francisco Pérez (2011-2015) y la jura de los nuevos ministros. Para el primer mandato de Alfredo Cornejo (2015-2019), todo estaba dispuesto en la explanada frente al Parque Cívico, su arboleda y el Memorial de la Bandera. Ese día, desde las 4 de la tarde, comenzaron a llegar los primeros mendocinos, llenando de a poco cada uno de los puestos designados para apreciar el acto y preparando el clima festivo. Además de los simpatizantes, más de 1.600 invitados dieron su apoyo al nuevo mandatario. Hubo drones y lenguaje de señas, dos de los rasgos de color y de integración de este acto colmado de militantes. Tonos violetas iluminaron el contorno y las columnas del palacio de la Casa de Gobierno.

José Benedicto Ortiz, un trabajador que se manifestó en épocas de dictadura

Según algunos párrafos de este sitio, el 30 de marzo de 1982, una marcha multitudinaria de la Confederación General del Trabajo (CGT) tiene lugar en la capital de Mendoza al mismo tiempo que una huelga general paraliza todo tipo de actividad productiva.

Una columna de manifestantes que buscaba el Centro Cívico para expresar su disconformismo es baleada por miembros armados de la Gendarmería Nacional que bajan de un vehículo oficial. Entre los heridos se encuentra José Benedicto Ortiz, un hombre de 53 años que es secretario general de la Asociación Obrero Minera Argentina (AOMA). Había empezado sus labores en el gremio mucho tiempo atrás, cuando se desempeñaba como ayudante químico de primera en la fábrica de cemento “Juan Minetti”.

Falleció en el Hospital Central. Su deceso -su asesinato- pasa de algún modo desapercibido a nivel nacional debido a la invasión militar a las Islas Malvinas. No obstante, los memoriosos recuerdan el episodio que fue transmitido con cinismo y desprecio por la vida. 

Desde 2012, una estatua rinde homenaje a quienes, pese a las balas, marcharon para reclamar por sus derechos. La estatua en homenaje a Ortiz se ubica en el Mitre y Pedro Molina.