Daniel Caselles: De Mendoza al Silicon Valley


¿Puede presentarse?

Mi nombre es Daniel Caselles, soy socio co fundador de la empresa Sílice que es una empresa de tecnología que se fundó en 2001 en Mendoza y a su vez, me desempeño como CEO de una empresa que fundamos hace 5 años en EEUU, con una tecnología que se originó aquí y es la que nos permitió ganar el premio MendozaInnova 2011.

¿Que hace la empresa?

La empresa acá en Mendoza tiene el slogan “Tranquilidad tecnológica”. Brindamos tranquilidad tecnológica porque durante mucho tiempo pensamos ¿que necesitan las empresas?:¿necesitan computadoras, redes, Internet, seguridad? y lo cierto es que la mayoría de las organizaciones no necesitan eso, lo que necesitan es tranquilidad tecnológica. Es saber que toda la infraestructura tecnológica funciona como tiene que funcionar, para enfocar su energía y su tiempo en lo que realmente es su métier.

Eso es lo que hace Sílice, en Mendoza y en la región, trabaja con más de 150 clientes a los que les brinda tranquilidad tecnológica. Es un formato de servicio, aunque se venden también productos, pero siempre bajo ese paraguas.

¿Qué los llevó a presentarse al premio MendozaInnova?

Desde que arrancamos en 2001, tuvimos la convicción de que la verdadera diferencia era innovar.

Me acuerdo que siempre soñábamos con que algún día, en lugar de seguir estudiando la tecnología que se crea en los países desarrollados -porque básicamente los informáticos vemos cual es la última tecnología que se desarrolló y aprendemos a usarla para aplicarla acá- con un nivel de divague importante, creáramos una tecnología desde acá, desde Mendoza Argentina, para desarrollar en el mundo.

Fuimos desarrollando, invirtiendo lo que no teníamos en la investigación y desarrollo y fuimos fracasando regularmente.

Los primeros 5 años, fracasamos en distintas formas. Fracasar en el sentido de que no prosperó la tecnología. Lo cierto es que aprendimos y fuimos encontrando caminos que no había que seguir.

Hace 6 años o un poco mas, tuvimos la sospecha que cada uno de nosotros tenía un ritmo muy personal para tipear y si nosotros lográbamos capturar con un software ese ritmo, podríamos validar si la persona que estaba ingresando el usuario y contraseña era la persona original.

En este camino de tratar de buscar innovar pensamos: si nosotros encontramos un dolor global, un problema de escala mundial y logramos solucionarlo, vamos a tener una solución que realmente tenga impacto global.

Encontramos que el delito de mayor crecimiento en los últimos 5 años era el robo de identidad, esto es tan básico como que si yo averiguo o te robo tu usuario y contraseña, me hago pasar por vos y los sistemas se lo creen.

Nosotros tuvimos la sospecha de que cada un tenia un ritmo muy personal para tipear su usuario y contraseña y si podíamos capturar ese ritmo y validarlo íbamos a estar en condiciones de crear una suerte de huella digital -que en realidad es un patrón biométrico comportamental, esa es la definición correcta- para después compararlo.

Básicamente, lo que desarrollamos nosotros es un software o programa que corre en la computadora, que permite saber si la persona que ingresa el usuario y contraseña es quien dice ser o no, basándonos en el ritmo con el que tipea.

Una de las cosas que aprendimos fue conocer qué cosa sabíamos hacer y lo que claramente no sabíamos hacer era comercializar la tecnología que desarrollábamos. Para eso nos asociamos con Inversores Ángeles, que yo siempre decía que son ángeles inversores porque nos cambiaron la historia.

Esa gente creyó en nosotros, nos escuchó, invirtió en nosotros y por sugerencia de ellos fundamos una empresa en EEUU que se llama AuthenWare Corporation.  Esa tecnología, desde hace 5 años, se comercializa en todo el mundo y el 100 % de lo que es desarrollo, investigación e innovación, se sigue haciendo en Mendoza, Argentina.

¿El premio que ganaron fue por esa tecnología?

Nosotros veníamos manteniendo un perfil bastante bajo por lo que estábamos desarrollando en Estados Unidos, por el riesgo que conlleva este tipo de emprendimientos, a esta escala.

Nos fueron animando. Siempre estuvimos trabajando muy cerca del IDITS, a través del polo tics y nos fueron entusiasmando a que nos presentáramos al MendozaInnova y la verdad es que eso fue como una bisagra. Cuando nos presentamos ganamos el primer puesto. Nos envalentonó, el impacto que tuvo a nivel local y a partir de allí nos presentamos al Premio Nacional de Innovación.

Ganamos el premio nacional y después ganamos el Sadosky* de oro también a nivel nacional.  Es lo más parecido al Martín Fierro de oro, es sobre todas las categorías, no importa si es innovación o no, se le entrega al mayor referente de la industria tecnológica argentina. Eso a la larga para nosotros fue muy importante.

¿Y fueron por más?

Después nos presentamos al premio nacional de innovación en EEUU. Quedamos ternados.

El año pasado, una organización que nuclea a los 80 bancos principales del mundo que se llama The Financial Services Technology Summit, un consorcio que se reúne a discutir temas de seguridad y tecnología, en noviembre del año pasado en San Antoino en Texas nos entregaron el premio de lideres de innovación del sector financiero. A esa escala.

Eso tuvo un impacto muy grande y terminó con una nota en una de las revistas más conocidas de nivel mundial de innovación y empredurismo, Fast Company.  Esta publicación todos los años realiza un ranking de las empresas más innovadoras del mundo que tiene alcance global y tuvimos el honor de quedar como la quinta empresa mas innovadora del mundo originada en Latinoamérica.

¿Todo esto tuvo que ver con haber ganado MendozaInnova?

Poder hacer la conexión: nos presentamos al MendozaInnova y por eso logramos todo esto, creo que es difícil de saber. Pero es cierto que fue la motivación inicial. La posibilidad de tomar confianza, ver que el jurado del premio, que era de calidad creyó en nosotros, creyó que esto merecía el primer puesto; nos fue animando a más.

Y ahí nació la idea de darle un valor. ¿Viste que los informáticos no somos de creer que todo eso tenga algún sentido?. En general, si tenemos tiempo, recurso, dinero, lo invertimos en mejorar los productos, la tecnología y demás y no en asignarle tiempo a presentarse a concursos…

De hecho el efecto principal tiene como dos patas muy interesantes: el MendozaInnova primero es una fuente de inspiración. Hay mucha gente con buenas ideas. Hay gente a la que le gusta hacer cosas, cree que se pueden hacer cosas pero no tiene visibilidad y en consecuencia, cuesta encontrar los contactos, la gente, el financiamiento y demás.

Este tipo de concursos permite que, de manera muy objetiva,  todo un equipo de gente destacada vea lo que estas haciendo. Incluso aunque no ganes el MendozaInnova.

Por otro lado, el ejercicio, el ordenarte, el poder presentar las cosas como te las piden, te permite saber qué estas haciendo. Muchas veces uno se enreda en el día a día y hasta que alguien te pida de forma ordenada la información y le expliques qué estás haciendo, ni vos sabes lo que estás haciendo.

¿Le parece importante que existan este tipo de premios?

Este tipo de actividades son para mi herramientas muy útiles y me parece que es fundamental. Si realmente decimos que queremos innovación y que queremos emprendedores en Mendoza, este premio es uno de los pilares. Una de esas patas fundamentales que refuerzan lo discursivo, de que queremos más emprendedores, mas innovación y hay un premio concreto que ofrece no poca plata para fortalecer o para impulsar el espíritu innovador.

Estoy convencido de que en Mendoza y en Argentina hay mucho talento, lo que termina pasando es que la innovación implica mucho riesgo. Vos tenés que estar realmente dispuesto a apostar a algo y tener que tirarlo, con todo lo que eso implica a nivel recursos, tiempo, ánimo y demás.

Por un lado, yo lo que veo es que hay mucha gente, muy creativa, muy capaz que todavía no tiene un marco para innovar muy desarrollado. Termina yéndose por el servicio clásico, termina cayendo en los servicios tradicionales.

A mi, lo que más me preocupa es que hemos estado trabajando activamente esto con la formación del Mendoza Parque TIC y si esperamos que para que exista innovación nazca una persona que tenga las ideas, que además sepa ejecutarlas, para hacer realidad estas ideas y que además tenga el dinero para financiar todo. Estamos mal. Eso no va a pasar.

Lo que nosotros tuvimos fue la posibilidad de combinar estos tres factores. Pero no fue en una sola persona, ni en una sola empresa, tuvimos que asociarnos.

Algo que si podemos hacer, como sociedad, es crear un ecosistema que permita que haya gente que esté dispuesta a arriesgar capital, para este tipo de emprendimientos, gente con ideas y gente con capacidad de ejecutarla. Eso es lo que pasa básicamente en los grandes polos de innovación del planeta, como es el caso del Silicom Valley.

¿Qué es lo que tiene proyectado su empresa en un plazo inmediato?

Yo me estoy yendo pasado mañana con mi mujer y mis hijas a vivir a Palo Alto, al corazón del Silicom Valley, que es de alguna manera la meca de la tecnología mundial es donde nació todo y donde sigue pasando todo. Ahí te vas a encontrar que están las empresas como Google, Microsoft, Facebook,  Wikipedia, Oracle, Dropbox… Están todos allí.

Para un informático,  como es el caso mío,poder desembarcar en la meca de la tecnología mundial es como ser monaguillo y terminar trabajando en el Vaticano.

Ojalá esto sirva como inspiración. Yo no sé como va a salir, porque sigue siendo una actividad de riesgo. Pero ojalá que sirva de inspiración en cuanto a la confianza que tenemos que tomar los emprendedores especialmente en el área de la tecnología, acá en Mendoza

Lo que sé es que si se puede, podás terminar jugando en esa escalo o a ese nivel.

La verdad es que ninguno de nosotros somos nada fuera lo común. Nuestra experiencia se basa en haber sabido trabajar en equipo, asociativamente y en algún punto, equilibrar el ego. Yo creo que mucha veces el problema es un ego desequilibrado, es creerse mas que los demás o creerse menos. En cualquiera de los casos no funciona.

* La Cámara de Software y Servicios Informáticos de la República Argentina (CESSI), premia a quienes, con su labor y desempeño, contribuyan al crecimiento de la Industria Argentina de TI. Desde 2005 los Premios Sadosky a la Inteligencia Argentina, proponen dar a conocer los mejores valores de la Industria a la opinión pública.Asimismo, se desea homenajear a Manuel Sadosky (1914–2005) , ilustre científico argentino y promotor de las ciencias informáticas en nuestro país.