Fito Páez cerró la Segunda Noche de Vendimia
En la primera repetición de Sinfonía azul para el vino nuevo, tuvo lugar la noche dedicada al rock. Fito Páez brilló en el Frank Romero Day.
A las 21, puntual, comenzó la segunda noche de Vendimia en el Frank Romero Day, poniéndose en marcha repetición de la puesta en escena de Sinfonía azul para el vino nuevo. Luego subió al escenario Fito Páez, que brindó un concierto inolvidable.
Antes del inicio del espectáculo, dirigido por Golondrina Ruiz, se presentó a las nuevas soberanas 2020, la reina nacional de la Vendimia, Mayra Tous, y la virreina, María Eugenia Serrani.
Fito Páez desembarcó junto a su banda para brindar un concierto inolvidable, presentando una exquisita selección de canciones que repasaron toda su trayectoria como compositor.
Con El amor después del amor, el artista rosarino dio comienzo a su espectáculo, ante un teatro griego colmado de público. Lo acompañó la potencia de Sol Villagra en voz.
Desde ese momento Fito invitó a los asistentes a disfrutar de un repertorio que ya no le pertenece sino que “por alguna razón entraron en sus casas y se convirtieron en clásicos”.
La noche continuó con canciones como Tu vida mi vida, 11 y 6, Tumbas de la gloria, Naturaleza sangre, Dos días en la vida y Al lado del camino.
Demostrando una vez más su sensibilidad en la intimidad que aporta su teclado, Fito entonó Cable a tierra y Un vestido y un amor, que el público coreó al unísono.
Luego volvió a unirse la banda para ofrecer Polaroid de locura ordinaria, Circo beat, Brillante sobre el mic y Ciudad de pobres corazones.
Con A rodar mi vida cerró la primera parte de su show, para volver y “proponer algo muy delirante, generar un silencio muy poderoso, para cantar un tema, solo y a capella” y fue entonces que, muy cerquita del público, emocionó con Vengo a ofrecer mi corazón, momento mágico que despertó la ovación de los espectadores.
En formato banda, continuó con Dar es dar, Mariposa tecnicolor, Y dale alegría a mi corazón para finalizar con El diablo en tu corazón y el público ovacionándolo de pie.
