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Gobierno y entidades vitivinícolas acuerdan medidas para mitigar el impacto del impuesto al vino


El ministro de Economía, Martín Kerchner, se reunió con los principales referentes del sector y convinieron acciones para que el Gobierno nacional revise el proyecto de reforma impositiva que enviará al Congreso para su tratamiento.
Antes del anuncio del ministro de Hacienda nacional, Nicolás Dujovne, de enviar al Congreso de la Nación un proyecto de reforma impositiva, el Gobierno provincial logró gestionar una disminución de siete puntos porcentuales en la propuesta de aplicar impuestos internos al vino. Sin embargo, las negociaciones continuarán “hasta lograr un acuerdo que mantenga los esquemas diferenciales y no perjudique al sector”.
Así lo resumió el titular de la cartera de Economía, Infraestructura y Energía, Martín Kerchner, tras reunirse con los referentes de las principales entidades vitícolas de la provincia. Entre ellos, se encontraban José Zuccardi, de la Unión Vitivinícola Argentina; Walter Bressia, de Bodegas de Argentina; Hilda Vaiaretti, de la Coviar; Javier Palau, del Centro de Viñateros del Este, y Nicolás Vicchi, de Acovi.
El ministro se mostró optimista frente a la posibilidad de seguir negociando la alícuota gradual del 10% sobre vinos y sidras, que presentó el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne. “Hay que terminar con la redacción de la ley para ver qué ingresa al Congreso. Estamos trabajando en eso”, aseguró Kerchner.
En este contexto, contó que en una primera instancia la Nación había propuesto un impuesto general del 25% para todas las bebidas, sin distinciones. Luego se redujo a 17% y, tras las gestiones gubernamentales, finalmente quedó en el 10% para los vinos, que se diferencia del resto, como por ejemplo la cerveza, que es el principal competidor.
“Queda mucho por hacer, todavía hay margen para trabajar, no están agotadas las negociaciones, y hasta que se presente el proyecto de ley, vamos a seguir buscando alternativas para hacer mejor ese diferencial”.
En el conjunto de medidas anunciadas se destaca que el vino, que tenía 0% de alícuota, pasa al 10% gradual, y otras bebidas que tributaban alrededor del 8%, dependiendo la graduación alcohólica, crecen al 17%.
Según el análisis del ministro, “esta reforma apunta a mejorar la eficiencia y la competitividad que el sector venía reclamando”. Sin embargo, el impacto que genera en las economías regionales del Oeste argentino impulsa al Gobierno provincial y a las entidades a encarar acciones que apunten a destacar las diferencias con otras bebidas y que no perjudiquen al sector.
Plan de acción
Para marcar la diferencia entre la producción de vino y otras bebidas, los argumentos en los que se basan para negociar ante la Nación es que se trata de una economía regional con más de 230 mil hectáreas plantadas en el país, genera más de 380 mil puestos de trabajo, no es un mercado concentrado, ha sido designado por ley como Bebida Nacional, es considerado un alimento y genera beneficios en la salud y no está asociado a excesos.