Enoturismo: Alpamanta presentó el primer vermut orgánico y biodinámico argentino
En una actividad en la que participaron funcionarios, empresarios y periodistas, la Bodega Alpamanta, arraigada en Ugarteche, Luján de Cuyo, presentó su último logro: Astral, un vermut orgánico inspirado en la biodinamia que refleja su expertise y su firme compromiso con el medioambiente.
Con este lanzamiento, Alpamanta responde a la creciente demanda de los consumidores por vermut de alta calidad, ideal tanto para degustar como aperitivo o en elaborados cócteles.
Astral, con su elegancia y equilibrio, se adapta a la perfección a diversas combinaciones con jugos frutales, licores y otras bebidas, ofreciendo así infinitas posibilidades para la mixología creativa. Tanto las uvas de su vino base como los doce botánicos meticulosamente seleccionados provienen de la finca propia de Alpamanta, cultivados con el más absoluto respeto por la tierra y el entorno, garantizando así la autenticidad y la pureza de cada ingrediente y el inigualable carácter del terroir.
Siempre en sintonía con la búsqueda de la calidad y el cuidado del medioambiente, suma a sus cuatro líneas de vino el nuevo Astral, el primer vermut orgánico y con técnicas biodinámicas de la Argentina.
Astral se destaca por su cuidada elaboración y exquisito sabor y aroma. Por su elegancia y personalidad, esta nueva creación de la bodega propiedad de Andrej Razumovsky, André Hoffman y Jérémie Delecourt -tres amigos europeos de familias tradicionales del vino-, resulta perfecta para beber como aperitivo y para utilizar en la alta coctelería.
El lanzamiento de Astral coincide con un reciente resurgimiento del vermut en la Argentina, donde, tras ser una de las bebidas más consumidas a finales del siglo XIX gracias a la masiva llegada de inmigrantes europeos, durante los últimos años había pasado casi al olvido. En su búsqueda constante de nuevas sensaciones, hoy los consumidores vuelven a poner a este exquisito vino fortificado entre sus bebidas preferidas.
Para ese público cada vez más amplio y exigente, Alpamanta creó una opción muy particular porque con Astral -así como con todos sus vinos-, la bodega vuelve a apostar por la potencia del terroir. Cada una de las uvas y de los doce botánicos que integran el vermut tienen certificación orgánica y técnicas biodinámicas, lo cual garantiza que en su elaboración se cuidó la preservación del equilibrio natural del ecosistema sin usar fertilizantes ni pesticidas.
Además, la biodinamia supone la utilización de diversas prácticas muy particulares, como el seguimiento del calendario lunar para realizar las tareas vinculadas con los cultivos, que aseguran la mejor expresión de los insumos con la mínima intervención humana. Esta práctica está basada en saberes ancestrales y apunta a crear productos que provoquen verdaderas experiencias sensoriales.
Astral está elaborado a partir de un vino base de chardonnay y sauvignon blanc, encabezado con un brandy a 65º de elaboración propia. Ese vino base es sometido a una maceración junto con los botánicos especialmente seleccionados por sus propiedades organolépticas. Para endulzar se utiliza mosto orgánico certificado, lo cual resulta en un vermut con 17º de alcohol y 80 g/l de azúcar.
La idea que subyace en cada detalle del flamante producto es la circularidad del ecosistema, algo que se traduce también en el proceso de elaboración in house, ya que todos los insumos provienen de la finca orgánica y biodinámica propiedad de la bodega, lo que garantiza la trazabilidad y la calidad.
Creado por expertos
Elaborado bajo la dirección de Victoria Brond, gerente de Enología y Operaciones de Bodega Alpamanta, destacada recientemente como “Enóloga Revelación” en la prestigiosa Guía Descorchados, Astral representa al máximo las particularidades del terroir.
Los doce botánicos seleccionados buscan dar cuenta de la esencia de Alpamanta, que en el idioma nativo local significa “amor por la tierra ”. Además, los productos utilizados reciben riego por goteo mediante un sistema ecológico.
Astral es un vermut delicado, sutil, elegante, y está compuesto por ajenjo, hinojo, romero, albahaca, genciana, apio, curry, flores y hojas de lavanda, melisa, olivo, chañar y chill chill, hierbas que poseen numerosas propiedades medicinales.
Más allá de los múltiples beneficios asociados con la salud digestiva y cardiovascular que aportan sus componentes, Astral es perfecto para preparar cócteles que lo tengan como protagonista.
A la vista, Astral posee un cautivante tono amarillo intenso, con destellos dorados. En nariz ofrece aromas de pomelo rosado, cítricos, notas herbales y minerales, en combinación con sutiles de flores de lavanda, hojas de olivo, romero, albahaca, apio, melisa, hinojo, chañar y ajenjo. En boca presenta un triple equilibrio entre lo ácido, dulce y amargo, destacándose su tomabilidad. Astral remite a la tradición y a lo simple de los sentimientos sinceros.
Para disfrutar al máximo de este vermut, se sugiere añadir hielo, una rodaja de naranja y completar con soda.
Acerca de Alpamanta
En 2005, tres íntimos amigos, Andrej Razumovsky, de Austria, y su primo André Hoffmann, de Suiza -ambos descendientes de la noble familia vitivinícola de Sayn Wittgenstein-, se unieron a Jeremie Delecourt, un francés cuya familia es propietaria de Chateaux de la Crois Bontar, productora de rosados en la región de Cotes de Provence, para fundar una bodega boutique en Mendoza, Argentina. De la herencia y la pasión por el mundo del vino nació Alpamanta.
La bodega se caracteriza por ser uno de los pocos proyectos certificados orgánicos y biodinámicos en Argentina. La finca, ubicada en Ugarteche, Luján de Cuyo, primera zona vitivinícola del país, posee un viñedo único plantado en 2005, con el cual Alpamanta elabora vinos de alta gama producidos con las últimas tecnologías enológicas para sus líneas Alpamanta Natal, Alpamanta Estate, Alpamanta Breva y Alpamanta Terroir. Con la misma rigurosidad y creatividad con la que elabora sus vinos, la bodega continúa ampliando su portfolio incursionando también en la elaboración de vermut.
Su logo, una lechuza, fue elegido como símbolo de la sabiduría y la conexión con la naturaleza, mientras que ya desde su nombre, Alpamanta, que significa “amor a la tierra” en el idioma de los pueblos originarios de la región, la bodega da cuenta de su perfil plenamente ligado al cuidado del medioambiente y la expresión plena del terroir.
Alpamanta adhiere plenamente a todos los principios que enmarca la filosofía biodinámica, basada en los fundamentos creados por Rudolf Steiner y su teoría antroposófica, que se ajustan a la idea de que la flora, la fauna, los humanos y el cosmos están estrechamente relacionados y son complementarios. Por eso, aplica prácticas sustentables en todos los procesos de elaboración, que incluyen el cuidado de la tierra mediante prácticas sustentables y amigables con el medioambiente, la mínima intervención y el seguimiento del calendario lunar, entre otros lineamientos que sustentan a la biodinamia. El packaging de los productos es también ecológico para reducir el impacto ambiental.
Alpamanta está certificada bajo las exigentes normas de Demeter (biodinámico) y Argencert (orgánico).
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