8M: mujeres que construyen
La Subsecretaría de Infraestructura y Desarrollo Territorial tiene en sus áreas a mujeres que cumplen con todos los trabajos pertinentes al proceso de formulación y ejecución de la obra pública en la provincia.
Cada 8 de marzo (8M) se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha para reflexionar y tomar conciencia sobre los espacios en donde aún se refleja la desigualdad en la representación del género femenino, en particular en los ámbitos de poder.
Todavía, las mujeres deben atravesar condiciones desventajosas en ámbitos laborales, sociales, civiles y políticos. Por eso, más que nunca se torna imprescindible avanzar en acciones concretas que no impliquen privilegios para unos y desventajas para todas.
En este sentido, desde la Subsecretaría de Infraestructura y Desarrollo Territorial, la mujer ocupa el rol destacado que merece. Desde la conducción a cargo de Marité Badui ─primera mujer en ser responsable directamente de la obra pública─ y con directoras que son grandes
hacedoras de la actual gestión, como Gladys Obredor, de Arquitectura e Ingeniería; Patricia Bueno, de Asuntos Jurídicos; Betina García, de Administración, y Laura Bruno, de Procesos y Sistemas de Información.
“Además de las directoras, cada una de las áreas tiene mujeres que formulan proyectos, gerencian los contratos, inspeccionan obras, computan, certifican y controlan la obra pública o llevan adelante tareas técnicas-administrativas sustanciales del proceso, como también
tienen un rol fundamental en la gestión de los fondos de resarcimiento”, remarcó Badui.
Si bien las mujeres cada vez ocupan más espacios preponderantes en ámbitos que no eran habituales, como la construcción, aún hay mucho por hacer y la falta de datos sobre su cantidad en este rubro es una muestra.
Por ejemplo, la Cámara de Empresas de la Construcción Independiente (CECIM) indica que hay cinco empresas lideradas por mujeres. Por su parte, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) informa que en Mendoza hay 62 afiliadas. Pero el
hecho de no contar con datos estadísticos oficiales es un indicador del trabajo que falta realizar para visibilizar esta situación.
Además, este año es particularmente especial porque se cumple el 30º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Pekín. En 1995, 189 países la adoptaron durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en la capital de China.
Este documento es un plan de acción progresista para la reafirmación de los derechos de las mujeres y las niñas en todo el mundo. También sienta las bases para las políticas, los programas y la inversión que tienen efecto en educación, salud, medios de comunicación, participación política, empoderamiento económico y la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas.
Pero hay datos que preocupan: uno de cada cuatro países notifica un retroceso de los derechos de las mujeres en el 2024, según el reciente informe de ONU Mujeres titulado “Los derechos de las mujeres bajo examen, 30 años después de Pekín”.
El informe detalla que sólo 87 países han sido liderados en algún momento por una mujer.
Además, ONU Mujeres sigue marcando las desigualdades en la ocupación de cargos directivos gubernamentales.
Al 1 de enero de del 2025 hay 26 países donde 29 mujeres se desempeñan como jefas de Estado o de Gobierno. Al ritmo actual, la igualdad de género en las más altas esferas de decisión no se logrará por otros 130 años. Sólo 18 países están presididos por una jefa de Estado y otros 17 tienen jefas de Gobierno.
Los datos recopilados por ONU Mujeres muestran que las mujeres representan el 23,3% de los miembros de gabinete dirigiendo ministerios que lideran un área política. Sólo hay 15 países en los que las mujeres ocupan el 50% o más de los cargos de ministras de gabinete que dirigen áreas políticas. Por lo tanto, la paridad de género en la política aún está lejos de ser alcanzada.
Por otra parte, en la última década aumentó el 50% el número de mujeres y niñas que viven en entornos de conflicto en todo el planeta, y las personas defensoras de los derechos de las mujeres se enfrentan cada día a acosos, ataques personales e incluso la muerte.
ONU Mujeres alerta sobre un dato escalofriante: cada diez minutos, una mujer o una niña es asesinada por su pareja o alguien de su familia.
El 8 de marzo es, en definitiva, un momento para reflexionar y recordar acerca los avances logrados por mujeres para la igualdad de derechos, oportunidades y libertades a la hora de elegir cómo vivir.
También es una ocasión propicia para impulsar el empoderamiento de la mujer y garantizarle el acceso inclusivo a la educación, el empleo, el liderazgo y los espacios de toma de decisiones que redefinan las estructuras de poder.