El primer sonidista del Estadio Malvinas Argentinas visitó su mejor obra después de 40 años


Se trata del profesional que ideó e instaló todo el sistema de sonido y telefonía de nuestro máximo centro deportivo.

En esta oportunidad y en silencio, como suelen hacerlo las personas valiosas, Carlos Sánchez Roempler, luego de 40 años, volvió a visitar una de sus máximas creaciones.

Carlos está retirado de los cables y las consolas, y en su recorrido por todas las instalaciones nos brindó una inagotable catarata de anécdotas y vivencias que se registraron entre marzo y junio de 1978.

Por aquel entonces, el joven técnico electromecánico y electrónico nacido hace 70 años en el porteño barrio de San Telmo arribó a la tierra del sol y del buen vino con el objetivo de solucionar problemas logísticos casi insalvables. Esa designación llegó luego de haber encaminado los mismos trabajos en los estadios de Mar del Plata, Rosario, Córdoba y Vélez Sarsfield.

Los responsables de hacer llegar las consolas y parlantes a los estadios nuevos y remodelados se equivocaron de sitio, y a Mendoza llegó la consola marca Solidane, que correspondía a Rosario.

“La de aquí era recta, y la otra, en forma de L. Se hacían a pedido y de acuerdo con la disposición edilicia de cada lugar. Al verla y con la fecha de inauguración muy cerca, decidí intentar adaptarla. Me pasé días enteros en el trabajo. Conecté más de 300 cables y finalmente solucioné el inconveniente”, comentó emocionado mientras recorría el museo donde se conserva intacta esa pieza histórica que se exhibe a los visitantes.

Este pionero de la historia de las Malvinas hoy se dedica a la plástica, y durante unos días expondrá sus obras en San Rafael junto a 50 pintores de la provincia de Buenos Aires. Reside en Pinamar y prometió volver de manera más frecuente.

GALERIA