Inclusión social y educativa: cambiar el presente y construir futuro
El trabajo de la Escuela de Desarrollo Personal de Emprendedores, Centro Educativo Comunitario de la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil.
La Escuela de Desarrollo Personal de Emprendedores, Centro Educativo Comunitario (CECOM) es una institución innovadora y única de la provincia, que depende de la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil (DRPJ) y que se encuentra en una populosa barriada del departamento de Godoy Cruz.
Esta organización se ha convertido en un modelo positivo para adolescentes que han tenido problemas con la ley. A través de este centro, los adolescentes reciben apoyo para mejorar su vida, incluyendo programas educativos e información sobre prevención de la violencia y respeto de los derechos humanos.
El centro ofrece también una variedad de actividades recreativas que ayudan a los estudiantes a fortalecer su autoestima y a desarrollar habilidades sociales y a mejorar las relaciones positivas con sus familias, con sus compañeros y con su entorno social. Esto ha permitido que muchos adolescentes superen sus problemas y se reintegren a la sociedad de manera pacífica y productiva, que son los objetivos de inclusión social y educativos que se propone el espacio institucional.
Las aulas funcionan en la sede de la Unión Vecinal de un barrio con una porción mayoritaria de población trabajadora y humilde, vecinos que han incorporado al centro como parte de la barriada. Varios jóvenes del barrio han transitado por sus aulas y han terminado sus estudios allí.
“La DRPJ elaboró esta propuesta en 2016, con una inserción concreta en un espacio comunitario y en trabajo conjunto con la Dirección General de Escuelas. Apunta principalmente a la terminalidad escolar para adolescentes que tuvieron dificultades de abandono o interrupción de su proceso estudiantil, ofreciendo una oportunidad de insertarse nuevamente en el ámbito escolar, de sentirse apoyado en su decisión de superarse y desarrollando un espacio de empatía, de trabajo en equipo, de expresión de sus necesidades y sentimientos. Para nosotros, como equipo de trabajo, es una satisfacción terminar una jornada, evaluar la tarea y reconocer los pequeños triunfos diarios que los jóvenes van alcanzando, porque son procesos de aprendizaje que transitan un camino que necesita tiempo”, expresó su encargado, el profesor Fernando Gómez.
“En el centro, los jóvenes pueden terminar su escuela secundaria, con unas características distintas al colegio tradicional, una modalidad que es un multiciclo de niveles distintos y no gradualidad. Esto permite la integración de adolescentes sin importar en qué momento o en qué nivel haya abandonado su escolaridad secundaria. En esta modalidad es muy importante el trabajo conjunto entre docentes y equipo de la Unidad de Medidas Alternativa de la DRPJ, para acompañar el proceso de los jóvenes. Apuntamos a que el chico venga, se quede, tenga adherencia a la propuesta socio educativa y que también, se sienta contenido personal y familiarmente”, manifestó el Pablo García, preceptor de la unidad escolar.
“El convenio interinstitucional que la Dirección General de Escuelas viene desarrollando con la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil es una modalidad de trabajo que permite a las y los jóvenes en situaciones de conflicto con la ley, una puerta de entrada a un proceso educativo que, de otra forma, le sería muy dificultoso acceder para ejercer su derecho a la educación. Esta característica educativa particular de acompañar desde una función pedagógica, social y también familiar permite una propuesta educativa posible para una población con estas características y que también se ha visto muy enriquecida con la participación de la comunidad, grupos de vecinos y distintos grupos sociales que también han aprovechado la oferta socioeducativa”, afirmó María Rosa Goldar, orientadora docial del CENS 3-485 que funciona en el lugar.
“Tengo la oportunidad de arreglar un toque mi vida, gracias a que vengo aquí, al centro, y con la ayuda y el apoyo de todos los profes, se me metió en la cabeza que tengo que terminar la escuela, para poder conseguir un trabajo. Tengo una expectativa de que es posible cambiar mi vida. No puedo cambiar mi pasado, pero puedo hacer algo ahora para tener un futuro distinto”, asegura Facundo Lucero alumno del centro desde hace tiempo.
La Escuela de Desarrollo Personal de Emprendedores de la DRPJ incluye el desarrollo de habilidades laborales, ya que ofrece información de la oferta educativa formal y no formal, la identificación de oportunidades y el aprendizaje de herramientas de capacitación.
Los profesores y monitores de la DRPJ que trabajan en el centro son profesionales formados y experimentados en el campo del desarrollo socioeducativo y familiar y están comprometidos a ayudar a los alumnos a desarrollar sus habilidades y conocimientos, ofreciendo a los adolescentes una oportunidad significativa para el desarrollo y construcción de un presente y un futuro.