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Ejercicio físico, nutrición y cambio de hábitos: aliados para pacientes con patología oncológica


El médico especialista en medicina deportiva Pablo Nicolás Gastaldi Taucher expuso sobre preguntas básicas que surgen a todas las personas que han tenido cáncer y familiares de ellas, amigos y profesionales de la salud no idóneos en el tema.

Pablo Nicolás Gastaldi Taucher (Mat. 12.036), médico especialista en medicina deportiva, desarrolló varios conceptos que dejan a la luz que el ejercicio físico, la nutrición, el descanso adecuado y el control del estrés son armas muy poderosas en la lucha contra la patología oncológica. A través de ellas se puede lograr una prevención primaria, secundaria y terciaria de la patología tumoral y una mejora de todo el ambiente metabólico, inmunológico, psíquico y físico.

El médico deportólogo es un destacado profesional de la provincia y ha investigado sobre nutrición, deporte y patología oncológica, entre otras áreas. A sus 33 años está terminando su maestría en Nutrición y Ejercicio, es docente en varias casas de altos estudios, conferencista y divulgador internacional.

Gastaldi ha realizado aportes en diferentes países sobre estos temas, es exrepresentante en Mendoza de la Federación Argentina de Medicina del Deporte y actualmente es el secretario de Asuntos Internacionales para la Federación Argentina de Médicos Deportólogos. Es miembro del Comité de Investigación de la Asociación Civil Médicos Deportólogos de Buenos Aires (ACMDBA), que publica sus aportes científicos en más de 26 países.

El deportólogo, que participó en el Ciclo de Charlas sobre Nutrición, Salud y Deporte que brindó la Subsecretaría de Deportes, se refirió a una serie de conceptos significativos sobre dudas que frecuentemente se le presentan a las personas sobre estos temas.

Gastaldi explicó: “Es muy importante darle prioridad al entrenamiento de fuerza en todas sus formas y al menos entrenar dos veces a la semana, ya que estimula las fibras musculares, que no solo son fibras contráctiles sino que tienen todo un universo de sustancias que ayudan en la lucha del organismo contra la patología oncológica”.

Aseguró que otro punto sustancial es ser constante en el cambio de hábitos. “Pensar en el futuro es de gran ayuda. Si bien ante la presencia del cáncer la persona se encuentra en un momento de gran estrés psíquico, físico y de preocupaciones varias, es posible cambiarlo todo de a poco, pero con constancia”, señaló.

Gastaldi aseguró que la nutrición es clave en la lucha contra el cáncer, ya que es la base para formar músculo, hueso y demás tejidos que harán mucho más probable la supervivencia, y en esto, el consumo de calorías de calidad es clave.

“No hay que esperar a finalizar el tratamiento para comenzar a cambiarlo todo. Mucha gente pospone el cambio, ya que está muy ocupada en la lucha contra la patología con fármacos, quimio, radio, etc. La mejor arma en la lucha es tener más músculo y de más calidad. Sugiero que se muevan más”, continuó.

“Cuando la persona se siente bien durante el tratamiento, sería muy positivo que entrene más y, en los momentos en los que se encuentre peor, tratar de darse tiempo para descansar. Sin embargo, si tiene algo de energía, que la use para moverse, todo suma”, recomendó Gastaldi.

Otro de los aspectos que esclareció el doctor es que tanto el cáncer como muchos de los tratamientos anticancerígenos producen osteoporosis. El ejercicio físico de fuerza ayuda en la activación del metabolismo óseo y en la reconstrucción de este, de allí lo fundamental de trabajar en la musculación.

El ejercicio y la nutrición mejoran comorbilidades acompañantes al cáncer, como son obesidad, diabetes, hipertensión y muchas otras patologías metabólicas, como la hiperinsulinemia.

Está comprobado que el ejercicio tiene la capacidad de cambiar el ambiente tumoral, el envejecimiento del sistema inmune (inmunosenescencia), así como reprogramar funciones del sistema inmunológico.

Desde un punto de vista molecular, Gastaldi expresó que el ejercicio puede aumentar la presión parcial de oxígeno y modificar diferentes biomarcadores (Bax, ki-67) y liberar múltiples intermediarios antioncológicos a nivel de célula muscular (sarcoplasma) para la defensa y el combate contra la célula tumoral.

Por último, el doctor recomendó buscar profesionales idóneos en el tema y formados para prescribir ejercicio en patología oncológica. “Un médico oncólogo tiene la formación para tratarte a nivel farmacológico, quimioterápico, radioterápico, entre otros, pero no para prescribir ejercicio en dosis, intensidad y densidad adecuada. Es por eso que el trabajo interdisciplinario es clave”.