El ECA Eliana Molinelli abre sus puertas con cuatro nuevas muestras


Este viernes 15, a las 20, el Espacio de Arte Contemporáneo abre sus puertas a las obras seleccionadas mediante convocatoria abierta del Ministerio de Cultura y Turismo de la provincia. La entrada es libre y gratuita.

Las muestras que integran la propuesta son La máquina oculta, de Omar Jury; Subcampeón en optimismo, de Iván Chávez; Mama la mamona ¡mamá no seas llorona!, de Carla Ferrer, y El aroma del tiempo, de Germán Quiroga.

Se trata de cuatro propuestas que surgieron tras una convocatoria pública del Ministerio de Cultura y Turismo, destinada a artistas, colectivos y curadores residentes en la provincia, para proyectos de muestras temporales, individuales o colectivas de cualquier área de las artes visuales. 

Esta convocatoria tiene como objetivo favorecer la visibilidad y valorización de los diferentes quienes actúan en la escena mendocina de las artes visuales. También promover la participación democrática, inclusiva y transparente en los espacios estatales.

La cita es este viernes, a las 20, en el ECA Eliana Molinelli, ubicado en calle 9 de Julio y Gutiérrez de la Ciudad de Mendoza. El acceso es libre y gratuito.

Las muestras

Sala Central: La máquina oculta, de Omar Jury

La máquina oculta es una performance que conjuga instalación cinética e intervención arquitectónica, donde se interviene sutilmente el espacio transformándolo en parte de la obra. El performer se encuentra dentro de un muro falso construido sobre las paredes ya existentes del espacio expositivo y permanece “oculto” al espectador.

El artista atraviesa este espacio reducido, de no más de 30 cm, mientras sostiene un imán en una mano con el cual realiza un recorrido sobre el lado interno del muro. Del lado externo se encuentra otro imán que sigue su movimiento y va desgastando, por medio del roce, la cara visible de la pared de una forma lenta y gradual, generando líneas, trazos, marcas y ruido.

Por medio de la fricción y el avance del tiempo, estos materiales generan una suerte de dibujo, rastro o registro en la superficie. De esta manera, se invita a reflexionar sobre el desgaste físico en los medios de producción y la invisibilidad que se genera sobre los cuerpos que traccionan a sangre estos sistemas.

Dentro de la discusión de lo invisible, el artista indaga sobre la noción de escala. Ya que, dependiendo de en qué parte de la escala se encuentre el observador, esto provoca una modificación del sentido de lo que percibe y, por lo tanto, la invisibilidad o negación de otros campos o realidades.

Sala Bermúdez: Subcampeón en optimismo, de Iván Chávez

La propuesta consiste en un circuito de instalaciones y videos que recrea espacios desgastados y destrozados por el tiempo. La materia envejecida y parodiada de artefactos con una carga simbólica poderosa.

Entre medio de este minimarket de dispositivos estériles, surgen los testimonios cual páginas de diarios escritas durante la convulsión, escupiendo pensamientos y gritando poesía, cumbia, soledad, política, desalojo, cine, subsistencia, fútbol, comunismo, etc.

El ejercicio es recurrir a la ceremonia sagrada y orar entre santos apolillados y a veces irreconocibles, terapéuticamente entregarse a la tragedia que persiste detrás de la puerta de décadas anteriores y presentes. El objetivo es el exorcismo, y el medio es un espacio físico jugando a ser trinchera para exhortar a los fantasmas de épocas convulsionadas por la guerra, los golpes de estado, la desigualdad y las relaciones humanas transmutadas.

Sala Resurgir: Mama la mamona ¡mamá no seas llorona!, de Carla Ferrer

Este proyecto visual relata las crónicas de una maternidad decidida. Desde las dudas y el miedo a la decisión del embarazo bajo una militancia feminista extrema, donde el aborto era la decisión preconcebida y decidida como camino a la “independencia”, hasta las primeras experiencias como madre: violencia obstétrica, tareas de cuidado poco compartidas, sumando las presiones sociales, un caos/crisis nacional/mundial y un nuevo vínculo emocional con una hija.

Los relatos se materializan a través de imágenes, animaciones, sonidos, poemas y fanzines. A su vez, problematiza la relación entre el hacer artístico y la maternidad, cuestión no menor a la hora de querer participar activamente en el circuito del arte. Además, se proponen acciones interactivas con el público, incluyendo las niñeces.

Sala Subsuelo: El aroma del tiempo, de Germán Quiroga

Como las primeras líneas de un libro que nos atrapa, esta serie de imágenes nos adentra en un mundo fantástico de personajes y elementos oníricos. Comenzamos un recorrido visual único, en el que la mezcla de personajes, instrumentos y texturas nos hacen detener la mirada y sentir el Aroma del tiempo.

Rapsodas, aedos e invisibles son los protagonistas de esta narración visual con tintes épicos, que en constante transformación nos llevan a descubrir infinitos paisajes sonoros.

La serie completa cuenta con más de 200 imágenes. En esta oportunidad, el artista presentará alrededor de 70 fotografías en el subsuelo del ECA. Estará ambientada con una propuesta sonora, a cargo del músico Mariano Colombo.

Artistas que exponen

Omar Jury

Es artista visual y formador. Nace en Mendoza el 15 de abril de 1986. En 1999 ingresa a la Escuela Provincial de Bellas Artes. En 2006 comienza la carrera de Artes Visuales en la UNCuyo. A partir 2009 expone en diversos lugares de interés cultural e institucional de Mendoza y Argentina: MMAMM, ECA, Le Parc, Nave Cultural, Centro Cultural Rojas y Bienal Sur, entre otros.

En 2010 y 2011 expone junto con Costado Galería, en Arte Ba barrio joven. En 2013-2014 participa en la clínica Yungas, dictada por Raúl Flores. En 2015 fue becado para concurrir a la residencia URRA, en Buenos Aires. En 2016 ganó la Beca de Creación del Fondo Nacional de las Artes y en 2018 ganó la Beca de Formación, también del FNA. En 2021 y 2022 realiza la formación del Programa de Artistas en la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires.

Actualmente trabaja en obras que cruzan varias disciplinas (pintura, instalación, dibujo, escultura, performance y audio visual), pero poniéndolas en duda para demostrar su fragilidad o permeabilidad frente a otros medios.

Ivan Chávez 

Nace en Perú en 1984. Cursa Artes Plásticas en la Escuela de Bellas Artes en Lima y desarrolla estudios universitarios en la UNCuyo y en la Escuela Regional de Cine y Video de Mendoza.

Desde 2005 ha expuesto en diferentes espacios tanto a nivel local como nacional. Entre lo más destacado se encuentra la selección de los premios Itaú, en 2020, y en el año que transcurrimos obtuvo mención en el prestigioso Salón Regional Vendimia, uno de los salones más importantes a nivel nacional.

Carla Ferrer Zangrandi

Nace en Mendoza. Artista, profesora de artes visuales, gestora cultural, laburante de changas, mamá, ciudadana y amante lavallina. Comenzó con actividades artísticas en 2015.

Los espacios de formación como artista visual fueron la UNCuyo, donde realizó el Profesorado y la Licenciatura, prácticas socio-artísticas, animación experimental y un laboratorio de gestión de proyectos culturales. Además, cursos de fotografía y circulación de obras.

Fue coordinadora de Proyecto Galería, junto a colegas y amigos, un espacio de arte autogestionado, en 2018, que generó eventos artísticos, cursos de formación y proyectos de difusión artística local. Ha realizado muestras individuales y colectivas en Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, San Juan y Ecuador.

Resultó ganadora en diversos concursos de espacios institucionales y autogestionados y trabajado en ArteBA, en la docencia y en otras changas.

Germán Quiroga

Su relación con el arte surge a temprana edad experimentando con la plástica. El paisajismo urbano y la naturaleza fueron temas recurrentes entre sus pinturas. En la adolescencia, descubrió interés por la poesía, la literatura y la música.

Inspirado por los grandes maestros del arte y del diseño, estudió sus procesos, sus obras y, en medio de toda esta información, pudo retomar el dibujo con el maestro Alberto Thorman, trabajando con él la expresión y la incertidumbre del tiempo.

Paradójicamente, dejó el dibujo y todo se convirtió en fotografía, en instantes. En la fotografía encontró la inmediatez de sus deseos y una fuente inagotable de inspiración. En este primer recorrido solo realizaba abstracción “una arista muy fuerte dentro de mis imágenes”, sostiene. Esto, influencia del maestro que lo llevó a desarrollar una serie titulada Pana, una especie de horizontes infinitos y detalles envueltos en una atmósfera etérea.