Comienza a normalizarse la situación en alta montaña
El jueves 7 de febrero la zona de alta montaña se convirtió en escenario de una sucesión de aludes de barro y fuertes tormentas que generaron grandes complicaciones, empezando por la interrupción del sistema de distribución de agua. Ante esta situación, y bajo la conducción del gobernador de la Provincia, Francisco Pérez, el Departamento General de Irrigación puso a disposición equipos y personal para resolver los inconvenientes de la forma más rápida posible.
Desde el Departamento General de Irrigación, se coordinaron todas las áreas para asegurar la dotación de agua a AYSAM y, de esta manera, garantizar el servicio en la Ciudad de Mendoza. En cuanto a la zona de las tormentas, el Ingeniero Hugo Gramaglia, inspector de Cauce de Arroyo Las Mulas, relató su experiencia: “escuché el estruendo del arroyo que pasa detrás de mi casa, salí a ver qué pasaba y vi la ola que venía. Me subí corriendo a la camioneta, porque recordé que había gente acampando en las márgenes del río, y fui a avisarles. Gracias a Dios llegué antes que la ola y pude sacarlos a todos; incluso había personas sobre el puente que unos minutos después arrastró la corriente”.
Por su parte, Víctor Pino, presidente de la Asociación de Inspecciones de Cauce de Alta Montaña, afirmó: “en todo el tiempo que llevo trabajando acá, nunca había visto algo así. Al principio había muchos nervios, lógicos por la situación, pero después los equipos se coordinaron y se trabajó muy bien con todas las instituciones involucradas”.
Fernanda Riveros, gerenta de la misma asociación, aseguró: “a nosotros nos afectó mucho porque el tomero que estaba en ese turno, Domingo Sepúlveda, estuvo en riesgo. Él se encontraba abriendo las compuertas porque notó que el agua del arroyo venía turbia y tenía que dejarla pasar directamente hacia el río, evitando que contaminara el agua del sistema de riego. Alcanzó a salir unos segundos antes de que llegara el primer alud, sino lo habría arrastrado”.
Sin embargo, y a pesar de las circunstancias adversas, los equipos de trabajo comenzaron a coordinarse inmediatamente, reduciendo los riesgos y ayudando a quienes estaban en la zona. “Ésta ha sido una catástrofe pero no hemos tenido que lamentar víctimas fatales y, en sólo cuatro días, hemos logrado restablecer el servicio de dotación de agua. Por eso quiero agradecer el increíble trabajo de todos los que han colaborado: los tomeros, las autoridades del Departamento General de Irrigación, la gente de Vialidad, Defensa Civil, Hidráulica, Bomberos, Policía y el Ejército. Desde el Irrigación nos trajeron tres máquinas pesadas para separar los cauces del Alumbe y El Morterito, evitando que el agua se contamine y permitiendo que se normalice el sistema de distribución”, aseguró Gramaglia.
Coincidiendo con el inspector de Cauce de Arroyo Las Mulas, Riveros y Pino también aseguraron que esta situación fue histórica pero “cada organismo puso sus equipos y personal a disposición para dar pronta solución a los inconvenientes y garantizar la seguridad y la provisión de agua lo más rápido posible”.
La gerenta de la Asociación agregó que “actualmente, la única provisión de agua en la zona es la que hace Irrigación y que ha resuelto los inconvenientes del desabastecimiento de los últimos días”.
Precisando más este último dato, gracias al trabajo de las distintas áreas del Departamento General de Irrigación, el lunes por la noche comenzó a normalizarse el sistema de distribución de agua en alta montaña, alcanzando a un 85% de la zona afectada y estimando completar el 15% restante en las siguientes horas.
El Departamento General de Irrigación, junto a las distintas Inspecciones de Cauce y de la Asociación de Inspecciones de Cauce de Alta Montaña, continúa las tareas para reparar y restablecer completamente el sistema de distribución de agua en toda la zona, garantizando la calidad del recurso.