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El Centro Cívico mendocino, la concreción de un gran anhelo arquitectónico


A fines de los años 40 del siglo pasado se proyectó la centralización de los edificios gubernamentales. Un plan regulador contemplaba la construcción de la Casa de Gobierno, el Palacio Judicial y la Legislatura en los terrenos fiscales de la Quinta Agronómica.

La arquitecta Cecilia Raffa, del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (Incihusa) del Conicet, nos cuenta cómo se proyectó el Centro Cívico de Mendoza a partir de un plan urbanístico que tenía como objetivo principal agrupar los edificios de gobierno.

En 1948, el Ejecutivo provincial dispuso la confección del plan urbanístico del futuro Centro de Gobierno, aprovechando los terrenos fiscales de la Quinta Agronómica.

Se encomendó al arquitecto Alberto Belgrano Blanco el asesoramiento y dirección de los planos relativos a la urbanización previa de la zona donde se erigirían los palacios de Gobierno y Justicia, así como los proyectos para ambos edificios.

La dispersión de los edificios estatales, la vetustez de la antigua Casa de Gobierno y una mala ubicación para los tribunales constituían desde hacía un tiempo un problema para las distintas administraciones centrales de la provincia.

Con el terremoto de 1861, Mendoza quedó en ruinas y desprovista de todos sus edificios públicos. La reconstrucción de los principales y más urgentes -Casa de Gobierno, Cárcel y Hospital- se hizo con muy bajos presupuestos a través de sistemas de tierra armados con estructuras de madera, realizados con la urgencia y la precariedad de tiempos difíciles.

Ubicado en la esquina, frente a la plaza Independencia, el edificio que ocupaba la Casa de Gobierno sirvió durante años a la función gubernamental. A principios del siglo XX se empezó a proponer su remplazo, dado que ya no cumplía con las funciones que le habían dado origen ni con las expectativas arquitectónicas de la clase dirigente.

Agrupar los edificios gubernamentales

Luego de cuatro intentos frustrados (1906, 1909, 1918 y 1927), la solución a la problemática de los edificios de gobiernos se planteó en el Plan Regulador de 1940. Proponía, basándose en el concepto de zooning, el agrupamiento de los edificios administrativos para el funcionamiento de los tres poderes provinciales y de dependencias nacionales.

Aquel plan incluía la propuesta, también en terrenos de la Quinta Agronómica, de la creación de un Centro de Gobierno. El Plan Regulador no llegó a concretarse en conjunto, pero sí fueron materializándose algunas de sus propuestas, entre ellas, varios años después, la del Centro de Gobierno, en manos del arquitecto Belgrano Blanco.

Plan de urbanización

Los lineamientos generales del proyecto urbano-arquitectónico de Belgrano Blanco abarcaron el gran sistema vial definido por las actuales calles San Martín, Pedro Molina, Peltier y Belgrano.

Es así que se preveía el ensanche de la calzada de Pedro Molina al doble de su ancho con jardines centrales. También, el ensanche de la calle Belgrano, sobre los terrenos de la Quinta Agronómica y Vialidad Nacional, para lo cual debían también expropiarse algunos terrenos privados.

En tanto, por el sur, la propuesta sugería la construcción de otra gran avenida que resultara de cubrir el zanjón Frías con una losa de hormigón.

Finalmente, Belgrano Blanco retomó la propuesta hecha en el Plan Regulador para prolongar la avenida Mitre hasta el Centro de Gobierno.

Dos ejes perpendiculares determinaban los fundamentos básicos de toda la composición del conjunto. El principal de ellos, de sentido norte-sur, coincidía con la avenida Mitre. El otro ubicado, en sentido este-oeste, se ubicaba dentro de una franja existente bordeada de árboles, cuya mitad oeste tenía por ambos lados coníferas, plátanos y casuarinas de gran desarrollo y belleza.

La intersección de estos dos ejes conformaba el gran espacio cívico, a cuyo alrededor se habían dispuesto en el proyecto los edificios para las sedes de los tres poderes, emplazados en los extremos de la cruz así formada.

La Casa de Gobierno se ubicaría en el extremo sur del eje principal, mientras que los edificios Judicial y Legislativo ocuparían los extremos del eje este-oeste. Tras la búsqueda de eficiencia, el plan general urbanístico incluía un sistema vial interno conformado por calles internas y sectores de estacionamiento.

El plan se completaba con una serie de edificios de destino no especificado que, a modo de previsión, servirían para expandir distintas reparticiones cuando fuese necesario.

En referencia a los valores estéticos y funcionales del conjunto, el proyecto buscaba una relación entre la altura de los pisos y la distancia entre los tramos de fachada para obtener óptimas proporciones de los ambientes y, al mismo tiempo, cumplir con los requisitos constructivos más económicos.

Pórticos y recovas, también tomados del Plan Regulador, fueron proyectados como elementos de realce a la composición, que, además de su valor decorativo, ofrecerían protección a las personas. El conjunto se complementaba con estanques y espejos de agua y con un salón para la Bandera de los Andes en el centro de la Casa de Gobierno.

Lo que finalmente sucedió

Los edificios previstos para los poderes Ejecutivos y Judicial fueron los únicos proyectados por Belgrano Blanco que se concretaron conforme al plan.

También se construyó en las inmediaciones de la Quinta el edificio para la Escuela Provincial de Bellas Artes, aunque en un emplazamiento distinto del propuesto.

Los costos previstos originalmente se triplicaron y la ejecución tuvo demoras. El ala Este del edificio de la Casa de Gobierno se inauguró en 1951, mudándose la oficina del Gobernador a esta porción del edificio. Las alas Central y Oeste se demoraron algunos años más. El conjunto estuvo concluido hacia 1958.

La Casa de Gobierno quedó compuesta por dos subsuelos, suelo, planta baja, ocho pisos en el cuerpo central y dos cuerpos laterales de cuatro pisos cada uno, con un juego de arcos a manera de galería de enlace.

Fue el primer edificio que se construyó por sistema modular en la provincia. En tanto, las obras del edificio para el Poder Judicial alcanzaron avanzado estado de ejecución, aunque no llegan a concluirse hasta 1966.

El trazado urbano del conjunto estuvo inconcluso durante varios años.

Fuente: Cecilia Raffa. “El gran Centro de Gobierno (1948)”, en Raffa y Hirschegger (dir.) (2018) Proyectos y concreciones. Obras y políticas públicas durante el primer peronismo en Mendoza (1946-1955), IHAYA- FFyL-UNCuyo. Disponible en: https://bdigital.uncu.edu.ar/11476.