El Servicio Penitenciario reconoce a los efectivos que honran su vocación de bomberos
En el marco del Día del Bombero Voluntario, la institución distingue a personal penitenciario que representa una verdadera vocación de servicio y un gran aporte a la comunidad.
Desde la institución penitenciaria, a lo largo de su historia, muchos efectivos han colaborado con la sociedad, ejerciendo su rol como bomberos voluntarios. Hoy 2 de junio, contamos algunas de estas historias.
Además de su tarea como fuerza de seguridad, se suman al servicio público como bomberos, en cuarteles de diferentes departamentos de la provincia. Esta vocación refuerza la articulación entre instituciones estatales, mostrando un gran compromiso y responsabilidad social.
Historias de vocación
El oficial adjutor principal David Flores se desempeña actualmente en el Complejo de Alojamiento Permanente “Almafuerte II” como jefe de Mantenimiento. Es bombero voluntario del departamento de Guaymallén y lleva cinco años en el servicio como cuerpo activo.
“Mi vocación se despertó a partir de un incendio cerca de mi casa. Al llegar el cuerpo de bomberos, vi cómo su actividad fue tan agradecida por la gente. Otra de las cosas que me llevó a ejercer esta actividad fueron dos capacitaciones dentro del Servicio Penitenciario: la de rescate con cuerda y otra de estructuras colapsadas. Fue allí cuando decidí realizar el curso, pero recién logré intervenir en el segundo incendio más grande de la provincia. Esta tarea realmente da una gran satisfacción, sin recibir nada a cambio, solo agradecimiento”, expresó Flores.
El oficial adjutor Carlos Laspina cumple funciones dentro de la Sección Higiene y Seguridad, de la Unidad de Obras, Planificación y Logística, tanto en el Centro de Alojamiento Permanente con Régimen Abierto “Colonia y granja penal Gustavo André” de Lavalle como en el Centro de Alojamiento Permanente con Régimen Abierto “El Borbollón”.
“Desde los 14 años elegí ser bombero. Me inicié en Santa Fe y por cuestiones laborales vine a Mendoza a seguir mi carrera en Bomberos de Maipú, y hoy estoy en Bomberos de Ciudad, a cargo del departamento de fuego y de investigación de incendios. Realicé la licenciatura en Higiene y Seguridad y un posgrado en investigación de incendios. Ser bombero es una vocación que me ayudó mucho en mi vida cotidiana, y en mi trabajo dentro de la institución penitenciaria”, afirmó Laspina.
“Además, he tenido también la posibilidad de capacitar y capacitarme en lugares como Colombia y en la Universidad de Chile, teniendo además la oportunidad de formar un grupo especializado, llamado “HyS Prevención”, donde tenemos un simulador escala real en Junín, el cual sirve para compartir a todo nivel de emergencia, no solo a bomberos”, concluyó.
Carlos Ibarra, quien cumple funciones en el Área de Inteligencia y es oficial subadjutor, se desempeña como bombero voluntario en Godoy Cruz desde 1993.
“Desde ese año estoy en esta institución, llamada la Cuarta Compañía, debido a que somos el cuarto cuartel creado de la provincia de Mendoza. El ser penitenciario también me ayudó a forjar esta vocación, ya que, hace unos años, la División Requisa vino a solicitarnos colaboración para instruirlos en el tema del fuego. En la actualidad, no solo nos involucramos con la parte de fuego sino también en el rescate de animales y asistencia a personas con problemas de obesidad. En lo que respecta a los siniestros viales, nos hemos especializado muchísimo. Realmente es un orgullo poder defender y mostrar todo lo que los bomberos realizamos”, manifestó Ibarra.