Especialistas de ICSA-IMPSA visitaron la bioplanta de producción de insectos estériles del Iscamen


Se busca avanzar hacia la automatización para hacer más eficientes los diferentes procesos que se desarrollan.  

La bioplanta que el Iscamen posee en Santa Rosa es clave en el proceso de control de la mosca del Mediterráneo mediante el uso de la técnica del insecto estéril, que consiste en la cría y liberación masiva de insectos esterilizados para impedir así la continuidad del ciclo biológico natural. Esta técnica es la base para el control biológico de la plaga tanto en Mendoza como en la Patagonia.

La bioplanta es una gran fábrica de aproximadamente 16.000 m2 desarrollada modularmente para la cría masiva de mosca del Mediterráneo con capacidad de hasta 700 millones de pupas estériles por semana. El diseño modular y flexible permite la cría en paralelo de otras especies plagas. En su interior se desarrollan procesos netamente industriales, con todas las particularidades de un proceso biológico, que conlleva un seguimiento muy preciso de todas las etapas de la cría, la esterilización de los insectos, el empaque, la liberación y los procesos de campo para medir su efectividad.  

La alianza estratégica con ICSA tiene por objeto incorporar ingeniería de automatización a los procesos que allí se realizan, como los de preparación de alimentos; recepción de dieta, dosificación y armado de las torres y sembrado; eliminación de residuos sólidos orgánicos, prelavado, lavado, desinfección y secado de bandejas de dieta y residuos líquidos; empaque por bolsas y adulto frio, y automatización para uso de energía solar, entre otros.  

La producción de la bioplanta está destinada principalmente al control de plagas en Mendoza pero se exporta a otros programas nacionales, a la Patagonia y a otros países. Recientemente se amplió la provisión a Chile.