Desarrollo sostenido: reciclado de envases y control biológico para cuidar el ambiente y la salud
Como parte de la promoción de acciones amigables con el ambiente, el Iscamen implementa diversos proyectos y programas que apuntan al desarrollo sostenido de Mendoza. Avanza el programa de reciclado de envases vacíos de agroquímicos y la liberación de controladores biológicos.
El programa de Gestión de Envases Vacíos de Agroquímicos, pionero en el país, es desarrollado por el Iscamen desde 1998, en el marco del programa Limpiemos el Campo.
A nivel nacional, la Ley 27279, impulsada en 2016 por el modelo del Iscamen, estableció los presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión de los envases vacíos de fitosanitarios, determinando la obligatoriedad de estas, siendo la Asociación Campo Limpio la encargada a nivel nacional de promocionar la gestión de envases. La Provincia adhiere al marco legal y desarrolla acciones en forma conjunta con la Asociación en Mendoza.
En 2024 se procesaron 129.733 kg de envases de agroquímicos. El volumen de envases Tipo A se incrementó 28% en relación con 2023. La gestión de envases vacíos de productos fitosanitarios tiene por objeto la transformación de estos envases, favoreciendo al cuidado del ambiente.
El sistema de recuperación de envases vacíos, impulsa diversas actividades, desde la recolección en campo hasta el reciclado, con el objeto de brindar un destino productivo a estos envases.
La normativa establece que los productores están obligados a entregar los envases en los Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT) instalados en la provincia. Mendoza cuenta además con un entramado de Mini CAT que conforman puntos de recepción de envases vacíos de agroquímicos previamente triple lavados cercanos a los productores para facilitar la entrega de estos residuos.
Envases recuperados en 2024
En 2024 ingresaron a los Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT) para su procesamiento y destino final un total de 129.733 kg de envases Se incluye en este total un stock de 34.000 kg de envases Tipo B sobrante de campañas anteriores.
Los envases Tipo A son aquellos envases que pueden ser sometidos al triple lavado o lavado a presión, en general bidones y botellas; mientras que los Tipo B son los que no pueden ser sometidos al triple lavado o lavado a presión, como el bag in box, bolsas, cajas de cartón o Jerry box.
Del total recuperado en 2024, 57.800 kg (60%) corresponden a envases Tipo A, lo que implica un crecimiento de 28% en relación con la campaña 2023. Estos envases son transformados en maderas plásticas, baldes, carretillas, pellet plástico y otras opciones para usos específicos que no pongan en riesgo la salud y el medio ambiente.
Mientras que 38.740 kg (40%) son envases Tipo B que fueron gestionados para su destrucción por operadores habilitados.
Control biológico: una herramienta natural y no convencional a disposición de productores y la población en general
Al mismo tiempo que se proponen y se implementan acciones para retirar del campo los envases vacíos y los agroquímicos vencidos, a través del Programa Agroecología se busca reducir el impacto ambiental por fitosanitarios a través de la cría de insectos controladores biológicos, los cuales son entregados a productores orgánicos dentro del concepto de Manejo Integrado de Plagas (MIP). Además, como parte de las acciones de vinculación y promoción de prácticas sostenibles, en conjunto con la Municipalidad de San Martín y Capital se desarrolla el programa control biológico en espacios verdes.
Esta herramienta de control biológico consiste en la cría y posterior liberación de enemigos naturales de diversos insectos considerados plagas.
Por medio de la liberación de distintos insectos predadores, parasitoides y patógenos producidos en los laboratorios del Iscamen, se logra el control sin la utilización de agroquímicos.
Los parasitoides, como por ejemplo la pequeña avispa Mastrus ridibundus, son insectos que viven a expensas de otro insecto (hospedero) al que devoran progresivamente hasta causarle la muerte. Mientras tanto, completan su propio desarrollo y emergen de los restos de sus hospederos. Los predadores como las crisopas son insectos que matan a las plagas succionándoles la sangre o devorándolas. Tanto los parásitos como los predadores buscan a sus hospederos y presas en lugares donde estos se encuentran, incluyendo sus refugios. Su acción tiende a incrementarse en los momentos en que las poblaciones de plagas son altas.
El Control Biológico Integrado tiene características propias que lo distinguen de otras formas de combate de plagas, particularmente del uso de químicos, mejorando significativamente la calidad e inocuidad de la fruta obtenida. Se puede combinar con otras herramientas de control, como por ejemplo la Técnica del Insecto Estéril (TIE).
Sistemáticamente, cada 20 días, se liberan 15 mil huevos de crisopas en las plazas públicas de los departamentos de Capital y San Martín. En algunas plazas, como por ejemplo la plaza Independencia de Capital, debido a su tamaño y la cantidad de vegetación, la liberación es de alrededor de 40 mil huevos. Las crisopas buscan a sus presas en lugares donde estas se encuentran, incluyendo sus refugios, y son capaces de consumir por día aproximadamente 800 insectos-plaga como pulgones, trips, mosca blanca y otros. La ventaja es que su acción tiende a incrementarse en los momentos en que las poblaciones de plagas son altas.
Además de la liberación de insectos controladores, se realiza el monitoreo sobre la incidencia de plagas, lo que determina la cantidad y periodicidad en la liberación de controladores que son producidos en forma masiva en los laboratorios que el Iscamen posee en Kilómetro 8, Guaymallén; Santa Rosa, San Rafael, General Alvear y Tunuyán.