El 29 de setiembre se celebra el Día Internacional de la Paz


Por este motivo se realizará la actividad “Grullas por la Paz” a las 10.30 en el CDIF 1 de calle  Chile 851-Ciudad

El miércoles 29 de setiembre, a las 10.30, en el CDIF 1, en calle Chile 851 de Ciudad, con motivo de conmemorar el Día Internacional de la Paz, se realizará la actividad “Grullas por la Paz”, con el personal, niños y niñas en el ámbito de la Dirección de Protección y Restitución de Derechos que depende de la Dirección General de Derechos.

La institución que es la Embajadora de la Paz mantiene su compromiso participando en la Acción Pública de enhebrar e izar Grullas por la Paz.  Esta Acción nació en Hiroshima, de una de las primeras víctimas de la primera bomba atómica utilizada en la Segunda Guerra Mundial y se extiende por el mundo a partir de entonces.

El objetivo de esta acción es hacerla multiplicadora a las familias y comunidad, ya que hoy más que nunca la sociedad necesita transformarse para alcanzar la paz. La paz es la base del bienestar de la humanidad del planeta que habitamos. Este espacio de convivencia diaria entre personal, niños y familias desempeña una función esencial en la promoción de una cultura de la paz, con el lema Donde hay paz, hay cultura. Donde hay cultura hay paz.

Desde el año 2012 la Dirección General de Protección de Derechos (DGP), junto a su Dirección de Protección y Restitución (DPyRD), fue designada como embajadora de Paz. El propósito de esta designación es promover acciones constructivas de paz.

El comité Internacional Bandera de la Paz, -un organismo No Gubernamental de las Naciones Unidas dedicado a la promoción de la paz mundial-, designan como Embajadas y Embajadores de Paz, a escuelas, instituciones, organizaciones y personas destacadas del arte, cultura, ciencia, política y la educación que deseen comprometerse aún más con la cultura de paz y tengan gran vocación de servicio, con el fin de despertar y legar conciencia de paz en el planeta.

La historia de las Grullas de SadakoSasaki

Esta historia ocurrió hace 50 años.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, a raíz de la bomba de Hiroshima, muchas personas murieron y otras tuvieron graves problemas de salud.

SadakoSasaki una niña de 11 años, no murió el día de la explosión, pero sí enfermó de mucha gravedad (sufrió una leucemia), por la radiación atómica.

Cuando supo que estaba enferma, una amiga suya intentó animarla y le contó la tradición de las 1000 grullas de papel (hacer figuritas de papel es una tradición japonesa la técnica se llama Origami). La tradición japonesa dice que su amiga le contó a Sadako que una leyenda dice que “concederán un deseo a aquél que consiga doblar 1000 grullas de papel como recompensa por el esfuerzo y la concentración que hacen falta para lograrlo”.

Entonces su amiga hizo una grulla de papel y se la dio a Sadako.” Aquí está tu primera grulla”. Y le deseó que se le cumpliera el deseo de curarse de su enfermedad.

Sadako empezó a doblar grullas, una tras otra, intentando conseguir su deseo. Llegó a construir 644 grullas, pero falleció en 1955.

Conmovidos, sus amigos y compañeros de la escuela se propusieron terminar de plegar las 1000 grullas como homenaje a su dedicación, y volverlas a plegar cada año para recordarla.

También se propusieron contarles a otros niños y niñas de Japón y del mundo cuál había sido su historia y la de tantos niños y niñas, que, como ella, no pudieron sobrevivir a la bomba atómica. Para que esta historia estuviera presente todos los días, se propusieron hacer un monumento, una estatua de Sadako con una grulla que hoy está en el Parque de la Paz de Hiroshima.

Bajo ella está escrito: “Éste es nuestro grito, ésta es nuestra plegaria: PAZ en el mundo”.